17 Agosto 2016
EL SECUESTRO. La droga, los celulares y los $ 10.000 en efectivo que fueron incautados en la casa de “Gallina”.
Ya no son desconocidos para los investigadores ni para la Justicia. Son un claro ejemplo de que el narcomenudeo es un negocio casi familiar. Personal de la Dirección de Drogas Peligrosas, por cuarta vez en menos de 10 años, puso al desnudo el quiosco de venta de drogas que tenía “Gallina” en el barrio San Roque de Villa 9 de Julio.
Los hombres al mando del comisario Jorge Nacusse realizaron dos allanamientos en ese sector de la ciudad. Durante varios meses de investigación, comprobaron que en ese domicilio estaban comercializando drogas. En el domicilio de Juan José Posse al 2.100, según consta en las actuaciones, secuestraron 200 ravioles de cocaína, 200 bagullos de marihuana, $ 10.000 en efectivo, cinco celulares un pistolón calibre 36 y proyectiles para esa arma.
En ese domicilio detuvieron a “Gallina” que, según los investigadores, estaba gozando del beneficio de libertad bajo caución, ya que había sido condenado por venta de estupefacientes hace no mucho tiempo atrás.
De acuerdo a la información proporcionada por fuentes judiciales, el sospechoso antes de gozar de libertad transitoria, fue puesto a una prueba con permisos extramuros. Salía del penal de Villa Urquiza muy temprano a la mañana y regresaba a la noche. Supuestamente, en esos momentos fue vigilado para que no cometiera el mismo delito.
En el expediente figura que su pareja también fue detenida al estar sospechada de haber cometido el mismo delito cuando él estaba en prisión. La Justicia Federal la benefició con un arresto familiar, privilegió que perdió cuando la volvieron a sorprender comercializando drogas en el barrio.
Personal de la Digedrop también detuvo a uno de los hijos de la pareja que quedó al frente del negocio cuando estaban en prisión. En el último allanamiento, también fueron aprehendidos otro hijo y una menor de edad.
De manera paralela, los hombres de esa división policial, acompañados por efectivos del Servicio 911 y del Grupo Cero, allanaron la vivienda de Wilde al 300. Allí incautaron 1.000 ravioles de cocaína y 200 bagullos de marihuana. Fue detenida una tal “Fátima”.
Con estos allanamientos, son tres los “transas” que fueron atrapados en lo que va del mes y que operaban en el barrio San Roque. El primero fue el “Mechudo”, estaba acusado del homicidio de Sergio Ortiz, y después “Gallina” y “Fátima”.
A los investigadores no se les pasó por alto un dato: los tres sospechados de vender drogas tenían instalados sus negocios en un radio de menos de 150 metros. Pero hay otro elemento que le llamó la atención a los pesquisas. El “Mechudo” fue arrestado en Alderetes. Allí también le encontraron una importante cantidad de droga, por lo que se sospecha que decidió mudar su quiosco hasta ese lugar. Fuentes de la Justicia Federal aseguraron LA GACETA que “Gallina” sería el proveedor de otros “transas” de barrios cercanos como La Costanera y Antena.
Otro allanamiento
En una investigación realizada en manera conjunta por personal de la Seccional 13 y la Digedrop, en una casa de Matheu al 1.400, se detuvo a un joven de 21 años que en su poder tenía 550 ravioles de cocaína y 100 envoltorios con marihuana.
Los hombres al mando del comisario Jorge Nacusse realizaron dos allanamientos en ese sector de la ciudad. Durante varios meses de investigación, comprobaron que en ese domicilio estaban comercializando drogas. En el domicilio de Juan José Posse al 2.100, según consta en las actuaciones, secuestraron 200 ravioles de cocaína, 200 bagullos de marihuana, $ 10.000 en efectivo, cinco celulares un pistolón calibre 36 y proyectiles para esa arma.
En ese domicilio detuvieron a “Gallina” que, según los investigadores, estaba gozando del beneficio de libertad bajo caución, ya que había sido condenado por venta de estupefacientes hace no mucho tiempo atrás.
De acuerdo a la información proporcionada por fuentes judiciales, el sospechoso antes de gozar de libertad transitoria, fue puesto a una prueba con permisos extramuros. Salía del penal de Villa Urquiza muy temprano a la mañana y regresaba a la noche. Supuestamente, en esos momentos fue vigilado para que no cometiera el mismo delito.
En el expediente figura que su pareja también fue detenida al estar sospechada de haber cometido el mismo delito cuando él estaba en prisión. La Justicia Federal la benefició con un arresto familiar, privilegió que perdió cuando la volvieron a sorprender comercializando drogas en el barrio.
Personal de la Digedrop también detuvo a uno de los hijos de la pareja que quedó al frente del negocio cuando estaban en prisión. En el último allanamiento, también fueron aprehendidos otro hijo y una menor de edad.
De manera paralela, los hombres de esa división policial, acompañados por efectivos del Servicio 911 y del Grupo Cero, allanaron la vivienda de Wilde al 300. Allí incautaron 1.000 ravioles de cocaína y 200 bagullos de marihuana. Fue detenida una tal “Fátima”.
Con estos allanamientos, son tres los “transas” que fueron atrapados en lo que va del mes y que operaban en el barrio San Roque. El primero fue el “Mechudo”, estaba acusado del homicidio de Sergio Ortiz, y después “Gallina” y “Fátima”.
A los investigadores no se les pasó por alto un dato: los tres sospechados de vender drogas tenían instalados sus negocios en un radio de menos de 150 metros. Pero hay otro elemento que le llamó la atención a los pesquisas. El “Mechudo” fue arrestado en Alderetes. Allí también le encontraron una importante cantidad de droga, por lo que se sospecha que decidió mudar su quiosco hasta ese lugar. Fuentes de la Justicia Federal aseguraron LA GACETA que “Gallina” sería el proveedor de otros “transas” de barrios cercanos como La Costanera y Antena.
Otro allanamiento
En una investigación realizada en manera conjunta por personal de la Seccional 13 y la Digedrop, en una casa de Matheu al 1.400, se detuvo a un joven de 21 años que en su poder tenía 550 ravioles de cocaína y 100 envoltorios con marihuana.
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