Es y será una de las tareas en las que más se enfoca el cuerpo técnico en mejorar: las desatenciones. Atlético le pagó a Boca con sangre sus equivocaciones, todas en los inicios de cada segmento. Un mal cálculo de Ignacio Canuto ante una salida rápida de Guillermo Sara derivó en el 1-0 visitante, a los 3’ de partido. Y en el complemento, al minuto, el “Decano” se durmió en un tiro libre cruzado y Pavón entró solo para marcar el 2-0.
Si contra Independiente no desentonó y cumplió, anoche Fernando Zampedri demostró por qué juega donde juega y por qué es el actual centrodelantero de Atlético. Anotó el 1-0 y también le anularon un tanto lícito en el complemento que podría haber sido el 3-2 final. El punta se las ingenió para perder poco y nada por arriba y por abajo con Vergini y Tobio. Fue un dolor de cabeza.
Si bien es prácticamente nueva para la sociedad, la dupla Leonel Di Plácido-Rodrigo Aliendro se conectó en la cancha como si se conociera de toda la vida. Fue clave para romper la línea defensiva del sector izquierdo “Xeneize”. Di Plácido estuvo involucrado en los dos goles del dueño de casa y Aliendro manejó los hilos del medio como quien no tiene rival. Defendió y creó.
Nadie lo confirmará jamás, pero de cábalas también se vive en el grupo. Cuando se estrenó la nueva manga (donada por una peña de Buenos Aires), Atlético cedió un invicto de 32 partidos en el Monumental ante Estudiantes. Al siguiente duelo, Huracán fue el que lo dejó sin nada. Ayer, en cambio, el túnel inflable pasó a decorar la salida visitante y el equipo no perdió.
El carácter que mostró el equipo para sobreponerse dos veces a un resultado adverso ante un gigante como Boca, demuestra que Atlético no perdió su esencia, que sigue siendo el grupo batallador que nunca da un partido por perdido. El equipo se plantó de igual ante el “Xeneize” y estuvo de prolongar su racha. De los últimos cuatro choques oficiales, el “Decano” ganó dos y empató los restantes.
La labor del juez Diego Abal no fue una garantía para el espectáculo y además sus asistentes no le dieron una mano. Es más, sin querer, terminaron perjudicando al dueño de casa en dos acciones que concluyeron en goles de “Pulguita” y Fernando Zampedri, respectivamente. Uno por lado, los jueces de línea estimaron que había fuera de juego en las acciones previas. Ambos se equivocaron feo.
ANALISIS
Sabe lo que quiere
Esta nueva versión de Atlético, en su modo 4-4-2 formado por algunos futbolistas que quizás no habían tenido la oportunidad de ganarse un lugar entre los titulares, sigue invicta. Dos partidos jugados, uno ganado, otro empatado. Y no contra cualquiera. Atlético le ganó a Independiente y empató anoche con Boca.
¿Qué es lo que cambió en el equipo para no ser el mismo que perdió consecutivamente con Estudiantes, Newell’s y Huracán? El pelotazo táctico, muchas veces mal utilizado, casi no entró en la conversación. Pese a que Boca no le hizo fácil la salida, Atlético se animó a caminar por la cornisa varias veces para mantener su idea firme. La misma que pudo haberse destartalado cuando recibió el primero de los dos puñetazos de Cristian Pavón en el juego. Pero no. Tampoco se apagaron sus ganas de revertir la situación a partir de no encomendarse a la desesperación y a jugar rápido y sin sentido. Puede que después del 2-2 se haya quedado un poco, pero nada terrible. Se mantuvo en su eje.
Atlético es un equipo nuevo en relación al que venía presentándose antes de ganarle de visitante a Independiente. Algo cambió y no sólo los nombres.