Sánchez fue clave en el triunfo de Los Pumas y el público se lo hizo saber

El tucumano recibió el cariño del público cada vez que la ovalada llegó a sus manos.

PODEROSO EL CHIQUITÍN. Sánchez intenta sacarse de encima al wing de Francia Xavier Gignot, de lo mejor en el seleccionado galo, así como el 10 en Los Pumas. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso PODEROSO EL CHIQUITÍN. Sánchez intenta sacarse de encima al wing de Francia Xavier Gignot, de lo mejor en el seleccionado galo, así como el 10 en Los Pumas. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
20 Junio 2016

Leo Noli - LG Deportiva

El prólogo de una noche mágica fue ese aliento constante cada vez que la guinda le llegó a sus manos. Nicolás Sánchez, el amo y señor del Monumental anoche, por juego, acierto y puntos anotados para Los Pumas, se movió en el living de una cancha a la que fue como hincha y en la que desde la tela olímpica gritó algunas vez los goles de su Atlético.

Los roles estuvieron invertidos ayer. No hubo pelota, sí guinda y él la amasó como quiso, cuando de romper la hache con sus patadas se trató el asunto. El público, el hincha que fue con banderitas, el que se pintó la cara, el que llevó la camiseta debajo de la campera y soñó con ser el 10 argentino, agradecido.

Sánchez estuvo en su salsa, y también dentro de ella, porque como él mismo lo dijo después, con la cabeza fría y recién bañado, los tackles a destiempo que le regalaron los franceses son parte del juego, nada más. “Se ganó un partido muy duro. Francia es un equipo con jugadores de primer nivel”, devolvió gentilezas al derrotado el apertura, dueño, claro, del aplausómetro. “Estoy contento de haber ganado”, respondió a la prensa en la zona mixta, justo antes de que se le consultara cuán local se sentía en 25 de Mayo y Chile.

“Es por otra de las cosas por la que estoy contento. Es especial para mí jugar acá”, aceptó “Cachorro”, hablando por el escenario y por encontrarse en Tucumán. “Es el día del padre. Aparte están mis amigos, mi familia”, estiró su sonrisa como quien intenta correr los 100 metros llanos en menos de nueve segundos.

Sánchez era la fotosíntesis de la felicidad, y su gracias totales fue dirigido, además de a sus seres queridos, para el hincha desconocido, al NN.

“Desde el momento que llegamos la gente nos dio su cariño y apoyo”, eso, en Sánchez no tiene precio, como tampoco lo tuvieron sus 15 puntos marcados, envueltos en el combo perfecto y disfrazados como regalo a papá Sánchez. “Imagino que estará contento. En un rato lo voy a ver”. Otra sonrisa.

“Nico” cortó en dos el partido con Francia. Marcó con flúo al segundo tiempo. “Sabíamos que ellos iban a salir a matar o morir, y durante los 10 primeros minutos nos tocó únicamente defender, pero por suerte después, sobre el final del partido, pudimos definirlo a nuestro favor”.

¿Hubo algún aspecto que no conformó al 10? Sí, claro. “Hicimos muchos penales, muchos evitables; les dimos mucha vida a ellos. No se pueden hacer siete penales en un tiempo. En este nivel se paga”, sostuvo el dueño de la derecha mágica de Los Pumas, uno de los pocos rugbiers que involucró este buen triunfo con lo hecho durante 2016 (en Jaguares). “Sufrimos resultados adversos durante todo el año, entonces cuando te toca ganar hay que disfrutar”, palabras de Nicolás Sánchez, del dueño de un Monumental cuyo público se rindió a sus pies.

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