“Pareciera ser que es favorable a los partidos políticos que el arzobispo pague el costo”

Lo dijo a título personal el abogado de la Iglesia, Facundo Maggio, sobre el vendaval de críticas que recibió monseñor Alfredo Zecca El letrado dijo que no sabe si le conviene a la oposición o al oficialismo el escándalo “narco”. La hipótesis de la investigación

RECLAMO DE JUSTICIA. En la marcha de la semana pasada, la comunidad pidió por el padre Juan, pero también criticó el accionar del arzobispo. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio RECLAMO DE JUSTICIA. En la marcha de la semana pasada, la comunidad pidió por el padre Juan, pero también criticó el accionar del arzobispo. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio
11 Octubre 2016

No importó cuanto jurara lo conmocionado que estaba con la muerte del cura Juan Viroche, ni cuanto repitiera que ya había autorizado su traslado. Desde el momento en que el arzobispo Alfredo Zecca fue abucheado en el velorio del sacerdote, se convirtió en el centro de la crítica: que no lo cuidó, que lo abandonó, que no le importó. Las acusaciones se multiplicaron durante las marchas y en las redes sociales. Ante esta situación, el abogado del arzobispado, Facundo Maggio, salió en su defensa: “las críticas no son del todo justas”. Añadió que son fogoneadas por sectores que resisten a Zecca, que hay un trasfondo político y que, por ahora, las pericias marcan que se trató de un suicidio, aunque no se descarta que haya sido inducido.

-¿Qué les va diciendo la investigación hasta el momento?

-Las pruebas que se conocieron estarían avalando la hipótesis del suicidio. Pero sé que desde la fiscalía no se descarta la inducción, es decir, si alguien lo llevó a tomar esa decisión. En ese sentido, ahora se realizará la autopsia psicológica. Hay que hacerla porque no hay que descartar nada, pero es muy difícil saber hasta qué punto las amenazas por el tema de las droga u otro problema lo pudieron llevar a tomar esa decisión.

-¿Por qué Viroche no se fue?

-Por lo mismo que dijo en el audio que se viralizó, quería terminar una novena y las fiestas patronales. Pero su traslado estaba autorizado desde el miércoles 28 de septiembre. No se fue por su propia voluntad, eso está probado en el mensaje.

-¿El cura dijo que se quería ir por amenazas de “transas”?

-No. Le había comentado que estaba deprimido, afligido y presionado porque se había enterado de una red de pedófilos. Nunca comentó al arzobispo que su traslado era por los narcos.

-¿Cómo está el arzobispo, tras las críticas que recibió?

-Es cierto que está absorbiendo muchísimas críticas pero él lo va a resistir. Estas presiones no lo van a llevar a ventilar cuestiones que puedan afectar el buen nombre de Viroche. Esta es una opinión personal, mía, pero creo que no son del todo justas las críticas. El arzobispo puede tener resistencia desde muchos sectores, pero eso no significa que le va a pesar la responsabilidad de este caso. Él trata de ser muy prudente para no afectar la intimidad y el dolor de los allegados.

-¿A qué sector adjudican las críticas?

-Seguramente en este caso se suman cuestiones políticas por terceras personas que ven en el arzobispo a alguien a quien atacar. Pareciera ser que es favorable a todos los partidos políticos que Alfredo Zecca pague el costo. El narcotráfico es un tema instalado, pero... ¿A quién le sirve más y a quién menos? ¿Al oficialismo, a la oposición? No se sospecha de nadie en particular. Insisto, es una opinión personal. La posición del arzobispo es no buscar cosas que no sirvan a la averiguación de la verdad de la muerte del cura, no entrar en estos juegos, porque sino se desdibuja la realidad. La Iglesia es la primera interesada de que se sepa qué fue lo que pasó, porque cuando se vaya la prensa, quedarán los curas.

-¿Hay secreto de confesión de curas amigos de Viroche?

-No es el caso. Efectivamente, la ley contempla y ampara el secreto tanto para los curas como para los profesionales médicos, abogados o psicólogos. Pero esta situación no tiene nada que ver con una charla amigable que pudo haber tenido. Si los curas supieran algo en base a una conversación que hubieran tenido con Viroche, podrían contárselo a la fiscalía sin ningún tipo de problemas ni impedimentos.

-¿Son apoyados los curas que luchan contra la droga?

-Hay cientos de padres que lo hacen. Todos fueron y serán apoyados, no sólo espiritualmente sino también jurídicamente. El sacerdote es la persona que está más cerca de la sociedad porque conviven con los sectores más vulnerables. Esto siempre fue así.

-¿Qué opina de la investigación?

-Creo que es pertinente remitir toda la causa al Juzgado Federal, que es el experto de la materia de narcotráfico, para que se investigue si algún grupo narco lo llevó a tomar esa decisión. Ahí seguramente caerá en manos del fiscal federal Antonio Gómez y veremos la eficacia que le puede imprimir a la causa. Por ahora, con sus palabras (opinó que había sido un asesinato) sólo trajo confusión. El no debe opinar como un vecino, es un funcionario judicial.

"El padre amaba la vida, no se suicidó"

“Con el padre Juan (Viroche) hemos trabajado cuatro años en La Costanera y tres en Banda del Río Salí. Él me ayudó muchísimo porque yo soy madre de un joven adicto. Cada vez que tenía la posibilidad, me iba a La Florida a visitarlo”, contó Elsa Juárez, la Madre del Pañuelo Negro que fue secuestrada el sábado. La mujer salió ayer a la mañana en una entrevista televisiva en la señal TN y luego le pidieron que no diera más entrevistas por el secreto de sumario de su causa.

Cuando se le consultó a la mujer sobre lo que opinaba de la causa de la muerte del sacerdote de La Florida, Juárez no tuvo dudas al afirmar: “el padre amaba la vida y a los jóvenes, no se suicidó”.

El secuestro

El sábado a la mañana Juárez salía de un ciber al que había ido a imprimir unos pasajes para Buenos Aires, para participar del programa de Mauro Viale. Apenas puso un pie en la vía pública, un grupo de hombres la tomó y la metió a la fuerza a un Chevrolet Corsa gris con vidrios polarizados. Ella explicó que el secuestro fue para amenazarla por las denuncias que ella realizaba sobre la venta de drogas, y para evitar que viajara. “No me golpearon, pero me torturaron con palabras fuertes. Me exigieron que dejara las marchas, porque yo ‘sabía lo que me convenía’. Lo que me pareció muy extraño es que nadie sabía del viaje. Me llamaron a último momento de ese programa. Pero esos hombres lo supieron y me secuestraron”, dijo.

Según relató después, anduvieron durante varias horas por caminos que desconoce y lo único que veía eran montes. En cuando a los secuestradores, dijo: “tenían tonada tucumana y estaban bien vestidos, con camisa, jean y mocasines”.

Si bien se supo que el fiscal Washington Navarro Dávila le solicitó a la fuerza policial una custodia especial para Juárez, la mujer dijo que no los quiere adentro de su casa. “Mis hijos y nietos no saben nada, no quiero preocuparlos. Yo no tengo miedo. No voy a dejar la calle, esta es mi vida, salvarle la vida a mi hijo y a los chicos adictos”, advirtió.

Consultado por LA GACETA, el secretario de Seguridad Ciudadana, Paul Hofer, informó que se realizará una triangulación con el celular de Juárez para poder determinar adonde la llevaron. “Nosotros le declaramos la guerra a los narcos. Vamos a ir contra todos. Los vamos a presionar hasta erradicarlos definitivamente. Y valga como ejemplo la presión que estamos haciendo en la zona del Clan Garra, del Clan Caro y de (José) “Pico” Peralta”, dijo.

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Buscan a los autores de los escraches a Viroche

Apenas comenzó la investigación, el miércoles pasado, en la fiscalía IV° de Diego López Ávila se enteraron de que el cura Juan Viroche era víctima de escraches en las red social Facebook. Una serie de publicaciones denunciaban que el sacerdote había dejado embarazada a una joven de la zona. El rumor creció cuando una mujer prestó declaración ese mismo día y juró que había mantenido una relación de pareja con el cura hasta marzo. Ahora, los investigadores comprobaron dos datos: que estos escraches también se enviaban por mensajes de texto y WhatsApp, y que habían llegado al seno más íntimo de Viroche.

Según se pudo saber, la Justicia tendría identificada la línea del celular del que habrían salido los escraches. Una joven catequista, al prestar declaración, contó que días antes de la muerte del cura había recibido un mensaje de texto en el que se repetía que el padre habría estado esperando un hijo.

Con este hallazgo, desde la fiscalía intentarán saber quién es el titular del número. En ese sentido, tienen la plena esperanza de que el autor de los mensajes no haya comprado un chip descartable para realizar la campaña difamatoria. Si ese fuera el caso, sería prácticamente imposible encontrarlo.

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