El HLB puso en alerta al sector citrícola

La aparición de focos de HLB en la provincia de Misiones movilizó a los funcionarios del Senasa para intensificar aun mas sus tareas de control dentro del Programa Nacional de Prevención del HLB, en procura de eliminar los casos de plantas positivas en las fincas misioneras para cumplir con el plan de contingencia, evitando de esa manera su posible diseminación a otras fincas vecinas.

A raíz del peligro que representa la enfermedad para toda la citricultura nacional, especialmente para la tucumana, de la cual depende mucho la economía provincial, puso en guardia a todos los estamentos del Estado nacional y local, juntamente con los sectores productivos, a trabajar mancomunadamente para cumplir con la normativa vigente y con la necesidad de adecuarla a las actuales circunstancias.

Por ello, en estos días, el Senasa como cabeza, con el acompañamiento de la Secretaria de Asuntos Agrarios de Tucumán, la Justicia Federal, Afinoa (Asociación Fitosanitaria del NOA) y las fuerzas de seguridad (Policía Federal) realizaron procedimientos en nuestra provincia para cumplir con las normas vigentes, como por ejemplo decomiso y destrucción de frutas y plantas -el miércoles se allanó y destruyeron 6.830 plantas de citrus en un vivero en Yerba Buena- y otros procedimientos menores. Sin duda que la lucha para evitar el desembarco del HLB debe ser permanente y acompañada por el sector productivo, realizando diversas acciones que sirvan para evitar que la enfermedad aparezca.

En este sentido ya se realizaron diversas labores, como el monitoreo de fincas con más de 1 millón de observaciones, más de 15.000 análisis de material sospechoso de la enfermedad que dieron negativo y se colocaron más de 4.000 trampas contra el insecto vector en Tucumán y en el sur de Salta.

El sector productivo tiene mucho que ver en esta lucha sin cuartel a través de Afinoa, ya que por intermedio de esta asociación fitosanitaria se realiza un seguimiento y se verifica el cumplimiento y difusión del Programa y, además, acompaña todas sus acciones con el monitoreo, tanto del insecto como del HLB, en las empresas junto a la Eeaoc y el INTA de Yuto. Financia investigaciones, capacita a productores, realiza campañas de bien público y controla 15 puntos de barrera en los límites de las cuatro provincias de la región. Este trabajo asegura el aislamiento y la sanidad de la región.

Afinoa cuenta, además, con un soporte informático en red para los productores , para así poder dar alerta máxima en el caso de detectarse el insecto vector, y un plan de contingencia para acorralar la prematuramente la enfermedad y evitar que el ingreso de la enfermedad o del vector sea masivo.

Lo principal que deben saber los productores, y todas las personas, es que jamás deben ingresar a la región ni al país plantas, yemas o frutas cítricas que no estén certificadas, ya que puedan traer esta y otras enfermedades, además del insecto vector. Lo mismo con especies ornamentales tales como Murraya paniculata o “Jazmín árabe”, hospedero alternativo de la enfermedad y del insecto vector.

El traslado de vegetales, frutos y plantas cítricas que no cumplan las normativas vigentes es ilegal y frente a una situación irregular, se decomisa y se destruye la mercadería automáticamente. El tratamiento del HLB cuenta con normativas y con una ley. Por eso, es fundamental que los productores se capaciten al respecto en centros de investigación, como son la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres y el INTA. Los productores deben utilizar, para sus plantaciones, plantas nuevas obtenidas en viveros certificados que cumplan con toda la normativa de multiplicación. Debe cuidarse al máximo que el personal de cosecha no ingrese con un cítrico o vegetal a los campos o viveros.

Las medidas no sólo deben ser acatadas por los productores si no por toda la sociedad. Todos somos responsables y podemos evitar el HLB. Se trata de una enfermedad de la globalización, viaja tanto o más que las personas. Es justamente en las viviendas de particulares en donde se encontraron los primeros casos de HLB en los países infectados; luego el insecto vector y la enfermedad llegaron a los campos. Por eso es clave no traficar por ningún medio una planta, fruto o vegetal.

Es por ello fundamental que los viveros ornamentales también cumplan y respeten la legislación.

Cualquier esfuerzo que se haga para evitar la introducción del vector y la enfermedad en Tucumán y en la región es bienvenido, ya que si algún día aparece los estragos serán muy grandes, tanto en la exportación y comercialización de fruta fresca como en su principal fuente de ingresos como son los productos industrializados, ya que la necesidad de proteger a las plantas del vector y de la enfermedad, hará que los niveles de residuos químicos que pudiesen tener aumenten, lo que hará inviable cualquier proceso comercial al respeto.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios