04 Agosto 2016
DESEQUILIBRIO. Leandro Vildoza, conductor del campeón, lleva la pelota. la gaceta / fotos de hector peralta
La misión era divertirse, y vaya si se cumplió. La noche en Caja Popular fue una fiesta. El resultado fue una anécdota, pero bien cabe destacar que el marcador quedó en 87 iguales. Los que ganaron fueron el público y los jugadores, ya que la pasaron en grande y a puro homenaje.
El encuentro entre el seleccionado de Tucumán -bicampeón argentino- y el combinado de los clubes locales fue bien jugado, con mucha rotación. Sobre todo en el último cuarto se lucieron ambos conjuntos para felicidad de la buena cantidad de público que acompañó el encuentro. Las habilidades y los tiros de tres puntos fueron las acciones más festejadas. Tucumán empató en la última pelota, aunque Sebastián Osores, de Alberdi, pudo haber cambiado la historia para el combinado. Antes hubo partidos de minibásquet y luego aparecieron las chicas de Nicolás Avellaneda, que se impusieron a Deportivo Aguilares por 37 a 30. También hubo una murga, con temas que hicieron cantar a la gente, y acróbatas. Luego se entonó el Himno nacional. El presidente de la Federación Tucumana, Rubén Urueña (h), afirmó: “fue muy lindo el hecho de haber reconocido a los bicampeones en su propia casa. Y como un toque distintivo en el combinado cada uno jugó con la camiseta de su club”. Quedó dicho: fue una noche de fiesta para el básquet provincial.
El encuentro entre el seleccionado de Tucumán -bicampeón argentino- y el combinado de los clubes locales fue bien jugado, con mucha rotación. Sobre todo en el último cuarto se lucieron ambos conjuntos para felicidad de la buena cantidad de público que acompañó el encuentro. Las habilidades y los tiros de tres puntos fueron las acciones más festejadas. Tucumán empató en la última pelota, aunque Sebastián Osores, de Alberdi, pudo haber cambiado la historia para el combinado. Antes hubo partidos de minibásquet y luego aparecieron las chicas de Nicolás Avellaneda, que se impusieron a Deportivo Aguilares por 37 a 30. También hubo una murga, con temas que hicieron cantar a la gente, y acróbatas. Luego se entonó el Himno nacional. El presidente de la Federación Tucumana, Rubén Urueña (h), afirmó: “fue muy lindo el hecho de haber reconocido a los bicampeones en su propia casa. Y como un toque distintivo en el combinado cada uno jugó con la camiseta de su club”. Quedó dicho: fue una noche de fiesta para el básquet provincial.
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