Lavallén no cree estar solo en Atlético

El nuevo DT confía en que potenciará nuevamente al equipo.

BUENA ONDA. La primera práctica de Lavallén se dio en un clima distendido y de buenos ánimos. Todos contentos. la gaceta / fotos de Antonio Ferroni BUENA ONDA. La primera práctica de Lavallén se dio en un clima distendido y de buenos ánimos. Todos contentos. la gaceta / fotos de Antonio Ferroni
08 Diciembre 2016

Fue todo tan rápido que, como él admitió, casi no tuvo tiempo ni de enviarle a Papá Noel una carta pidiendo trabajo para 2017. Lo cierto es que Atlético puso sus ojos sobre él, abrió un canal de comunicación, lo tentó a sumarse a que conduzca un proyecto de tinte internacional y eso fue sufuciente. Justo después de haberse desvinculado de San Martín de San Juan. Por eso, quizás todo lo que tenía pensado hacer Pablo Lavallén quedó de lado. Atlético pudo más.

“Es un lindo desafío”, reconoce ya vestido de pies a cabeza con los colores del “Decano”, el ex defensor de River. Un dato estadístico a tener en cuenta. Lavallén es el tercero técnico que pasa de los sanjuaninos a Atlético. El primero fue Enrique Hrabina; el segundo, Juan Manuel Azconzábal; y ahora él. A sus antecesores les fue bien en 25 de Mayo y Chile. Es una señal.

“En algún Momento quise tranquilizarme un poco para pensar bien (qué hacer) porque había estado un año lejos de mi casa. Lógicamente tomar la decisión de venir a Tucumán afecta a nivel familiar. Pero la propuesta en lo deportiva era seductora”, reconoce y explica por qué.

“Jugar una posible Copa Libertadores no se da todos los días, así que en ese aspecto era muy seductor”, repite el entrenador.

Una virtud de Lavallén es recuperar futbolistas destinados al ostracismo. Sabe encontrar diamantes donde nadie los ve. Igual, el tipo no se la cree ni le resta mérito al grupo. “Trataremos de potenciar a este equipo que ha tenido buenas temporadas. Por algo en el torneo pasado fue una de las revelaciones. En este torneo ha caído en cierta irregularidad, sí, como les pasa a todos los equipos, pero los jugadores son los mismos. O sea que si en el pasado lograron lo que lograron, seguramente, con trabajo, con algo de motivación y lógicamente teniendo un buen clima de convivencia, se puede volver a retomar ese nivel que mostró Atlético en el campeonato”.

Como técnico, Lavallén es un idealista. Le gusta ganar, pero no de cualquier manera. Apuesta al buen fútbol. Lo prioriza. “Lamentablemente es un problema cultural que tenemos nosotros, cuando miramos fútbol. Para ganar uno tiene que tener varios atributos como para poder sostener esa regularidad de victorias. Tenés que tener la pelota más que el rival, atacar más que el rival, te tienen que llegar menos que vos al rival. Se tienen que dar varias combinaciones que hacen después que el ganar no sea casual”, analiza.

Si ya siente presión por ser el primer entrenador que dirigirá la Libertadores en Atlético, en absoluto. “Es todo un desafío, una responsabilidad. Para mí es un crecimiento, va a ser mi primera vez. Y bueno, trataremos de hacer lo mejor posible, de disfrutarla. Nos estaremos jugando algo que es histórico para la provincia, pero eso no tiene que convertirse en presión para nosotros, sino en una linda responsabilidad”.

Y si algo no negocia Lavallén, eso es la entrega. “Después, los estilos se van creando. En cada lugar donde vas hay que construirlo, esto no es mágico. Hay que trabajarlo, estudiarlo y sobre todas las cosas convencerse de que es posible”.

De a poco irá modelando el equipo

La práctica se extiende casi hasta el punto en que la tarde pierde su brillo y comienza a darle lugar a la noche. Sin embargo, en el complejo de Ojo de Agua el movimiento continúa siendo intenso.

Hablar con Pablo Lavallén, conocerlo un poco más, saber qué es lo que tiene en mente para estas dos fechas que restan del campeonato, es la idea. Lo primero que responde el entrenador sobre lo humano es que se topó con buen gente. “Vi un buen grupo, un plantel respetuoso”, opina el técnico de Atlético, que cree que éste sea el momento indicado para comenzar a meterles “fichas” a los jugadores con su credo futbolístico. Considera que en esta recta final del certamen los futbolistas juegan con el resto físico que les queda. “Trataremos de seguir así en lo que resta de estas fechas. Después, durante la pretemporada vamos a tener un tiempo de concentración, donde el grupo va a estar permanentemente junto y le vamos a sacar mucho más jugo a cada práctica que ahora”, asegura Lavallén, y luego anticipa que contra Quilmes, el visitante del domingo a las 21.15, no habrá tampoco demasiadas sorpresas, refiriéndose al posible 11 titular que salga a despedirse ante su gente. “Es una etapa complicada del año -inisiste- porque ya está prácticamente terminado, los jugadores vienen con el trajín de varias fechas, viajes y con ganas pasar un tiempo con la familia. No se pueden hacer locuras. Trataremos de darles algunos conceptos, pero no va a variar el equipo con lo que viene siendo. Si uno quiere hacer cosas extrañas, seguramente se irá de vacaciones con tres o cuatro lesionados más”.


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