Quién es "Pico" Peralta, el narco que dejó su humilde barrio para vivir cómodamente en Yerba Buena

Varias fuentes confirmaron que con los ingresos que obtenía se dedicaba a la compra de propiedades en countries.

ESCAPE. Antonio Pico Peralta es uno de los narcos más peligrosos de la provincia. FOTO DE @PAEZCHARLY ESCAPE. Antonio "Pico" Peralta es uno de los narcos más peligrosos de la provincia. FOTO DE @PAEZCHARLY
09 Septiembre 2016
Dejó su barrio Presidente Perón para vivir confortablemente en Yerba Buena
Rápido para los negocios. Así lo definieron los investigadores a José Antonio “Pico” Peralta, el hombre que, al escaparse de una comisaría, demostró tener poder e imaginación para protagonizar una fuga casi cinematográfica. 
Dicen los que lo conocieron que en su niñez era un “changuito” más que recorría de punta a punta el barrio Presidente Perón, al sur de la capital. En las calles de tierra no supo brillar como futbolista. Tampoco lo hizo como estudiante, ya que, de acuerdo a las versiones que recogió LA GACETA, no terminó la primaria. Nunca escuchó los ruegos de su padre, un trabajador gastronómico, para que no dejara los libros. 
Desde muy joven comenzó a ser conocido por los policías de la zona. Los robos y asaltos eran su especialidad. Él, junto a su hermano, Luis Marcelo “Oreja” Peralta, entraron y salieron más de una vez de un calabozo. Hace unos 10 años, los hermanos decidieron probar suerte en otro negocio: la venta de drogas. Creían que podría ser una actividad más rentable y, fundamentalmente, menos peligrosa.
Y el tiempo les dio la razón. Comenzaron como “transas” y después formaron la banda conocida como Los 30. Fueron creciendo a pasos agigantados y, de pronto, decidieron expandirse. Después de quedarse con el dominio de su barrio, fueron por más. El 11 de Marzo, el Alejandro Heredia y San Cayetano, fueron algunos de los destinos que eligieron para instalar sus puestos de venta.
En 2014 la Policía les allanó una de sus viviendas. Allí lo encontraron a “Pico” procesando cocaína para su comercialización. Por esa causa también fueron detenidos otros dos integrantes de la red. Justamente, el miércoles debían enfrentar un Tribunal, menos Peralta, que estuvo prófugo de la Justicia durante todo este tiempo.
Los investigadores confirman que él era el cerebro de la organización. “Manejaba el dinero como pocos”, dijo una alta fuente policial. Varias veces lo buscaron en lujosas casas de Yerba Buena porque sospechaban que desde esa ciudad manejaba el negocio. Varias fuentes confirmaron además que, con los ingresos que obtenía, se dedicaba a la compra de propiedades en countries de ese municipio.
Por ese afán de crecer, se toparon con un problema. Chocaron con Los Garra, otra de las bandas que manejan el narcomenudeo en el sur de la ciudad. Se enfrentaron varias veces, pero el más duro fue aquel que se produjo en una canchita de fútbol ubicada en la esquina de Inca Garcilaso y avenida Alem. Mariana de los Ángeles Ramallo, una joven que caminaba por la zona, quedó en medio del tiroteo y recibió varios balazos que le provocaron la muerte.

Rápido para los negocios. Así lo definieron los investigadores a José Antonio “Pico” Peralta, el hombre que, al escaparse de una comisaría, demostró tener poder e imaginación para protagonizar una fuga casi cinematográfica. 

Dicen los que lo conocieron que en su niñez era un “changuito” más que recorría de punta a punta el barrio Presidente Perón, al sur de la capital. En las calles de tierra no supo brillar como futbolista. Tampoco lo hizo como estudiante, ya que, de acuerdo a las versiones que recogió LA GACETA, no terminó la primaria. Nunca escuchó los ruegos de su padre, un trabajador gastronómico, para que no dejara los libros. 

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Desde muy joven comenzó a ser conocido por los policías de la zona. Los robos y asaltos eran su especialidad. Él, junto a su hermano, Luis Marcelo “Oreja” Peralta, entraron y salieron más de una vez de un calabozo. Hace unos 10 años, los hermanos decidieron probar suerte en otro negocio: la venta de drogas. Creían que podría ser una actividad más rentable y, fundamentalmente, menos peligrosa.

Y el tiempo les dio la razón. Comenzaron como “transas” y después formaron la banda conocida como "Los 30". Fueron creciendo a pasos agigantados y, de pronto, decidieron expandirse. Después de quedarse con el dominio de su barrio, fueron por más. El 11 de Marzo, el Alejandro Heredia y San Cayetano, fueron algunos de los destinos que eligieron para instalar sus puestos de venta.

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En 2014 la Policía les allanó una de sus viviendas. Allí lo encontraron a “Pico” procesando cocaína para su comercialización. Por esa causa también fueron detenidos otros dos integrantes de la red. Justamente, el miércoles debían enfrentar un Tribunal, menos Peralta, que estuvo prófugo de la Justicia durante todo este tiempo.

Los investigadores confirman que él era el cerebro de la organización. “Manejaba el dinero como pocos”, dijo una alta fuente policial. Varias veces lo buscaron en lujosas casas de Yerba Buena porque sospechaban que desde esa ciudad manejaba el negocio. Varias fuentes confirmaron además que, con los ingresos que obtenía, se dedicaba a la compra de propiedades en countries de ese municipio.

Por ese afán de crecer, se toparon con un problema. Chocaron con Los Garra, otra de las bandas que manejan el narcomenudeo en el sur de la ciudad. Se enfrentaron varias veces, pero el más duro fue aquel que se produjo en una canchita de fútbol ubicada en la esquina de Inca Garcilaso y avenida Alem. Mariana de los Ángeles Ramallo, una joven que caminaba por la zona, quedó en medio del tiroteo y recibió varios balazos que le provocaron la muerte.

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