03 Octubre 2016
“Colombia perdió” y ahora los partidos políticos y las FARC deberán encontrar una salida
El 50,24% de los colombianos votó por el rechazo al tratado con la guerrilla ilegal, imponiéndose por una leve diferencia al “Sí” La votación deja al descubierto un país dividido. Serían inaplicables los tratados de Paz alcanzados la semana pasada. El gran ganador fue el ex presidente Uribe
DERROTADOS. La desazón y las lágrimas se repitieron anoche en los centros de cómputos de votos que formaron los partidos políticos por el “Sí”. reuters
BOGOTÁ.- Colombia se hundió ayer en la incertidumbre ante el sorpresivo triunfo del “No” -con el 50,24% de los votos- en el plebiscito convocado por el Gobierno para refrendar o rechazar el acuerdo de paz firmado el lunes pasado con la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
Las encuestas conocidas desde finales de agosto le daban un triunfo al “Sí” (con el 49,75% de los votos), aunque con una ventaja sobre el “No” que no resultaba muy amplia. Sin embargo, una victoria del “no” parece que no estaba en los planes de muchos.
El Gobierno estaba tan seguro de la victoria, que el presidente, Juan Manuel Santos, dijo varias veces que no tenía un “plan B” ante un posible triunfo del “No”.
Tanto el Gobierno como las FARC han coincidido en que un triunfo del “No” implicaría la imposibilidad de aplicar los acuerdos logrados en casi cuatro años de negociaciones en Cuba.
Santos afirmó con insistencia que un rechazo de los acuerdos retrocedería al país a la situación de violencia de 2012, antes del inicio de la negociación.
Santos se manifestó anoche ante los colombianos en cadena nacional y aseguró que seguirá “buscando la paz hasta el último minuto” de su mandato. Asimismo, anunció que el cese al fuego bilateral con las FARC “seguirá vigente”, y señaló que este lunes convocará “a todas las fuerzas políticas, y en particular a las que hoy se manifestaron por el ‘No’, para abrir espacios de diálogo”.
Y es que el país ha vivido durante los últimos meses el período más tranquilo en medio del conflicto que empezó en 1964, pues desde julio del año pasado las FARC declararon un alto el fuego unilateral, que se volvió bilateral cuando Santos ordenó en agosto la suspensión total de los ataques de las Fuerzas Armadas.
Según analistas, el gran triunfador fue el ex presidente, Álvaro Uribe, líder del partido de derecha radical Centro Democrático, quien encabezó la campaña por el “No”.
“A los jóvenes les digo esto: la paz es ilusionante, los textos de La Habana, decepcionantes”, manifestó Uribe después de votar en el Capitolio Nacional, donde una hora antes había sufragado Santos.
Uribe, principal líder de la oposición, asegura que su sector no pide la continuación del conflicto sino una paz que implique una renegociación de los acuerdos.
Para el analista político Daniel García Peña, el escenario de la renegociación no se puede contemplar hoy, pero una fórmula para salvar los acuerdos sería convocar a una Asamblea Constituyente, con participación del oficialismo, del “uribismo” y de las FARC. “Las FARC nunca rechazaron eso y el Centro Democrático siempre insistió con una Asamblea Constituyente”, expresó García Peña.
Para la politóloga Sandra Borda, además de la imposibilidad de la implementación inmediata del pacto de pacificación, otro escenario es el estado de “ingobernabilidad” en que quedará Santos.
Por su parte, la directora de la Fundación Ideas para la Paz, María Victoria Llorente, dijo que la reflexión que debe hacer el país es “dura”, pues se demostró que los colombianos “no son capaces de compadecerse del dolor de los que sufrieron”. “No ganó el ‘No’, perdió Colombia”, dijo Llorente.
El futuro
De haber sido aprobado el acuerdo, suscrito hace seis días en Cartagena de Indias por Santos y el líder de las FARC, Rodrigo “Timochenko” Londoño, lo que venía ahora era la concentración de los 7.000 miembros de las FARC en 27 sectores del país durante medio año, tiempo durante el cual debían entregar sus armas a las Naciones Unidas. Ese paso seguramente quedará suspendido, mientras el Gobierno y las FARC deciden cuál camino seguir.
Santos no estaba obligado a convocar a un plebiscito, pues en ninguno de los procesos de paz celebrados en los últimos 30 años para permitir la desmovilización de varios grupos armados ilegales tuvieron como epílogo una consulta popular de refrendación.
El jefe de Estado dijo que lo hacía porque quería que el acuerdo no fuera solo entre el Gobierno y las FARC, sino con la sociedad. Sin embargo, su decisión le significó un efecto boomerang.
