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BUENOS AIRES.- Boca está feliz. Goleó a River y se quedó con el Superclásico a lo grande por el 4 a 2 que consiguió en el Monumental.
En un derby de ida y vuelta, de esos que debían a su gente los dos equipos más importantes del país, el ganador fue el "Xeneize" porque fue el que mejor arrancó y mejor terminó el partido, con un Carlos Tevez como figura excluyente.
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El "Apache" se lució la primera vez con una gran asistencia para Walter Bou, que abrió la cuenta a los 13 minutos. Boca jugaba mejor y era más que el "Millonario", al menos durante la media hora de juego. Luego llegaron las desconcentraciones y el crecimiento del local.
Con Andrés D'Alessandro como comandante de juego, River supo reponerse al gol y aprovechó un pésimo despeje de Gino Peruzzi, que le sirvió el empate en bandeja nada menos que Sebastián Driussi, el goleador de la banda.
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Seis minutos más tarde, el otro artillero apareció de arriba para cazar un buen centro y dar vuelta la historia. Lucas Alario estampaba el 2-1 en su favor y mandaba a River al descanso con la sonrisa de oreja a oreja.
El complemento cambió porque Marcelo Gallardo cambió. El "Muñeco" reemplazó a D'Alessandro y ahí perdió. Boca volvió a tomar la batuta y Tevez se hizo gigante con un doblete espectacular (primero aprovechando la mala salida del arquero batalla y luego con un verdadero golazo que terminó en el ángulo).
Con el 3-2 que fue un verdadero mazazo para River, en el final solo quedó quedó unos segundos para la frutilla del postre. La puso Ricardo Centurión, que ingresó en el complemento y fue más rápido que el arquero Batalla para poner la pelota por arriba y terminar de meterla de cabeza.
De esta manera, River quedó alejado de los primeros puestos, desnudando nuevamente todas sus falencias y apostando únicamente a la Copa Argentina. Boca, por su parte llegó a lo más alto del torneo (al menos transitoriamente) y disfruta de un gran momento.