29 Septiembre 2016
Pese a que los precios de la ropa se mantienen quietos, las ventas en los comercios de la capital tucumana no remontan la curva descendente que verifican los empresarios. A los descuentos, a las promociones y a las liquidaciones que brindan los comerciantes, para estimular a los consumidores, se sumó, en los últimos meses, la fiebre de los outlet de indumentaria. Estos comercios, que ofrecen artículos en stock o de la temporada anterior, tienen precios hasta un 20% más bajos. Sin embargo, según reconocieron comerciantes consultados por LA GACETA, el nivel de ventas no alcanza a reponerse.
Según el presidente de la Cámara de Comercio de San Miguel de Tucumán, Raúl Fioretti, las ventas de indumentaria cayeron un 15% en comparación al mismo período del año pasado. Este escenario preocupa a los empresarios, porque necesitan vender para sostener sus emprendimientos.
“A pesar de que no subieron los precios se producen menos ventas”, describió Mauro Luna, encargado de un local ubicado en 25 de Mayo al 400, en esta capital. “La gente no está comprando igual que antes, a lo loco; ahora se cuida. Aprovecha los descuentos y las promociones, pero compra menos”, añadió Silvina Suárez, propietaria de un local céntrico.
La presión de impuestos y la inflación impactan en el nivel de precios de los bienes de consumo, en este caso de la ropa. Según la titular del Centro de Educación al Consumidor (CEC), Susana Andrada, en la Argentina “todo es mucho más caro que en otros países y más si se trata de indumentaria”. “La ropa es carísima. Históricamente fue así, sólo que en momentos de crisis se nota más”, subrayó. Por último, la experta aseguró que el recorte de gastos en ropa se debe a la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. “Los consumidores reducen gastos y compran menos”, concluyó.
Según el presidente de la Cámara de Comercio de San Miguel de Tucumán, Raúl Fioretti, las ventas de indumentaria cayeron un 15% en comparación al mismo período del año pasado. Este escenario preocupa a los empresarios, porque necesitan vender para sostener sus emprendimientos.
“A pesar de que no subieron los precios se producen menos ventas”, describió Mauro Luna, encargado de un local ubicado en 25 de Mayo al 400, en esta capital. “La gente no está comprando igual que antes, a lo loco; ahora se cuida. Aprovecha los descuentos y las promociones, pero compra menos”, añadió Silvina Suárez, propietaria de un local céntrico.
La presión de impuestos y la inflación impactan en el nivel de precios de los bienes de consumo, en este caso de la ropa. Según la titular del Centro de Educación al Consumidor (CEC), Susana Andrada, en la Argentina “todo es mucho más caro que en otros países y más si se trata de indumentaria”. “La ropa es carísima. Históricamente fue así, sólo que en momentos de crisis se nota más”, subrayó. Por último, la experta aseguró que el recorte de gastos en ropa se debe a la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. “Los consumidores reducen gastos y compran menos”, concluyó.