06 Diciembre 2015
El chavismo plebiscita su hegemonía en el poder
Según las encuestas, la oposición aglutinada en la Mesa de Unidad Democrática, podría pasar a controlar la Asamblea Nacional. Los venezolanos votan hoy en medio de un tenso clima político. Maduro pide esperar los resultados en paz. La crisis económica.
CARACAS. Trabajadores de la Comisión Nacional Electoral leen un folleto que explica el proceso de votación.
CARACAS.- Los venezolanos votarán hoy para elegir los 167 diputados de la nueva Asamblea Nacional (Congreso unicameral), en unos comicios en los que el oficialismo se juega la hegemonía que ha mantenido en la última década en el foro legislativo.
Más de 19 millones de electores están habilitados para votar a 111 diputados por nombres y apellidos, 53 por listas de partidos y tres diputados indígenas para el período legislativo entre 2016 y 2021. Serán elecciones en 87 circuitos electorales del país, pero la oposición ha planteado que se trata de una votación con carácter plebiscitario sobre la gestión de gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Aunque las encuestas dan a la oposición como favorita en intención de voto, el oficialismo asegura haber recortado la diferencia en la campaña electoral, en medio de la movilización de la maquinaria “roja” del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela. La alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) denunció el ventajismo del oficialismo, por el abusivo uso durante la campaña de recursos del Estado y el predominio de sus candidatos en los medios oficiales.
Tras una campaña de 15 días, los sectores políticos respetaron la veda de mensajes partidistas que rige desde el viernes y llamaron al pueblo a votar desde temprano y en tranquilidad.
En los últimos 10 años el oficialismo ha mantenido la hegemonía en la Asamblea, desde que en 2005 la oposición boicoteó las elecciones por desconfianza con el órgano electoral, lo que propició una mayoría absoluta de los partidarios del entonces presidente Hugo Chávez en la cámara.
Por primera vez la oposición se presenta a las elecciones con ventaja en la intención del voto, que según las encuestas es superior a 10 puntos.
El secretario ejecutivo de La MUD, Jesús Torrealba, manifestó que el propio pueblo le ha dado a las elecciones un carácter plebiscitario frente a la gestión económica del Gobierno, que ha tenido graves problemas para contener la inflación y normalizar la distribución de bienes de consumo en los mercados ante la prolongada escasez. Son miles los venezolanos descontentos, sin distingo sociales, por una crisis económica expresada en la inflación más alta de América -alrededor del 100% anual-, recesión y escasez de bienes básicos.
Aunque Maduro dijo durante la campaña que si sus candidatos pierden la elección saldrá a la calle a luchar junto al pueblo -que ganarán “como sea”- el viernes aseguró que respetará los resultados, al tiempo que llamó al país a votar masivamente y a esperar los resultados en paz.
Señaló que la campaña electoral para los comicios fue “ejemplar” y que un “incidente mafioso”, en el que murió un dirigente político, se intentó usar para “decir que en Venezuela no hay libertad ni garantías”.
“Yo invito a toda Venezuela desde temprano a colmar los centros electorales, a ejercer su poder, su voluntad absoluta, a elegir diputadas y diputados de la nueva Asamblea Nacional y a esperar los resultados en paz. Llamo a convertir las elecciones en una fiesta de convivencia”, señaló en un acto oficial.
La oposición también llamó a sus partidarios a votar masivamente y en paz, y aseguró que podrán ver en tiempo real el desarrollo de las elecciones y el conteo de los resultados.
