30 Septiembre 2016
Una frutera con manzanas y bananas lucen tentadoras en primer plano sobre la ventana del quiosco. Los alfajores de maicena también se ven apetitosos envueltos en celofán transparente. Detrás del vidrio de la heladera se divisa una hilera de vasitos con compota de manzana y de pera, arroz con leche y ensalada de frutas. Sobre la pared, dos plotters a todo color invitan al local “onda verde” con un listado de productos frescos y naturales. Así es el nuevo quiosco escolar del colegio de Nuestra Señora de la Consolación, de Tafí Viejo. Las galletas perdieron protagonismo y son cada vez menos consumidas.
“Los alimentos saludables tuvieron rápida aceptación. ¡El arroz con leche hace furor!”, cuenta con entusiasmo Moisés Ríos, del otro lado del mostrador. “No es que uno vaya a ganar más dinero si vende galletas o caramelos, simplemente es otra mercadería. Estamos felices de poder brindar productos que no dañan la salud”, dice. “Pero es cierto que hay que enseñarles hábitos a los chicos porque muchos al ver el arroz con leche preguntan ¿qué es eso? Pero cuando prueban les encanta”, comenta.
El cambio más grande lo notan los chicos que se quedan en el colegio en contraturno, para la clase de Educación Física. Ellos que antes se tenían que conformar con un sandwich de salame ahora tienen opción a comprar empanadas, pizzas o un sandwich de lomito. Además pueden tomar jugos naturales o un tostado mixto con un licuados de frutas.
“Para mí que soy deportista (juego al hockey) era un problema porque tenía que traer la vianda de mi casa. Ahora como comida caliente”, sonríe Ana Paula. Milagros también es deportista y su problema era con las gaseosas. “Hoy puedo comprar agua mineral. Además no tengo que traer las frutas en la mochila que se estropean con el calor”, advierte.
El quiosco también contiene mix de cereales y de frutas secas, bebidas calientes (café con leche, chocolatada o agua caliente) y hasta alimentos para celíacos, como galletitas de arroz.
“Los alimentos saludables tuvieron rápida aceptación. ¡El arroz con leche hace furor!”, cuenta con entusiasmo Moisés Ríos, del otro lado del mostrador. “No es que uno vaya a ganar más dinero si vende galletas o caramelos, simplemente es otra mercadería. Estamos felices de poder brindar productos que no dañan la salud”, dice. “Pero es cierto que hay que enseñarles hábitos a los chicos porque muchos al ver el arroz con leche preguntan ¿qué es eso? Pero cuando prueban les encanta”, comenta.
El cambio más grande lo notan los chicos que se quedan en el colegio en contraturno, para la clase de Educación Física. Ellos que antes se tenían que conformar con un sandwich de salame ahora tienen opción a comprar empanadas, pizzas o un sandwich de lomito. Además pueden tomar jugos naturales o un tostado mixto con un licuados de frutas.
“Para mí que soy deportista (juego al hockey) era un problema porque tenía que traer la vianda de mi casa. Ahora como comida caliente”, sonríe Ana Paula. Milagros también es deportista y su problema era con las gaseosas. “Hoy puedo comprar agua mineral. Además no tengo que traer las frutas en la mochila que se estropean con el calor”, advierte.
El quiosco también contiene mix de cereales y de frutas secas, bebidas calientes (café con leche, chocolatada o agua caliente) y hasta alimentos para celíacos, como galletitas de arroz.
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