08 Enero 2016
TODO TERRENO. "La Gloriosa", nombre con el que Villagra se refiere a su Iveco, ha respondido bien tanto a los suelos blandos y húmedos de Argentina como a en los caminos polvorientos y rocosos de Bolivia. Su próximo objetivo es ganar una etapa. PRENSA FEDERICO VILLAGRA
Federico Villagra está completando la “intromisión” argentina en la única categoría dakariana que faltaba: la de Camiones. Allí donde los rusos y los holandeses mandan con puño de hierro, hoy hay un cordobés en la cima. Sí, de forma provisional y con apenas cinco segundos de ventaja sobre Peter Versluis, pero líder al fin y al cabo.
“Es lindo ver a ‘La Gloriosa’ ahí”, reconoció el “El Coyote”, refiriéndose a su imponente Iveco, con el que marcó el tercer mejor tiempo en el especial que marcó la salida del territorio argentino y el ingreso al boliviano, cubriendo los 327 kilómetros de tramo cronometrado en 4h 4’35”. Villagra fue superado sólo por el ruso Eduard Nikolaev (Kamaz), que marcó cuatro horas exactas, y por el checo Martin Kolomy, que a bordo de su Tatra registró cuatro horas y dos minutos.
“No me incomoda no ganar una etapa. Lo importante es estar siempre ahí entre los cuatro primeros”, opinó el cordobés, en declaraciones a una radio de Bolivia.
Navegado por Jorge Pérez Companc y Andrés Memi, Villagra pudo encaramarse a la cima de la general gracias a que Versluis, Hans Stacey y Gerard de Rooy no estuvieron tan veloces como en las etapas anteriores. El trío de holandeses llegó entre seis y siete minutos más tarde que Nikolaev, que pretende recuperar terreno para aspirar al trono que ganó en 2013, y que le valió ser señalado como el sucesor de su compatriota Vladimir Chagin.
De menor a mayor
Villagra, multicampeón del Rally Argentino, tuvo un comienzo un tanto complicado, estableciendo un séptimo y luego un octavo lugar en los primeros way points. Fue una etapa difícil, tal vez la más complicada hasta el momento, que conjugó caminos de cornisas, pisos secos y por momentos mojados por lluvias intermitentes y la clásica altura que afectó sensiblemente la performance de los motores y a su vez a las tripulaciones. Los protagonistas sufrieron en más de un caso mareos y dolores de cabeza.
En esas condiciones, “Coyote” llevó a cabo una tarea que fue de menor a mayor, logrando recuperar tiempo a medida que evolucionaba la prueba. “Nos encontramos en esta última parte de la etapa maratón con caminos muy francos pero difíciles, con sectores abiertos y algunos descensos, en uno de los cuales nos quedamos sin frenos, lo que nos complicó a lo largo de muchos kilómetros. Inclusive un Kamaz nos superó y perdimos allí un valioso tiempo”, relató Villagra. Este es su tercer Dakar, aunque el primero en la categoría de los “gigantes” (los dos anteriores los corrió en Autos, con un Mini primero y luego con una Ford Ranger).
“Salvo el tema de los frenos, no hemos tenido ningún otro problema con el Iveco. Pudimos revisar todo antes de entrar al parque cerrado en Jujuy, sabiendo que en esta etapa maratón debíamos principalmente no cometer ningún error y encontrar un buen ritmo de carrera”, concluyó el, por ahora, mejor “camionero”.
“Es lindo ver a ‘La Gloriosa’ ahí”, reconoció el “El Coyote”, refiriéndose a su imponente Iveco, con el que marcó el tercer mejor tiempo en el especial que marcó la salida del territorio argentino y el ingreso al boliviano, cubriendo los 327 kilómetros de tramo cronometrado en 4h 4’35”. Villagra fue superado sólo por el ruso Eduard Nikolaev (Kamaz), que marcó cuatro horas exactas, y por el checo Martin Kolomy, que a bordo de su Tatra registró cuatro horas y dos minutos.
“No me incomoda no ganar una etapa. Lo importante es estar siempre ahí entre los cuatro primeros”, opinó el cordobés, en declaraciones a una radio de Bolivia.
Navegado por Jorge Pérez Companc y Andrés Memi, Villagra pudo encaramarse a la cima de la general gracias a que Versluis, Hans Stacey y Gerard de Rooy no estuvieron tan veloces como en las etapas anteriores. El trío de holandeses llegó entre seis y siete minutos más tarde que Nikolaev, que pretende recuperar terreno para aspirar al trono que ganó en 2013, y que le valió ser señalado como el sucesor de su compatriota Vladimir Chagin.
De menor a mayor
Villagra, multicampeón del Rally Argentino, tuvo un comienzo un tanto complicado, estableciendo un séptimo y luego un octavo lugar en los primeros way points. Fue una etapa difícil, tal vez la más complicada hasta el momento, que conjugó caminos de cornisas, pisos secos y por momentos mojados por lluvias intermitentes y la clásica altura que afectó sensiblemente la performance de los motores y a su vez a las tripulaciones. Los protagonistas sufrieron en más de un caso mareos y dolores de cabeza.
En esas condiciones, “Coyote” llevó a cabo una tarea que fue de menor a mayor, logrando recuperar tiempo a medida que evolucionaba la prueba. “Nos encontramos en esta última parte de la etapa maratón con caminos muy francos pero difíciles, con sectores abiertos y algunos descensos, en uno de los cuales nos quedamos sin frenos, lo que nos complicó a lo largo de muchos kilómetros. Inclusive un Kamaz nos superó y perdimos allí un valioso tiempo”, relató Villagra. Este es su tercer Dakar, aunque el primero en la categoría de los “gigantes” (los dos anteriores los corrió en Autos, con un Mini primero y luego con una Ford Ranger).
“Salvo el tema de los frenos, no hemos tenido ningún otro problema con el Iveco. Pudimos revisar todo antes de entrar al parque cerrado en Jujuy, sabiendo que en esta etapa maratón debíamos principalmente no cometer ningún error y encontrar un buen ritmo de carrera”, concluyó el, por ahora, mejor “camionero”.