16 Agosto 2016
ENVÍOS. Báez pagó a los Kirchner $ 41,7 millones en alquileres y $ 63,3 millones en negocios inmobiliarios. telam
BUENOS AIRES.- El perito forense Alfredo Popritkin, de la fundación Contadores forenses, confirmó ayer que -según un informe de la ONG- Lázaro Báez transfirió en blanco más de $ 100 millones a la familia Kirchner entre 2003 y el año pasado, pero hubo “muchas más transferencias en negro por miles de millones de pesos” que no quedaron registradas.
Así lo confirmó el perito en declaraciones formuladas durante la mañana el feriado a radio Continental, luego de que se conociera una auditoría de la ONG realizada en su rol de ‘amicus curiae’ (amigos del tribunal) en el marco de la causa en la que el empresario santacruceño se encuentra detenido por presunto lavado de dinero, que tramita en el juzgado encabezado por el magistrado Sebastián Casanello.
Según precisó Popritkin, además de las transferencias por $ 100 millones, hubo “muchas más transferencias en negro por miles de millones de pesos que las que se produjeron en blanco o presuntamente hechas en blanco, que uno deduce por experiencia profesional”, pero que no quedaron registradas porque “ninguna empresa registra operaciones ilegales”.
Después de analizar la contabilidad de Austral Construcciones durante los últimos 10 años, la fundación Contadores Forenses presentó un total de cuatro informes al juzgado de Casanello; el último de ellos es “el más extenso y profundo”.
“Además de los balances y estados contables de 10 años de Austral Construcciones, sumamos información que elaboró Vialidad Nacional que tiene que ver con la obra pública y una de las principales conclusiones es la confirmación de este sistema de asignación de obra pública del Estado a esta empresa privilegiada por el kirchnerismo”, sostuvo.
Según el informe de la ONG, Austral Construcciones -la empresa insignia el grupo Báez- pagó entre el 2006 y el 2011 un total de $ 41,7 millones en concepto de alquileres a los Kirchner, pese a que no tenía necesidad de contar con más oficinas, mientras que las operaciones inmobiliarias comunes llegaron a un total de $ 63,3 millones a través de compras y ventas sin precios de mercado, entre otras irregularidades.
Los resultados de las pericias, además, no fueron la única mala noticia que recibieron los Báez durante el fin de semana largo. Antes, el juez Casanello había sido confirmado al frente de la causa por lavado de activos también llamada “ruta del dinero K”, mediante un fallo de la Cámara Federal que rechazó las pretensiones del detenido empresario y de sus hijos, que querían apartarlo del expediente.
A la vez, la Cámara Federal ordenó investigar una supuesta reunión entre la ex mandataria, Cristina Fernández y el magistrado en la Quinta de Olivos. Así lo informaron fuentes judiciales, quienes dijeron que el fallo fue firmado por los jueces de la Sala II de la Cámara, que señalaron que ningún cuestionamiento al juez había sido planteado hasta diciembre de 2015, cuando el empresario kirchnerista tenía falta de mérito en el expediente.
Los Báez, en dos estrategias separadas, querían apartar a Casanello porque consideran que su investigación resguardaba a la ex presidenta, e incluso se habló de una reunión entre el magistrado y la entonces mandataria en la Quinta de Olivos. (Télam - Especial).
Así lo confirmó el perito en declaraciones formuladas durante la mañana el feriado a radio Continental, luego de que se conociera una auditoría de la ONG realizada en su rol de ‘amicus curiae’ (amigos del tribunal) en el marco de la causa en la que el empresario santacruceño se encuentra detenido por presunto lavado de dinero, que tramita en el juzgado encabezado por el magistrado Sebastián Casanello.
Según precisó Popritkin, además de las transferencias por $ 100 millones, hubo “muchas más transferencias en negro por miles de millones de pesos que las que se produjeron en blanco o presuntamente hechas en blanco, que uno deduce por experiencia profesional”, pero que no quedaron registradas porque “ninguna empresa registra operaciones ilegales”.
Después de analizar la contabilidad de Austral Construcciones durante los últimos 10 años, la fundación Contadores Forenses presentó un total de cuatro informes al juzgado de Casanello; el último de ellos es “el más extenso y profundo”.
“Además de los balances y estados contables de 10 años de Austral Construcciones, sumamos información que elaboró Vialidad Nacional que tiene que ver con la obra pública y una de las principales conclusiones es la confirmación de este sistema de asignación de obra pública del Estado a esta empresa privilegiada por el kirchnerismo”, sostuvo.
Según el informe de la ONG, Austral Construcciones -la empresa insignia el grupo Báez- pagó entre el 2006 y el 2011 un total de $ 41,7 millones en concepto de alquileres a los Kirchner, pese a que no tenía necesidad de contar con más oficinas, mientras que las operaciones inmobiliarias comunes llegaron a un total de $ 63,3 millones a través de compras y ventas sin precios de mercado, entre otras irregularidades.
Los resultados de las pericias, además, no fueron la única mala noticia que recibieron los Báez durante el fin de semana largo. Antes, el juez Casanello había sido confirmado al frente de la causa por lavado de activos también llamada “ruta del dinero K”, mediante un fallo de la Cámara Federal que rechazó las pretensiones del detenido empresario y de sus hijos, que querían apartarlo del expediente.
A la vez, la Cámara Federal ordenó investigar una supuesta reunión entre la ex mandataria, Cristina Fernández y el magistrado en la Quinta de Olivos. Así lo informaron fuentes judiciales, quienes dijeron que el fallo fue firmado por los jueces de la Sala II de la Cámara, que señalaron que ningún cuestionamiento al juez había sido planteado hasta diciembre de 2015, cuando el empresario kirchnerista tenía falta de mérito en el expediente.
Los Báez, en dos estrategias separadas, querían apartar a Casanello porque consideran que su investigación resguardaba a la ex presidenta, e incluso se habló de una reunión entre el magistrado y la entonces mandataria en la Quinta de Olivos. (Télam - Especial).