La voz del Vaticano
El papa Francisco afirmó que el proceso de paz en Colombia “se resolverá con la voz del pueblo”, y dijo que “podría ser” que visite ese país cundo sea “seguro que no se pueda ir para atrás” en relación con la resolución del conflicto armado. “El proceso de paz depende de lo que diga el pueblo y lo que diga el pueblo creo que debe hacerse”, sostuvo el Pontífice en conferencia de prensa a bordo del avión que lo llevó de regreso a Roma tras una gira de tres días por el Cáucaso. (DPA-Reuters)
Las encuestas conocidas desde finales de agosto le daban un triunfo al “Sí” (con el 49,75% de los votos), aunque con una ventaja sobre el “No” que no resultaba muy amplia. Sin embargo, una victoria del “no” parece que no estaba en los planes de muchos.
El Gobierno estaba tan seguro de la victoria, que el presidente, Juan Manuel Santos, dijo varias veces que no tenía un “plan B” ante un posible triunfo del “No”.
Tanto el Gobierno como las FARC han coincidido en que un triunfo del “No” implicaría la imposibilidad de aplicar los acuerdos logrados en casi cuatro años de negociaciones en Cuba.
Santos afirmó con insistencia que un rechazo de los acuerdos retrocedería al país a la situación de violencia de 2012, antes del inicio de la negociación.
Santos se manifestó anoche ante los colombianos en cadena nacional y aseguró que seguirá “buscando la paz hasta el último minuto” de su mandato. Asimismo, anunció que el cese al fuego bilateral con las FARC “seguirá vigente”, y señaló que este lunes convocará “a todas las fuerzas políticas, y en particular a las que hoy se manifestaron por el ‘No’, para abrir espacios de diálogo”.
Y es que el país ha vivido durante los últimos meses el período más tranquilo en medio del conflicto que empezó en 1964, pues desde julio del año pasado las FARC declararon un alto el fuego unilateral, que se volvió bilateral cuando Santos ordenó en agosto la suspensión total de los ataques de las Fuerzas Armadas.
Según analistas, el gran triunfador fue el ex presidente, Álvaro Uribe, líder del partido de derecha radical Centro Democrático, quien encabezó la campaña por el “No”.
“A los jóvenes les digo esto: la paz es ilusionante, los textos de La Habana, decepcionantes”, manifestó Uribe después de votar en el Capitolio Nacional, donde una hora antes había sufragado Santos.
Uribe, principal líder de la oposición, asegura que su sector no pide la continuación del conflicto sino una paz que implique una renegociación de los acuerdos.
Para el analista político Daniel García Peña, el escenario de la renegociación no se puede contemplar hoy, pero una fórmula para salvar los acuerdos sería convocar a una Asamblea Constituyente, con participación del oficialismo, del “uribismo” y de las FARC. “Las FARC nunca rechazaron eso y el Centro Democrático siempre insistió con una Asamblea Constituyente”, expresó García Peña.
Para la politóloga Sandra Borda, además de la imposibilidad de la implementación inmediata del pacto de pacificación, otro escenario es el estado de “ingobernabilidad” en que quedará Santos.
Por su parte, la directora de la Fundación Ideas para la Paz, María Victoria Llorente, dijo que la reflexión que debe hacer el país es “dura”, pues se demostró que los colombianos “no son capaces de compadecerse del dolor de los que sufrieron”. “No ganó el ‘No’, perdió Colombia”, dijo Llorente.
El futuro
De haber sido aprobado el acuerdo, suscrito hace seis días en Cartagena de Indias por Santos y el líder de las FARC, Rodrigo “Timochenko” Londoño, lo que venía ahora era la concentración de los 7.000 miembros de las FARC en 27 sectores del país durante medio año, tiempo durante el cual debían entregar sus armas a las Naciones Unidas. Ese paso seguramente quedará suspendido, mientras el Gobierno y las FARC deciden cuál camino seguir.
Santos no estaba obligado a convocar a un plebiscito, pues en ninguno de los procesos de paz celebrados en los últimos 30 años para permitir la desmovilización de varios grupos armados ilegales tuvieron como epílogo una consulta popular de refrendación.
El jefe de Estado dijo que lo hacía porque quería que el acuerdo no fuera solo entre el Gobierno y las FARC, sino con la sociedad. Sin embargo, su decisión le significó un efecto boomerang.
La voz del Vaticano
El papa Francisco afirmó que el proceso de paz en Colombia “se resolverá con la voz del pueblo”, y dijo que “podría ser” que visite ese país cundo sea “seguro que no se pueda ir para atrás” en relación con la resolución del conflicto armado. “El proceso de paz depende de lo que diga el pueblo y lo que diga el pueblo creo que debe hacerse”, sostuvo el Pontífice en conferencia de prensa a bordo del avión que lo llevó de regreso a Roma tras una gira de tres días por el Cáucaso. (DPA-Reuters)