21 Marzo 2016
SOMBRAS. Tevez y Osvaldo, que volvió a jugar tras una lesión, no aportaron nada. dyn
BUENOS AIRES.- Menos de un minutos duró lo que a priori debía ser un partido parejo entre dos rivales que buscan hacerse del título en el torneo. Hubo un amplio ganador, el que venía siendo líder de la Zona 2, Lanús. Y hubo, claro, un gran derrotado, Boca, el que vive a los saltos sin encontrarse dentro de una cancha y dando señales de que el grupo está quebrado, al menos desde lo mental.
Lo de ayer fue una muestra de que el “Xeneize” necesita una lobotomía futbolística. No se entiende cómo Lanús pasó a ganar 2-0 en apenas 3 minutos de match. Bah, sí se entiende. Boca es un oasis de oportunidades. Es un Rey Mago que aún no terminó su labor, aún cuando enero pasó hace rato.
Las fallas defensivas no nacen únicamente de la última línea. Nacen desde arriba y culminan abajo, por supuesto. Lautaro Acosta dio señales de ello. Fue quien cerró una de esas tantas acciones que parecen insólitas. Sin apuro, Lanús llegó hasta la puerta del área grande del visitante. José Sand abrió hacia “Laucha”, que buscó tirar un pase que Fernando Tobio bloqueó. La pelota volvió a caerle a sus pies. ¿Qué hizo Acosta? Buscó el arco. Flojo Agustín Orión (estaba algo tapado) para cubrir su palo. Flojo Boca en no asfixiar al delantero. Y después de sacar del medio, Boca volvió a perder la pelota y a sacarla de adentro del arco de Orión. Córner a media altura, desvío, nadie rechaza y Sand convierte. Un horror la flaqueza del “Xeneize”.
Con 87’ por delante Lanús hizo su negocio. Minó el medio de gente y clausuró los intentos de Carlos Tevez de llegar a su área con pelota dominada. Flojo el “Apache”, flojo Daniel Osvaldo, un espejismo en ofensiva. Ni hablar de los volantes. Fernando Gago fue zona de paso, y Pablo Pérez, entre otros, ni estorbó. Guillermo tiene mucho trabajo por delante.
Mientras tanto, su ex club festeja. Es líder absoluto y aventaja por tres puntos a Estudiantes y a Atlético, sus escoltas.
Lo de ayer fue una muestra de que el “Xeneize” necesita una lobotomía futbolística. No se entiende cómo Lanús pasó a ganar 2-0 en apenas 3 minutos de match. Bah, sí se entiende. Boca es un oasis de oportunidades. Es un Rey Mago que aún no terminó su labor, aún cuando enero pasó hace rato.
Las fallas defensivas no nacen únicamente de la última línea. Nacen desde arriba y culminan abajo, por supuesto. Lautaro Acosta dio señales de ello. Fue quien cerró una de esas tantas acciones que parecen insólitas. Sin apuro, Lanús llegó hasta la puerta del área grande del visitante. José Sand abrió hacia “Laucha”, que buscó tirar un pase que Fernando Tobio bloqueó. La pelota volvió a caerle a sus pies. ¿Qué hizo Acosta? Buscó el arco. Flojo Agustín Orión (estaba algo tapado) para cubrir su palo. Flojo Boca en no asfixiar al delantero. Y después de sacar del medio, Boca volvió a perder la pelota y a sacarla de adentro del arco de Orión. Córner a media altura, desvío, nadie rechaza y Sand convierte. Un horror la flaqueza del “Xeneize”.
Con 87’ por delante Lanús hizo su negocio. Minó el medio de gente y clausuró los intentos de Carlos Tevez de llegar a su área con pelota dominada. Flojo el “Apache”, flojo Daniel Osvaldo, un espejismo en ofensiva. Ni hablar de los volantes. Fernando Gago fue zona de paso, y Pablo Pérez, entre otros, ni estorbó. Guillermo tiene mucho trabajo por delante.
Mientras tanto, su ex club festeja. Es líder absoluto y aventaja por tres puntos a Estudiantes y a Atlético, sus escoltas.