La “A” incentiva el turismo

Desde las provincias vecinas llegaron hinchas del “Xeneize”, que dejaron su dinero en bares y en restaurantes

FIGURAS. Cristian “Polaco” Menéndez, uno de los ídolos de Atlético, abraza a Carlos “El Apache” Tévez, acaso de los jugadores más queridos del fútbol argentino. la gaceta / foto de DIEGO ARáOZ FIGURAS. Cristian “Polaco” Menéndez, uno de los ídolos de Atlético, abraza a Carlos “El Apache” Tévez, acaso de los jugadores más queridos del fútbol argentino. la gaceta / foto de DIEGO ARáOZ
24 Octubre 2016
En el territorio nacional se oyen tonadas que no dejan mentir el origen del hablante. Entre las más inconfundibles se cuenta una que exagera las eses; por ejemplo, al pronunciar “Santiago del Estero”. Esta se oía en una parte del sector 2 de plateas; en especial, cada vez que el equipo visitante generaba alguna acción de peligro. “Ni bien supimos que jugaba Boca decidimos venir. Gracias a Dios conseguimos entradas”, dijo José Loira a LG Deportiva, durante el entretiempo del partido que Atlético empató 2 a 2 con el “Xeneize”. Vino junto a su esposa, Beatriz Barbieri, y a su hijo, José Loira. Todos viven en la capital de la vecina provincia. “Llegamos a las 14 (de ayer), y nos vamos apenas termine el partido”, agregó. Por cuestiones laborales, según explicó, no pudieron venir el sábado, para recibir al plantel en el aeropuerto.

La presencia de un club tucumano -en este caso, Atlético- en la máxima categoría del fútbol argentino genera turismo. En algún momento del campeonato, los clubes grandes vendrán aquí para jugar contra el “Decano”. Y eso hace que decenas, cientos, miles de hinchas foráneos se trasladen a nuestra provincia. Y aunque no pernocten -como los santiagueños de renglones arriba-, sí dejan su dinero en bares, en restaurantes, en kioscos, en transporte.

Por ejemplo, Maximiliano Arriaga y su amigo Fernando Cornejo, que llegaron desde Salta a desayunar a Tucumán. “Salimos a las 6; queríamos andar tranquilos en la ruta, y tener tiempo para estar descansados: si llegábamos muy sobre la hora íbamos a estar muy destruidos para manejar a la vuelta”, explicó “Maxi”. Fernando contó que desayunaron en una estación de servicios sobre la ruta 9 y que almorzaron en una parrillada del centro. “Luego tomamos un café en un bar cerca del estadio, y a las 17 ya fuimos a la cancha. Aunque teníamos entradas numeradas no quisimos arriesgarnos”, explicó.

No sólo debería importar al hincha que un club tucumano juegue en Primera División. También a los empresarios gastronómicos, hoteleros y, en especial, al Gobierno, si se quiere incentivar la “industria sin chimeneas”.

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