01 Diciembre 2015
CAUSA COMUN. Activistas de todo el mundo confluyen en la Cumbre. reuters
Los líderes mundiales iniciaron ayer en la cumbre organizada por las Naciones Unidas en París un ambicioso esfuerzo para contener el alza de las temperaturas del mundo; se infiere que intentarán hallar una causa común en dos semanas de negociaciones destinadas a reducir la dependencia de los combustibles fósiles que sufre la economía global.
Luego de décadas de complicadas conversaciones marcadas por el fracaso de la anterior cumbre de Copenhague hace seis años, los negociadores parecen haber conseguido algún tipo de acuerdo marco que podría ser definido para mediados de diciembre, consignó la agencia Reuter.
Las advertencias de científicos del clima, demandas de activistas y exigencias de líderes religiosos como el Papa Francisco, sumadas a grandes avances en fuentes de energía alternativa como la solar, han añadido presión para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables por el calentamiento del planeta. Hay consenso en que si del foro de París no surgen acciones sustentables continuarán altas temperaturas promedio, provocando más tormentas catastróficas, sequías más frecuentes y el incremento de los niveles de los mares por el derretimiento de los cascos polares.
El reporte de la agencia Reuter indica que, ante estas proyecciones, los líderes de las naciones responsables por cerca del 90 % de las emisiones de C02 en el mundo deberán presentar compromisos para reducir su producción nacional de gases de efecto invernadero. Cientos de miles de personas de todo el mundo confluyen por estos días en París, recordando a los líderes del mundo que “no hay un plan B” en los esfuerzos contra el calentamiento global.
Luego de décadas de complicadas conversaciones marcadas por el fracaso de la anterior cumbre de Copenhague hace seis años, los negociadores parecen haber conseguido algún tipo de acuerdo marco que podría ser definido para mediados de diciembre, consignó la agencia Reuter.
Las advertencias de científicos del clima, demandas de activistas y exigencias de líderes religiosos como el Papa Francisco, sumadas a grandes avances en fuentes de energía alternativa como la solar, han añadido presión para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables por el calentamiento del planeta. Hay consenso en que si del foro de París no surgen acciones sustentables continuarán altas temperaturas promedio, provocando más tormentas catastróficas, sequías más frecuentes y el incremento de los niveles de los mares por el derretimiento de los cascos polares.
El reporte de la agencia Reuter indica que, ante estas proyecciones, los líderes de las naciones responsables por cerca del 90 % de las emisiones de C02 en el mundo deberán presentar compromisos para reducir su producción nacional de gases de efecto invernadero. Cientos de miles de personas de todo el mundo confluyen por estos días en París, recordando a los líderes del mundo que “no hay un plan B” en los esfuerzos contra el calentamiento global.
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