Los citricultores enfrentan las enfermedades cuarentenarias

Especialistas extranjeros vendrán a Tucumán a auditar los sistemas de control. Un momento crítico.

05 Diciembre 2015
Considerando “enfermedad cuarentenaria” a toda aquella plaga de importancia económica potencial para el área en peligro. y que estas plagas están siendo oficialmente controladas, el caso de los cítricos merecen una especial atención dada su importancia en cuanto a lo productivo y como uno de los principales productos dentro de las economías regionales, dijo Gloria Pérez, gerente técnico de Afinoa (Asociación Fitosanitaria del Noroeste Argentino).

Argentina se encuentra entre los 10 primeros países productores y exportadores de cítricos del mundo. La actividad industrial, representada por el limón en primer término, nos sitúa en un lugar de privilegio con más del 50% de la representatividad en el mundo y más del 90% en relación a los países productores de cítricos del Hemisferio Sur, informó Federcitrus.

Perjuicios

En los cítricos hay dos enfermedades cuarentenarias importantes, que implican un serio perjuicio para las actividades comerciales, sobre todo en relación a las exportaciones de fruta fresca hacia países libre de las mismas: Xanthomonas citri subsp. citri, bacteria causante de la “cancrosis de los cítricos”, y el hongo denominado Phyllosticta citricarpa que produce la enfermedad denominada “mancha negra”.

Si bien producen una merma productiva, en relación a la incidencia en el cultivo, ambas enfermedades no dañan la salud humana ni a los animales, pero causan daños cosméticos que la hacen inaceptable a la vista de los consumidores. A su vez, están reguladas en aquellos países compradores de fruta, que mantienen el estatus de libre de estas enfermedades. Tal es el caso de la Unión Europea y otros mercados con similares restricciones cuarentenarias, que exigen que los envíos garanticen inocuidad y no presenten síntomas en los frutos. Por la presencia de un síntoma se rechaza la partida.

Europa exige el cumplimiento de la norma 2000/29/EC y sus anexos, y la Argentina ha firmado un protocolo que garantiza la inocuidad de la fruta. El Sistema de Trazabilidad Citrícola de Argentina (SITC) fue creado en tal sentido, y hasta hoy es el único programa nacional que contempla cada etapa, desde la producción hasta la comercialización. Este programa, además, ha servido para las negociaciones comerciales con otros países y como ejemplo de aplicación para otros.

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