19 Diciembre 2015
“En Maizar vemos con gran optimismo la eliminación de los derechos de exportación a todos los productos de la cadena, así como las trabas a las exportaciones. Será fundamental para lograr la expansión de los cultivos de maíz y sorgo y la generación de valor agregado y riqueza en el interior del país. Esto se traducirá en mayor empleo genuino y en un importante ingreso de divisas al país generadas por las exportaciones de maíz, sorgo y productos de su cadena de valor”, expresó la organización en un documento.
En 2007, Maizar presentó sus cuatro consensos, acordados por todos los eslabones de la cadena. En éstos se acordó trabajar para la eliminación total de las trabas y de los impuestos o retenciones a las exportaciones de todos los productos de esta cadena de valor.
Luego de tantos años de trabajo sobre estos temas, “finalmente son eliminadas estas políticas que tanto daño le han hecho a nuestro país”, consignó Maizar, al “no permitir que las producciones de decenas de bienes alcancen su potencial y manteniendo a mucha gente con vocación de trabajo y progreso en el desempleo y la marginación”.
Este horizonte despejado nos permite comenzar a trabajar en las ideas centrales por las cuales se fundó nuestra asociación: la construcción de cadenas y redes de valor muy competitivas, con una fuerte inserción en el interior nacional y proyectadas al mundo.
Las exportaciones son fundamentales para el desarrollo de los países”, opinó Maizar. Esto queda demostrado al analizar las estrategias de desarrollo de los países que prosperaron desde la II Guerra Mundial, “potenciaron, con valor agregado, las exportaciones de todos sus productos competitivos”.
La cadena del maíz y del sorgo es uno de nuestros principales complejos exportadores. Si Argentina comprende que su desarrollo económico y social debe asentarse sobre las exportaciones, deberá trabajar con el sector público y privado para desarrollar nuevos mercados internacionales. Un ejemplo es lo realizado en la última COP 21 (Acuerdo Mundial sobre Cambio Climático), cuando con varias instituciones trabajamos con los negociadores que representaron a nuestro país, a quienes felicitamos por haber logrado defender la capacidad productiva de nuestras cadenas de valor frente a una situación de extrema complejidad.
En 2007, Maizar presentó sus cuatro consensos, acordados por todos los eslabones de la cadena. En éstos se acordó trabajar para la eliminación total de las trabas y de los impuestos o retenciones a las exportaciones de todos los productos de esta cadena de valor.
Luego de tantos años de trabajo sobre estos temas, “finalmente son eliminadas estas políticas que tanto daño le han hecho a nuestro país”, consignó Maizar, al “no permitir que las producciones de decenas de bienes alcancen su potencial y manteniendo a mucha gente con vocación de trabajo y progreso en el desempleo y la marginación”.
Este horizonte despejado nos permite comenzar a trabajar en las ideas centrales por las cuales se fundó nuestra asociación: la construcción de cadenas y redes de valor muy competitivas, con una fuerte inserción en el interior nacional y proyectadas al mundo.
Las exportaciones son fundamentales para el desarrollo de los países”, opinó Maizar. Esto queda demostrado al analizar las estrategias de desarrollo de los países que prosperaron desde la II Guerra Mundial, “potenciaron, con valor agregado, las exportaciones de todos sus productos competitivos”.
La cadena del maíz y del sorgo es uno de nuestros principales complejos exportadores. Si Argentina comprende que su desarrollo económico y social debe asentarse sobre las exportaciones, deberá trabajar con el sector público y privado para desarrollar nuevos mercados internacionales. Un ejemplo es lo realizado en la última COP 21 (Acuerdo Mundial sobre Cambio Climático), cuando con varias instituciones trabajamos con los negociadores que representaron a nuestro país, a quienes felicitamos por haber logrado defender la capacidad productiva de nuestras cadenas de valor frente a una situación de extrema complejidad.
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