23 Junio 2016
BUENA ONDA. Diego Cagna habla con Esteban Goicoechea, mientras Alexis Ferrero toma mate, luego de finalizar la sesión de ayer en el estadio de La Ciudadela. En San Martín reina el optimismo. la gaceta / foto de héctor peralta
Otra vez el destino volvió a juntarlos para una cruzada especial, con la que desean devolverle la alegría a media provincia. Una vez más luchan a brazo partido por lograr un objetivo en común. Diego Cagna -como DT- y Alexis Ferrero -siendo pieza inamovible de la defensa- aspiran a lograr el ascenso con San Martín.
Hace casi 9 años, ambos fueron partícipes, cumpliendo las mismas funciones que hoy, del ascenso a Primera con Tigre. El 25 de junio de 2007, el “Matador” derrotaba a Nueva Chicago en el partido de vuelta de la Promoción por 2-1. De esa forma, el equipo dirigido por el “Flaco” y apuntalado desde el fondo por Alexis lograba llegar a la máxima categoría luego de cerrar la serie con un global de 3-1.
Hoy, también luego de triunfar 1-0 en la ida -pero de la final del Federal A, contra Unión Aconquija- el capitán de un San Martín sediento de éxitos espera alcanzar el máximo objetivo que tienen en La Ciudadela por estas horas.
“Estamos a 90 minutos de conseguir lo que vinimos a buscar”, le explica Ferrero a LG Deportiva, recordando también aquel logró junto a Tigre. “Ese fue mi primer ascenso. El segundo lo logré con Huracán, frente a Atlético, en aquel 4-1 en Mendoza”, dice y se enfoca en Cagna, el DT que aquella vez, al igual que en esta ocasión con el “Santo”, tomó un equipo que no había formado y lo fue modelando hasta lograr lo que pretendía. “Si hay una palabra que define a Diego es simpleza. Es una persona tranquila, un entrenador que tiene conceptos claros. Eso al jugador le llega mucho”.
Ferrero llegó a San Martín tras dos años de inactividad y las dudas entorno a su nivel saltaron rápido al tapete. Peroagachó la cabeza, trabajó día y noche y los frutos comenzaron a aparecer. El defensor jugó los 19 partidos del Federal A. Es el capitán, figura en varios partidos y demostró que aún le queda hilo en carretel.
“Cuando salió la propuesta para venir a San Martín, con mi familia pensamos que era la chance para redimirme tras dos años en los que las lesiones me habían alejado de las canchas. Hoy, puedo decir que no me equivoqué. Me siento muy bien y el equipo está cerca de alcanzar la meta que nos trazamos antes de arrancar la temporada”, asegura el central que si bien se enfoca únicamente en el duelo del domingo contra los “Estancieros”, de reojo mira un poco más allá. “Sería hermoso repetir lo de Tigre, donde en dos años llegamos a Primera. Pero hay que ir paso a paso. Primero tenemos que jugar a muerte el duelo revancha, que no será nada fácil. Después veremos”.
El buen momento de San Martín en los últimos meses y el resultado de la ida, ilusionan al central oriundo de Calchaquí, Santa Fe. “Este es el momento de dar el salto. El equipo viene bien, a pesar de que tuvo algunos altibajos propios de un grupo nuevo. Estamos firmes”, jura Alexis, que ruega poder vivir un ascenso junto a San Martín.
“Ojalá podamos lograrlo. La gente que mueve este club es increíble; quiero vivir un momento así para poder contarlo”, concluye Ferrero, el hombre de la vida de película que sólo pide ponerle el broche de oro a una carrera en la que sufrió mucho, pero en la que las grandes alegrías también estuvieron a la orden del día.
Hace casi 9 años, ambos fueron partícipes, cumpliendo las mismas funciones que hoy, del ascenso a Primera con Tigre. El 25 de junio de 2007, el “Matador” derrotaba a Nueva Chicago en el partido de vuelta de la Promoción por 2-1. De esa forma, el equipo dirigido por el “Flaco” y apuntalado desde el fondo por Alexis lograba llegar a la máxima categoría luego de cerrar la serie con un global de 3-1.
Hoy, también luego de triunfar 1-0 en la ida -pero de la final del Federal A, contra Unión Aconquija- el capitán de un San Martín sediento de éxitos espera alcanzar el máximo objetivo que tienen en La Ciudadela por estas horas.
“Estamos a 90 minutos de conseguir lo que vinimos a buscar”, le explica Ferrero a LG Deportiva, recordando también aquel logró junto a Tigre. “Ese fue mi primer ascenso. El segundo lo logré con Huracán, frente a Atlético, en aquel 4-1 en Mendoza”, dice y se enfoca en Cagna, el DT que aquella vez, al igual que en esta ocasión con el “Santo”, tomó un equipo que no había formado y lo fue modelando hasta lograr lo que pretendía. “Si hay una palabra que define a Diego es simpleza. Es una persona tranquila, un entrenador que tiene conceptos claros. Eso al jugador le llega mucho”.
Ferrero llegó a San Martín tras dos años de inactividad y las dudas entorno a su nivel saltaron rápido al tapete. Peroagachó la cabeza, trabajó día y noche y los frutos comenzaron a aparecer. El defensor jugó los 19 partidos del Federal A. Es el capitán, figura en varios partidos y demostró que aún le queda hilo en carretel.
“Cuando salió la propuesta para venir a San Martín, con mi familia pensamos que era la chance para redimirme tras dos años en los que las lesiones me habían alejado de las canchas. Hoy, puedo decir que no me equivoqué. Me siento muy bien y el equipo está cerca de alcanzar la meta que nos trazamos antes de arrancar la temporada”, asegura el central que si bien se enfoca únicamente en el duelo del domingo contra los “Estancieros”, de reojo mira un poco más allá. “Sería hermoso repetir lo de Tigre, donde en dos años llegamos a Primera. Pero hay que ir paso a paso. Primero tenemos que jugar a muerte el duelo revancha, que no será nada fácil. Después veremos”.
El buen momento de San Martín en los últimos meses y el resultado de la ida, ilusionan al central oriundo de Calchaquí, Santa Fe. “Este es el momento de dar el salto. El equipo viene bien, a pesar de que tuvo algunos altibajos propios de un grupo nuevo. Estamos firmes”, jura Alexis, que ruega poder vivir un ascenso junto a San Martín.
“Ojalá podamos lograrlo. La gente que mueve este club es increíble; quiero vivir un momento así para poder contarlo”, concluye Ferrero, el hombre de la vida de película que sólo pide ponerle el broche de oro a una carrera en la que sufrió mucho, pero en la que las grandes alegrías también estuvieron a la orden del día.
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