Una misión de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) acompañará las elecciones, que se sumarán a los veedores invitados por la oposición, entre ellos, 97 legisladores latinoamericanos. (DPA-Reuters)
Un punto de inflexión
El mundo estará pendiente del resultado
Los ojos del mundo seguirán de cerca estos comicios venezolanos porque, de triunfar la oposición, sería la primera vez que la “revolución” socialista iniciada en 1999 por el fallecido Hugo Chávez, tendría un contrapeso. Pero analistas han ido más allá, al asegurar que un triunfo opositor marcaría un punto de inflexión que podría abrir un nuevo balance de fuerzas con una oposición vigorizada. “Mucho dependerá de si la oposición puede obtener una mayoría calificada, lo que también le permitiría modificar leyes orgánicas”, sostuvo la firma Eurasia en una nota a clientes. Algunos hasta creen que, de ganar por un amplio margen, una oposición envalentonada apostaría por un referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro, constitucionalmente permitido a partir de abril de 2016, a la mitad de su período de seis años.
La visión de Estados Unidos
Pide elecciones libres y transparentes
El Gobierno de Estados Unidos reiteró que apoya “elecciones libres y transparentes” en los comicios parlamentarios venezolanos, considerados trascendentales para el futuro del país. El Departamento de Estado afirmó que espera que “la voluntad del pueblo venezolano se refleje en los resultados finales”. “Hacemos un llamado al gobierno de Venezuela para proteger a todos los candidatos políticos y hacemos un llamado al Consejo Nacional Electoral para garantizar que esta campaña se lleve a cabo de una manera de fomentar la plena participación de los pueblos de Venezuela”, agregó. Jeb Bush, precandidato presidencial republicano, se metió de lleno en las elecciones y acusó al presidente Barack Obama y a la candidata demócrata Hillary Clinton de “haber consentido a dictadores como Hugo Chavez y Nicolás) Maduro”.
Inquietud de ex presidentes
No hay garantías ni condiciones de equidad
Los ex presidentes de la región invitados como veedores electorales por la oposición respaldó las expresiones del secretario general de la OEA, Luis Almagro, respecto de que no están garantizadas las condiciones de equidad en los comicios legislativos. El documento fue firmado por los ex presidentes de Colombia Andrés Pastrana; de Uruguay Luis Alberto Lacalle; de Panamá Mireya Moscoso; y de Costa Rica Miguel Ángel Rodríguez y Laura Chinchilla. Manifestaron su preocupación por el contexto en el que se realizan la votación: la detención de dirigentes opositores, la inhabilitación de otros, el Estado de excepción en varias regiones por el cierre de la frontera con Colombia, la hegemonía comunicacional oficial y la negativa a la observación internacional imparcial y técnicamente calificada.
Más de 19 millones de electores están habilitados para votar a 111 diputados por nombres y apellidos, 53 por listas de partidos y tres diputados indígenas para el período legislativo entre 2016 y 2021. Serán elecciones en 87 circuitos electorales del país, pero la oposición ha planteado que se trata de una votación con carácter plebiscitario sobre la gestión de gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Aunque las encuestas dan a la oposición como favorita en intención de voto, el oficialismo asegura haber recortado la diferencia en la campaña electoral, en medio de la movilización de la maquinaria “roja” del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela. La alianza opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) denunció el ventajismo del oficialismo, por el abusivo uso durante la campaña de recursos del Estado y el predominio de sus candidatos en los medios oficiales.
Tras una campaña de 15 días, los sectores políticos respetaron la veda de mensajes partidistas que rige desde el viernes y llamaron al pueblo a votar desde temprano y en tranquilidad.
En los últimos 10 años el oficialismo ha mantenido la hegemonía en la Asamblea, desde que en 2005 la oposición boicoteó las elecciones por desconfianza con el órgano electoral, lo que propició una mayoría absoluta de los partidarios del entonces presidente Hugo Chávez en la cámara.
Por primera vez la oposición se presenta a las elecciones con ventaja en la intención del voto, que según las encuestas es superior a 10 puntos.
El secretario ejecutivo de La MUD, Jesús Torrealba, manifestó que el propio pueblo le ha dado a las elecciones un carácter plebiscitario frente a la gestión económica del Gobierno, que ha tenido graves problemas para contener la inflación y normalizar la distribución de bienes de consumo en los mercados ante la prolongada escasez. Son miles los venezolanos descontentos, sin distingo sociales, por una crisis económica expresada en la inflación más alta de América -alrededor del 100% anual-, recesión y escasez de bienes básicos.
