18 Noviembre 2016
“BURDA MANIOBRA”. El diputado Orellana se desligó de la polémica. DyN (archivo)
A una semana de haber sido involucrado en un escándalo por un supuesto caso de abuso sexual, el diputado nacional tucumano José Orellana se desahogó en una carta que dirigió al presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó.
El ex legislador, electo por el Frente para la Victoria pero que creó el bloque “Primero Tucumán”, sostuvo que el tiempo le dio la razón y que no hubo ninguna denuncia en su contra.
“Ante rumores falsos periodísticos carentes de toda verdad, sobre hechos inexistentes donde se nombra a mi persona, debo mencionar que en ningún momento, ni día, se denunció a José Orellana ni a ningún otro miembro de este cuerpo, lo cual da por terminada esta infamia y salvaguarda el honor de esta Cámara, el de mi familia y el mío”, redactó el “Mellizo”.
El viernes pasado, Orellana había desmentido versiones que lo vinculaban con un caso de acoso. Al parecer, una empleada del Congreso habría contado lo ocurrido a la Asociación del Personal Legislativo (APL). Y, desde esa organización sindical, dijeron al sitio web “lapoliticaonline.com” que “estamos conteniendo a la compañera y avanzaremos con la denuncia”. Según “lapoliticaonline.com” la mujer habría sido acosada en los pasillos “por un legislador del norte del país que tiene un monobloque”. La publicación no decía de quién se trataba, pero daba demasiadas referencias como para concluir que se trataba de un diputado tucumano: “un ex aliado de su gobernador, hermano de un intendente de su provincia y con un monobloque desde diciembre, cuando se fue del FpV-PJ”.
Entonces, las miradas se dirigieron directamente al famaillense. El texto señalaba que “la agresión habría sucedido en un pasillo de la Cámara Baja, donde el legislador habría intentado propasarse con la empleada. La organización gremial habría evitado ratificar el nombre del agresor, pero no negó que se tratase del parlamentario que ese medio sugirió y anunció que pronto avanzará con una denuncia penal que haría peligrar la continuidad del acusado. En todo momento, el ex intendente de Famaillá negó los hechos. “Es una confusión”, había dicho ante una consulta de LA GACETA. “Soy incapaz de pedirle algo a una mujer, ni a nadie, a cambio de algo. Lo aprendí en mi familia”, había afirmado Orellana. “Es una versión sacada de todo contexto, no tengo empleada en Diputados ni conozco alguna empleada, ni sé de alguien que me haya hecho una denuncia por insinuarme; es una confusión”, había completado.
Ayer, en el texto dirigido al macrista Monzó, ratificó su posición. “Recibí este fuerte golpe sin saber de dónde, ni por qué; sin ninguna prueba ni nada que me permitiera defenderme. Hecha esta aclaración, doy por terminada esta burda operación”, planteó en la carta.
El ex legislador, electo por el Frente para la Victoria pero que creó el bloque “Primero Tucumán”, sostuvo que el tiempo le dio la razón y que no hubo ninguna denuncia en su contra.
“Ante rumores falsos periodísticos carentes de toda verdad, sobre hechos inexistentes donde se nombra a mi persona, debo mencionar que en ningún momento, ni día, se denunció a José Orellana ni a ningún otro miembro de este cuerpo, lo cual da por terminada esta infamia y salvaguarda el honor de esta Cámara, el de mi familia y el mío”, redactó el “Mellizo”.
El viernes pasado, Orellana había desmentido versiones que lo vinculaban con un caso de acoso. Al parecer, una empleada del Congreso habría contado lo ocurrido a la Asociación del Personal Legislativo (APL). Y, desde esa organización sindical, dijeron al sitio web “lapoliticaonline.com” que “estamos conteniendo a la compañera y avanzaremos con la denuncia”. Según “lapoliticaonline.com” la mujer habría sido acosada en los pasillos “por un legislador del norte del país que tiene un monobloque”. La publicación no decía de quién se trataba, pero daba demasiadas referencias como para concluir que se trataba de un diputado tucumano: “un ex aliado de su gobernador, hermano de un intendente de su provincia y con un monobloque desde diciembre, cuando se fue del FpV-PJ”.
Entonces, las miradas se dirigieron directamente al famaillense. El texto señalaba que “la agresión habría sucedido en un pasillo de la Cámara Baja, donde el legislador habría intentado propasarse con la empleada. La organización gremial habría evitado ratificar el nombre del agresor, pero no negó que se tratase del parlamentario que ese medio sugirió y anunció que pronto avanzará con una denuncia penal que haría peligrar la continuidad del acusado. En todo momento, el ex intendente de Famaillá negó los hechos. “Es una confusión”, había dicho ante una consulta de LA GACETA. “Soy incapaz de pedirle algo a una mujer, ni a nadie, a cambio de algo. Lo aprendí en mi familia”, había afirmado Orellana. “Es una versión sacada de todo contexto, no tengo empleada en Diputados ni conozco alguna empleada, ni sé de alguien que me haya hecho una denuncia por insinuarme; es una confusión”, había completado.
Ayer, en el texto dirigido al macrista Monzó, ratificó su posición. “Recibí este fuerte golpe sin saber de dónde, ni por qué; sin ninguna prueba ni nada que me permitiera defenderme. Hecha esta aclaración, doy por terminada esta burda operación”, planteó en la carta.
Temas
José Orellana
NOTICIAS RELACIONADAS