El resultado es la muestra de la profunda división que existe entre los colombianos

03 Octubre 2016

Luis Jaime Acosta y Nelson Bocanegra - Agencia Reuters

BOGOTÁ.- Los colombianos rechazaron ayer, en un disputado plebiscito, el acuerdo de paz logrado entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), haciendo naufragar el pacto -firmado el lunes pasado- para acabar con un conflicto armado de medio siglo, que ahora corre el riesgo de recrudecer.

En un sorpresivo giro, el “No” obtuvo un 50,23% de los votos frente al 49,76% de quienes lo avalaron, con el 99% de los sufragios escrutados, dejando al descubierto la polarización de Colombia en torno al grupo rebelde y la posibilidad de que se integren a la sociedad.

Con este resultado, los colombianos echaron por tierra cuatro años de negociaciones que culminaron la semana pasada con la firma de un histórico pacto por parte del presidente, Juan Manuel Santos, y el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”.

“Voté por el ‘No’. No quiero enseñar a mis hijos que todo es perdonable”, dijo Alejandro Jaramillo, ingeniero de 35 años.

El acuerdo para poner punto final a un enfrentamiento que dejó 220.000 muertos, establecía que las FARC dejarían las armas para hacer política, creaba una instancia judicial especial para juzgarlos, establecía subsidios para que se integraran a la sociedad y compensaciones a las víctimas del conflicto.

El riesgo político

Aunque para implementar el acuerdo no era obligatorio un plebiscito, el presidente Santos, apostando su capital político, quiso que tuviera legitimidad en la dividida Colombia.

Pero ahora, según su compromiso, ya no podrá ponerlo en marcha.

El mandatario consideraba la consulta como la decisión política más importante de la historia reciente para la conservadora sociedad de Colombia y se perfilaba como un candidato al Nobel de la Paz por lograrlo.

El plebiscito, el primero de 1957, mostró el rechazo que tiene la sociedad a pactar con los jefes guerrilleros, que para muchos traen recuerdos de asesinatos, secuestros y ataques, que creen deben ser castigados con la cárcel y sin la posibilidad de ocupar cargos de elección popular.

“Es un mensaje de grandeza, es un mensaje de dignidad, de amor a Colombia y yo les pido a todos los ciudadanos que tengan confianza de que vamos a saber manejar esta situación sin sobresaltos, vamos a trabajar con el Gobierno para poder reconducir este acuerdo”, dijo el político Francisco Santos, un hombre cercano al popular ex presidente, Álvaro Uribe, que lideró la campaña de rechazo al acuerdo.

Un día triste

El presidente Santos, que recibió un duro golpe con este resultado, convocó de urgencia a una reunión a su equipo de negociadores y a su ministro para analizar lo que sucedió, mientras que quienes apoyaron el “Sí” lamentaron la derrota y la abstención de más de un 62%.

“Qué tristeza, parece que los colombianos olvidamos la crueldad de la guerra, nuestros muertos, nuestros heridos, nuestros mutilados, nuestras víctimas y el sufrimiento que nos a acarreado esta guerra a todos”, dijo Adriana Rivera, una filósofa de 43 años.

El director del partido Cambio Radical, Rodrigo Lara, que es parte activa de la coalición de Gobierno, calificó la derrota como “una verdadera debacle”. “Tendremos que sentarnos con cabeza fría a reflexionar sobre qué pasos debe tomar el Gobierno y el país”, consideró. (Reuters)

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