Aunque Maduro dijo durante la campaña que si sus candidatos pierden la elección saldrá a la calle a luchar junto al pueblo -que ganarán “como sea”- el viernes aseguró que respetará los resultados, al tiempo que llamó al país a votar masivamente y a esperar los resultados en paz.
Señaló que la campaña electoral para los comicios fue “ejemplar” y que un “incidente mafioso”, en el que murió un dirigente político, se intentó usar para “decir que en Venezuela no hay libertad ni garantías”.
“Yo invito a toda Venezuela desde temprano a colmar los centros electorales, a ejercer su poder, su voluntad absoluta, a elegir diputadas y diputados de la nueva Asamblea Nacional y a esperar los resultados en paz. Llamo a convertir las elecciones en una fiesta de convivencia”, señaló en un acto oficial.
La oposición también llamó a sus partidarios a votar masivamente y en paz, y aseguró que podrán ver en tiempo real el desarrollo de las elecciones y el conteo de los resultados.
Una misión de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) acompañará las elecciones, que se sumarán a los veedores invitados por la oposición, entre ellos, 97 legisladores latinoamericanos. (DPA-Reuters)
Un punto de inflexión
El mundo estará pendiente del resultado
Los ojos del mundo seguirán de cerca estos comicios venezolanos porque, de triunfar la oposición, sería la primera vez que la “revolución” socialista iniciada en 1999 por el fallecido Hugo Chávez, tendría un contrapeso. Pero analistas han ido más allá, al asegurar que un triunfo opositor marcaría un punto de inflexión que podría abrir un nuevo balance de fuerzas con una oposición vigorizada. “Mucho dependerá de si la oposición puede obtener una mayoría calificada, lo que también le permitiría modificar leyes orgánicas”, sostuvo la firma Eurasia en una nota a clientes. Algunos hasta creen que, de ganar por un amplio margen, una oposición envalentonada apostaría por un referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro, constitucionalmente permitido a partir de abril de 2016, a la mitad de su período de seis años.
La visión de Estados Unidos
Pide elecciones libres y transparentes
El Gobierno de Estados Unidos reiteró que apoya “elecciones libres y transparentes” en los comicios parlamentarios venezolanos, considerados trascendentales para el futuro del país. El Departamento de Estado afirmó que espera que “la voluntad del pueblo venezolano se refleje en los resultados finales”. “Hacemos un llamado al gobierno de Venezuela para proteger a todos los candidatos políticos y hacemos un llamado al Consejo Nacional Electoral para garantizar que esta campaña se lleve a cabo de una manera de fomentar la plena participación de los pueblos de Venezuela”, agregó. Jeb Bush, precandidato presidencial republicano, se metió de lleno en las elecciones y acusó al presidente Barack Obama y a la candidata demócrata Hillary Clinton de “haber consentido a dictadores como Hugo Chavez y Nicolás) Maduro”.
Inquietud de ex presidentes
No hay garantías ni condiciones de equidad
Los ex presidentes de la región invitados como veedores electorales por la oposición respaldó las expresiones del secretario general de la OEA, Luis Almagro, respecto de que no están garantizadas las condiciones de equidad en los comicios legislativos. El documento fue firmado por los ex presidentes de Colombia Andrés Pastrana; de Uruguay Luis Alberto Lacalle; de Panamá Mireya Moscoso; y de Costa Rica Miguel Ángel Rodríguez y Laura Chinchilla. Manifestaron su preocupación por el contexto en el que se realizan la votación: la detención de dirigentes opositores, la inhabilitación de otros, el Estado de excepción en varias regiones por el cierre de la frontera con Colombia, la hegemonía comunicacional oficial y la negativa a la observación internacional imparcial y técnicamente calificada.