En lo que va del año, sólo en Villa 9 de Julio se registraron cuatro homicidios

La inseguridad se adueñó del populoso barrio, que ayer se cobró una nueva vida durante un intento de robo. Los últimos casos.

LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
24 Agosto 2016
Una seguidilla de episodios de inseguridad, la mayoría de ellos violentos y graves, viene golpeando con llamativa y dramática continuidad el vecindario de Villa 9 Julio. 
En los últimos años, la zona se ha transformado en una de las más peligrosas de la ciudad, a tal punto que en lo que va de 2016 se registraron al menos cuatro homicidios, algunos relacionados con ajustes de cuentas y asesinatos en ocasión de robo. 
La última muerte se registró anoche en la esquina de Blas Parera y Justo de la Vega. Allí, un taxista mató a un supuesto delincuente, que habría intentado asaltarlo.El sospechoso contó que la persona que le quiso robar lo había amenazado con un arma blanca y que él sacó una pistola calibre cuarenta de su propiedad para defenderse. En el forcejeo, siempre según las versiones, se le escapó el disparo mortal.
Otros casos de 2016
16 de febrero: un vigilante privado fue asesinado cuando una banda de delincuentes intentó ingresar a robar a un depósito de la empresa Arcor en Martín Berho al 400. Alrededor de las 8.30, cuatro hombres en dos motocicletas se acercaron hasta la empresa DistriAr. Walter Jurado (27 años), que acababa de ingresar en servicio, portaba un arma de aire comprimido. Uno de los sospechosos se bajó con una pistola, le apuntó, le quitó el rifle y le pegó un tiro en el pecho, de acuerdo al relato brindado por uno de los empleados. 
29 de abril: la interminable pelea entre los clanes Carrión y los Toro se cobró una vida. Luciano Calderón, de 20 años, fue acribillado en Blas Parera al 500. Un tal "Quema Rancho", "soldado" de los Carrión fue señalado como el presunto autor del disparo en el pecho que mató al integrante de los Toro. La venganza no tardó y familiares de la víctima fueron a buscar a uno de supuestos homicidas, no lo encontraron, pero descargaron toda su ira en el cuerpo del padre que recibió cuatro disparos.  A las 15.10, un tal "Coco" Toro se presentó en Gobernador Gutiérrez al 1.300 en busca de "Loco Ger", un menor de 14 años, que habría acompañado a "Quema Rancho" en el mortal ataque. No lo encontró, pero no dudó en disparar contra José Antonio Rodríguez, padre del adolescente. Antes de disparar le habría dicho: "Tu hijo ajustició al mío hace un rato y tomá..." Recibió cuatro balazos. El 9 de mayo, Carlos Carrión, de 18 años, se entregó en Tribunales y se investiga si fue el homicida de Calderón.
- 21 de junio: un supuesto dealer apodado “Mechudo” asesinó con un disparo en la cabeza a Sergio Ortíz, de 23 años, en la zona conocida como barrio San Roque. La víctima gozaba de un permiso extramuros ya que se encontraba cumpliendo una condena por homicidio. Las primeras investigaciones persiguen la pista de un ajuste de cuentas. 

Una seguidilla de episodios de inseguridad, la mayoría de ellos violentos y graves, viene golpeando con llamativa y dramática continuidad el vecindario de Villa 9 Julio. Es que en los últimos años la populosa zona del noreste de nuestra capital se ha transformado en una de las más peligrosas de la ciudad, a tal punto que en lo que va de 2016 se registraron al menos cuatro homicidios, algunos relacionados con ajustes de cuentas y asesinatos en ocasión de robo. 

La última muerte se registró anoche en la esquina de Blas Parera y Justo de la Vega. Allí, un taxista mató a un supuesto delincuente, que habría intentado asaltarlo. El sospechoso contó que la persona que le quiso robar lo había amenazado con un arma blanca y que él sacó una pistola calibre cuarenta de su propiedad para defenderse. En el forcejeo, siempre según las versiones, se le escapó el disparo mortal.

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Las otras muertes en 2016

16 de febrero: un vigilante privado fue asesinado cuando una banda de delincuentes intentó ingresar a robar a un depósito de la empresa Arcor en Martín Berho al 400. Alrededor de las 8.30, cuatro hombres en dos motocicletas se acercaron hasta la empresa DistriAr. Walter Jurado (27 años), que acababa de ingresar en servicio, portaba un arma de aire comprimido. Uno de los sospechosos se bajó con una pistola, le apuntó, le quitó el rifle y le pegó un tiro en el pecho, de acuerdo al relato brindado por uno de los empleados. 

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29 de abril: la interminable pelea entre los clanes Carrión y los Toro se cobró una vida. Luciano Calderón, de 20 años, fue acribillado en Blas Parera al 500. Un tal "Quema Rancho", "soldado" de los Carrión fue señalado como el presunto autor del disparo en el pecho que mató al integrante de los Toro. La venganza no tardó y familiares de la víctima fueron a buscar a uno de supuestos homicidas, no lo encontraron, pero descargaron toda su ira en el cuerpo del padre que recibió cuatro disparos.  A las 15.10, un tal "Coco" Toro se presentó en Gobernador Gutiérrez al 1.300 en busca de "Loco Ger", un menor de 14 años, que habría acompañado a "Quema Rancho" en el mortal ataque. No lo encontró, pero no dudó en disparar contra José Antonio Rodríguez, padre del adolescente. Antes de disparar le habría dicho: "Tu hijo ajustició al mío hace un rato y tomá..." Recibió cuatro balazos. El 9 de mayo, Carlos Carrión, de 18 años, se entregó en Tribunales y se investiga si fue el homicida de Calderón.

- 21 de junio: un supuesto dealer apodado “Mechudo” asesinó con un disparo en la cabeza a Sergio Ortíz, de 23 años, en la zona conocida como barrio San Roque. La víctima gozaba de un permiso extramuros ya que se encontraba cumpliendo una condena por homicidio. Las primeras investigaciones persiguen la pista de un ajuste de cuentas. 

Una constante

En el último tiempo, los vecinos de Villa 9 de Julio han relatado distintos episodios de balaceras en plena la luz del día protagonizados entre malvivientes y efectivos policiales, o entre grupos armados (Toro y Carrión), además de asaltos, robos, atropellos, amenazas de toda índole -incluso de muertes a personas o directamente de prender fuego a alguna casa- y hasta atropellos e intromisiones en viviendas. 

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