“Estamos investigando quiénes fueron los proveedores”

El subsecretario de Lucha contra el Narcotráfico, Martín Verrier, explicó que los precursores permiten multiplicar hasta cinco veces la cocaína

UNO DE LOS LOCALES ALLANADOS. Verrier supervisó de cerca las medidas que llevó adelante la Policía Federal. UNO DE LOS LOCALES ALLANADOS. Verrier supervisó de cerca las medidas que llevó adelante la Policía Federal.
27 Septiembre 2016
Con el uso de precursores químicos los narcotraficantes pueden multiplicar hasta cuatro o cinco veces la cantidad de cocaína tratada. Por eso son tan cotizados entre los narcos y por eso estaban escondidos de manera ilegal en distintos galpones. Fueron, en total, 4.184 litros de precursores químicos los que secuestró la Policía Federal este fin de semana. El número es relevante si se tiene en cuenta que con esa cantidad podría elaborarse más de cuatro toneladas de cocaína.

El subsecretario de Lucha contra el Narcotráfico del Ministerio de Seguridad Nacional, Martín Verrier, explicó a LA GACETA cuál es la importancia de los químicos secuestrados. “Hay dos tipos de sustancias necesarias para la fabricación de estupefacientes: las de origen industrial, que son el ácido clorhídrico y el ácido sulfúrico; y las de origen farmacéutico, como la efedrina. Los de origen industrial (incautados en este caso) son muy buscados por los narcotraficantes dedicados a la cocaína”, remarcó.

El funcionario explicó que el ácido clorhídrico y el ácido sulfúrico son utilizados para el corte de la cocaína: es decir, para multiplicarla. “En nuestro mercado en particular se los utiliza con ese fin: mezclan la cocaína con otras sustancias para que el traficante pueda multiplicarla cuatro o cinco veces. Por supuesto que será una cocaína de menor pureza, pero con más ganancias”, aclaró. Según Verrier, es muy difícil encontrar en nuestro país cocaína de máxima pureza, por lo que lo usual es cortarla y fraccionarla.

Sin habilitación

El registro y control de estos precursores dependía hasta hace poco de la Sedronar. Pero el presidente Mauricio Macri ordenó que esa tarea esté a cargo del área que maneja Verrier y que depende de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Nuestro trabajo se concentra en fiscalizar que todo el circuito en el mercado sea legal y que no se desvíe hacia lo ilegal, ya que muchas veces se intenta exportar los precursores a Bolivia, que es donde hay mayor cantidad de pasta base”, indicó.

“Nosotros llevamos un registro de cada una de las empresas habilitadas para comercializar este tipo de productos. Tanto para comprar como para vender o transportar estos productos la empresa tiene que estar autorizada por el Registro de Precursores Químicos”, explicó el funcionario. Y no es el caso de los dos depósitos allanados el sábado en Buenos Aires.

Uno de ellos se encontraba en la localidad de José C. Paz, cuya fachada lo presentaba como una ex sodería que actualmente se dedicaría a actividades metalúrgicas. Sin embargo, cuando entraron los federales se dieron con cientos de tachos y bidones que contenían 3.240 litros de ácido clorhídrico, 200 de ácido sulfúrico y 30 kilos de soda cáustica. Ese mismo día, en una supuesta empresa química de la localidad de Esteban Echeverría, que no figuraba en el Registro Nacional de Precursores Químicos, hallaron 260 litros y 600 kilos de ácido sulfúrico, además de 475 litros de ácido clorhídrico.

“Estamos investigando quiénes fueron los proveedores de estos precursores y a quiénes les pudieron haber proveído estas personas”, afirmó Verrier. En ese sentido, estimó que ambos lugares sólo habrían funcionado como depósitos y no como cocinas.

“Esta es una investigación que sigue y para la que fue importante la inauguración de la división Antidrogas de la Policía Federal en Tucumán porque nos permitió tener más recursos, mayor despliegue de personal y acelerar la investigación”, destacó.

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