31 Marzo 2016
BRASILIA.- Los partidos de izquierda y movimientos sociales marcharán hoy en las principales ciudades de Brasil para protestar contra el proceso de juicio político contra la presidenta, Dilma Rousseff, en una jornada en la que se recuerdan 52 años del golpe militar que el 31 de marzo de 1964 instaló una dictadura militar hasta 1985. El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que libra una batalla en la máxima corte para poder asumir como jefe de ministros, será el principal orador de la manifestación que se realizará en Brasilia, informó la Central Única de Trabajadores (CUT).
Rousseff afirmó, en este sentido, que es blanco de un “proceso golpista” y consideró sin base legal el juicio político que se le sigue en la Cámara de Diputados, donde ayer los juristas que la acusan de violar la Ley de Responsabilidad Fiscal defendieron sus argumentos.
“Vamos a movilizarnos contra el golpe. La democracia será defendida por el pueblo trabajador, el pueblo de las periferias de este país”, le dijo a Rousseff en el Palacio del Planalto Guilherme Boulos, el líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), otros de los organizadores.
La convocatoria del Partido de los Trabajadores (en el Gobierno) y sus aliados de izquierda como el Partido Comunista do Brasil (PCdoB) coincide con el aniversario del golpe militar que derrocó al presidente electo Joao Goulart.
“Un golpe está en marcha”, dijo el presidente del PT, Rui Falcao, quien convocó a las manifestaciones de hoy para “defender el mandato de la Dilma y cambios en la política económica, además de dialogar con los legisladores para convencerlos de no votar en contra de Brasil”, en el juicio político (impeachment) que se le sigue a la jefa del Estado.
La salida del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB) de la alianza oficialista en Brasil, ofrece la oportunidad de “relanzamiento de un nuevo gobierno” de la Presidenta, afirmó el ministro Jacques Wagner, jefe de asesores de la mandataria. “Recibimos con naturalidad la decisión del PMDB. Ahora, esto le da una excelente oportunidad para relanzar el gobierno”, dijo Wagner.
En contra de la decisión de su partido, cinco ministros integrantes del gobierno de Dilma mantienen fidelidad a la mandataria.
El PMDB del vicepresidente, Michel Temer, decidió apoyar el juicio contra la Presidenta y respaldar hasta 2018 una gestión del número dos del Poder Ejecutivo, que se ha pasado a la oposición y según el Partido de los Trabajadores se sumó al “golpismo” para derrocar a la jefa de Estado.
Dentro del PT la salida del PMDB para tornar a Temer presidente es vista como un “golpe” ejecutado por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, procesado por corrupción y sobornos en Petrobras. “Esta conspiración tiene la bendición de una oposición que, derrotada en cuatro elecciones presidenciales consecutivas, quiere entrar por la ventana al Palacio del Planalto”, dijo el senador, Humberto Costa, del PT.
Antes del agravamiento de la crisis política, el equipo de la Presidenta llegó a discutir una propuesta para salvar a la mandataria de un posible juicio político. La idea era adelantar las elecciones generales en el país.
El proyecto fue llevado por asesores de Dilma a sus ministros hace cerca de un mes y medio atrás, pero no prosperó y no le fue presentada formalmente a Rousseff. En ese momento, el análisis que algunos defensores de la idea hacían era que la crisis podía empeorar y volver el juicio político un riesgo real; entonces, para evitar la caída, la mandataria presentaría la propuesta de adelantar las elecciones en el ámbito federal, para presidente, diputados y senadores.
El martes, fecha de la ruptura del PMDB con el Gobierno, dos interlocutores de la Presidenta admitieron ante el diario “Folha” que es real que la idea fue discutida, pero que no tuvo consenso. En los últimos días la propuesta volvió a ser ventilada por algunos asesores de la mandataria. (Télam)
Rousseff afirmó, en este sentido, que es blanco de un “proceso golpista” y consideró sin base legal el juicio político que se le sigue en la Cámara de Diputados, donde ayer los juristas que la acusan de violar la Ley de Responsabilidad Fiscal defendieron sus argumentos.
“Vamos a movilizarnos contra el golpe. La democracia será defendida por el pueblo trabajador, el pueblo de las periferias de este país”, le dijo a Rousseff en el Palacio del Planalto Guilherme Boulos, el líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), otros de los organizadores.
La convocatoria del Partido de los Trabajadores (en el Gobierno) y sus aliados de izquierda como el Partido Comunista do Brasil (PCdoB) coincide con el aniversario del golpe militar que derrocó al presidente electo Joao Goulart.
“Un golpe está en marcha”, dijo el presidente del PT, Rui Falcao, quien convocó a las manifestaciones de hoy para “defender el mandato de la Dilma y cambios en la política económica, además de dialogar con los legisladores para convencerlos de no votar en contra de Brasil”, en el juicio político (impeachment) que se le sigue a la jefa del Estado.
La salida del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB) de la alianza oficialista en Brasil, ofrece la oportunidad de “relanzamiento de un nuevo gobierno” de la Presidenta, afirmó el ministro Jacques Wagner, jefe de asesores de la mandataria. “Recibimos con naturalidad la decisión del PMDB. Ahora, esto le da una excelente oportunidad para relanzar el gobierno”, dijo Wagner.
En contra de la decisión de su partido, cinco ministros integrantes del gobierno de Dilma mantienen fidelidad a la mandataria.
El PMDB del vicepresidente, Michel Temer, decidió apoyar el juicio contra la Presidenta y respaldar hasta 2018 una gestión del número dos del Poder Ejecutivo, que se ha pasado a la oposición y según el Partido de los Trabajadores se sumó al “golpismo” para derrocar a la jefa de Estado.
Dentro del PT la salida del PMDB para tornar a Temer presidente es vista como un “golpe” ejecutado por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, procesado por corrupción y sobornos en Petrobras. “Esta conspiración tiene la bendición de una oposición que, derrotada en cuatro elecciones presidenciales consecutivas, quiere entrar por la ventana al Palacio del Planalto”, dijo el senador, Humberto Costa, del PT.
Antes del agravamiento de la crisis política, el equipo de la Presidenta llegó a discutir una propuesta para salvar a la mandataria de un posible juicio político. La idea era adelantar las elecciones generales en el país.
El proyecto fue llevado por asesores de Dilma a sus ministros hace cerca de un mes y medio atrás, pero no prosperó y no le fue presentada formalmente a Rousseff. En ese momento, el análisis que algunos defensores de la idea hacían era que la crisis podía empeorar y volver el juicio político un riesgo real; entonces, para evitar la caída, la mandataria presentaría la propuesta de adelantar las elecciones en el ámbito federal, para presidente, diputados y senadores.
El martes, fecha de la ruptura del PMDB con el Gobierno, dos interlocutores de la Presidenta admitieron ante el diario “Folha” que es real que la idea fue discutida, pero que no tuvo consenso. En los últimos días la propuesta volvió a ser ventilada por algunos asesores de la mandataria. (Télam)
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