La corrupción persigue al gobierno de Temer, como sucedió con Dilma

Al menos tres de los 23 nuevos ministros son investigados en el marco de la operación Lava Jato, de la Policía Federal, que reveló la trama de corrupción operada en el ente estatal Petrobras. El “eje bolivariano” cuestiona el proceso de destitución de Rousseff y las políticas que instrumenta Temer.

 CUESTIONADO. Temer recibe críticas de países de izquierda de la región. foto de reuters CUESTIONADO. Temer recibe críticas de países de izquierda de la región. foto de reuters
15 Mayo 2016

Ana María Pomi | Agencia DPA

BRASILIA- El Gobierno de Michel Temer, presidente en ejercicio de Brasil, arrancó el jueves bajo la misma sombra de corrupción con la que fue suspendida por seis meses Dilma Rousseff. Al menos tres de los 23 nuevos ministros son investigados en el marco de la operación Lava Jato de la Policía Federal que reveló la trama de corrupción que operó en el ente estatal Petrobras. Dos de ellos integran el “núcleo duro” del Gobierno: Romero Jucá, titular de Planificación, y Geddel Vieira Lima, de la Secretaría del Gobierno. El tercero es el ministro de Turismo, Henrique Eduardo Alves. Los tres son correligionarios de Temer en el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). El propio presidente interino fue mencionado como eventual beneficiario de los fraudes por parte de un implicado en la trama ilegal que colabora con los investigadores, y su nombre también figura como vinculado a las acciones en documentos confiscados. Por esas razones, la Fiscalía General evalúa si pedirá o no que Temer sea investigado formalmente en el caso. Según el portal de investigación periodística “Congresso em Foco”, otros tres ministros que asumieron responden a procesos de investigación en el Supremo: el titular de Ciencia y Tecnología, Gilberto Kassab, de Transportes, Maurício Quintella Lessa, y de Salud, Ricardo Barros.

Por su parte el “primer ministro” de Temer, Eliseu Padilha, jefe de Gabinete, fue mencionado como partícipe de los fraudes en Petrobras por el ex senador Delcídio do Amaral, destituido la semana pasada tras ser arrestado. El ex senador es acusado de intentar obstruir investigaciones del caso Petrobras.

La situación del suspendido Gobierno de Rousseff no está más limpia en lo que refiere a problemas con la Justicia.

De hecho, Amaral fue integrante del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff y era líder del Gobierno en el Senado cuando fue arrestado, en diciembre. Amaral fue grabado intentando sobornar a un ex director de Petrobras que está detenido, para que no firmara un acuerdo de colaboración con los agentes de la Lava Jato. Tras ser detenido, Amaral firmó él mismo un acuerdo de ese tenor, en el marco del cual realizó la acusación más grave que existe contra la suspendida presidenta. Dijo que tanto ella como el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva estaban al tanto de los desmanes en Petrobras y que ambos actuaron para intentar frenar u obstaculizar las investigaciones. Sobre la presidenta dijo que nombró a un miembro del Supremo Tribunal de Justicia -la segunda principal corte judicial, después de la Corte- que se habría comprometido a votar a favor de la liberación de empresarios presos por sus implicancias con el caso Petrobras. Respecto de Lula, dijo que intentó comprar el silencio del ex director de Petrobras a través del hijo del funcionario -ocasión en la que fue grabado y luego arrestado- por orden del ex mandatario, quien quería proteger a un amigo suyo, que también está preso.

Asimismo, varios ministros de Rousseff que el jueves fueron despedidos a instancias de la suspensión del Gobierno están siendo investigados por sus presuntos nexos con la red ilegal en Petrobras. Entre otros, están en esa situación integrantes del más alto escalafón del Gobierno de Rousseff, como sus ex jefes de Gabinete Aloizio Mercadante y Jaques Wagner; el ex titular de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, Edinho Silva; el ex ministro de Gobierno, Ricardo Berzoini; y el ex abogado general de la República, José Cardozo.

El propio Lula tiene en suspenso una denuncia penal y un pedido de arresto preventivo, bajo sospecha de haberse beneficiado con la trama en Petrobras. Rousseff llegó a nombrarlo jefe de Gabinete, pero su nombramiento fue suspendido por la Justicia, bajo sospecha de que fue una maniobra para conferirle el privilegio de los fueros.

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Acusaciones por “conspiración y golpismo”

BRASILIA.- Integrantes del Gobierno del presidente en ejercicio de Brasil, Michel Temer, encontraron mensajes anónimos ocultos detrás de los cuadros con el retrato de la suspendida mandataria Dilma Rousseff, informó ayer el diario “O Estado de Sao Paulo”. “Conspiradores y golpistas, la Historia no los absolverá”, rezan los carteles hallados en la parte posterior de los cuadros con el rostro de Rousseff que adornaban los despachos del Palacio del Planalto, sede de la Presidencia en Brasilia. Rousseff fue suspendida el jueves por el Senado, por 180 días, durante los cuales será juzgada. En ese lapso estará al frente del Gobierno el vicepresidente Temer. Se la acusa de haber manipulado resultados contables y abrir líneas de crédito extraordinarias sin pedir autorización al Congreso, maniobras que violan la Ley de Responsabilidad Fiscal. (DPA)

En Brasil, Rechazan comentarios de países vecinos de izquierda

RÍO DE JANEIRO.- El Gobierno interino de Brasil rechazó las críticas de países de izquierda en América Latina, incluyendo a Venezuela, Cuba y Bolivia, por el proceso de impugnación a Dilma Rousseff, que fue suspendida de su cargo de presidenta por el Senado.

En un comunicado emitido el viernes por la tarde, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil dijo que rechaza enfáticamente que sus vecinos se permitan opinar y propagar falsedades sobre un proceso político interno en Brasil.

En otra declaración, el ministerio, encabezado por José Serra, un prominente ex senador y candidato presidencial, criticó al jefe del bloque regional sudamericano Unasur. El secretario general de la entidad, Ernesto Samper, había cuestionado la validez de la suspensión de Rousseff. (Reuters)

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