30 Septiembre 2016
La epidemia, como la denominó la Organización Mundial de la Salud, es imparable. La última Encuesta Mundial de Salud Escolar (2012) señala que en cinco años el sobrepeso en los adolescentes argentinos creció de 24,5% a 28,6% y la obesidad, de 4,4% a 5,9%. Según la misma fuente los niños tucumanos consumen más gaseosas que el resto del país. “El 70 % de los varones y el 51% de las niñas con sobrepeso u obesidad consumieron gaseosas más de dos veces por día en el último mes”, advierte el doctor Francisco D’Onofrio, referente del Programa de Atención Integral de Obesidad (PAIO).
La ley 26.396 en su artículo nueve señala: “los quioscos y demás establecimientos establecimientos de expendio de alimentos dentro de los establecimientos escolares deberán ofrecer productos que integren una alimentación saludable y variada, debiendo estar los mismos debidamente exhibidos”.
Para el doctor D’Onofrio esto no es suficiente: “debería ser como en Chile y México, donde los quioscos son 100% saludables. En la Argentina la ley sólo exige que una parte de los alimentos sean saludables. Pero dada la publicidad masiva de los alimentos no saludables sumado a que muchos quioscos son promovidos por empresas de bebidas gaseosas, los porcentajes de alimentos saludables que se exhiben son muy bajos”, afirma.
“Combatir la obesidad requiere de medidas fuertes, como las del tabaco. Y no sólo los quioscos de la escuela, sino todos los que están en zonas próximas deberían ser saludables”, opina D’Onofrio. El médico propone que todas las escuelas tengan agua segura para que los chicos no se vean obligados a comprar gaseosas. Además sostiene que se debería poner un impuesto a la industria de bebidas azucaradas y el dinero recaudado invertirlo en la salud de la población.
Para complementar esa campaña afirma que es urgente incrementar la actividad física en las escuelas. También en este punto, dice, los niños tucumanos están por debajo de la media nacional.
La ley 26.396 en su artículo nueve señala: “los quioscos y demás establecimientos establecimientos de expendio de alimentos dentro de los establecimientos escolares deberán ofrecer productos que integren una alimentación saludable y variada, debiendo estar los mismos debidamente exhibidos”.
Para el doctor D’Onofrio esto no es suficiente: “debería ser como en Chile y México, donde los quioscos son 100% saludables. En la Argentina la ley sólo exige que una parte de los alimentos sean saludables. Pero dada la publicidad masiva de los alimentos no saludables sumado a que muchos quioscos son promovidos por empresas de bebidas gaseosas, los porcentajes de alimentos saludables que se exhiben son muy bajos”, afirma.
“Combatir la obesidad requiere de medidas fuertes, como las del tabaco. Y no sólo los quioscos de la escuela, sino todos los que están en zonas próximas deberían ser saludables”, opina D’Onofrio. El médico propone que todas las escuelas tengan agua segura para que los chicos no se vean obligados a comprar gaseosas. Además sostiene que se debería poner un impuesto a la industria de bebidas azucaradas y el dinero recaudado invertirlo en la salud de la población.
Para complementar esa campaña afirma que es urgente incrementar la actividad física en las escuelas. También en este punto, dice, los niños tucumanos están por debajo de la media nacional.