12 Diciembre 2016
TODO SENTENCIADO. Ricardo Centurión se eleva más que Maidana y convierte el cuarto gol de Boca. Los hinchas de River habían llegado al Monumental con la ilusión de un triunfo, y se fueron decepcionados. telam
(Por Marcelo Androetto, especial para LG Deportiva) .- Como un eclipse, el sol se apagó para los hinchas de River en el espacio de dos horas. Y todo el color rojiblanco que tiñó el Monumental y sus alrededores en la previa –y durante los pasajes favorables del superclásico- devino en un tono gris y de resignación.
Finalmente, la fiesta se circunscribió a un ramillete de hombres de azul y amarillo, en el centro del campo, mientras los hinchas locales veían como Guillermo Barros Schelotto salía a buscar a Carlos Tevez para darle un abrazo con el que se quería fundir todo Boca.
Marcelo, personal de seguridad de un edificio, le había preanunciado a LG Deportiva: “perdimos en la reserva, empezó mal el día, no tengo buenas sensaciones”. Su voz contrastó con muchas otras, que denotaban optimismo. “Hoy les ganamos 2-0 a los ‘primos’ y el jueves a Central también”, afirmó como botón de muestra Joaquín, empresario que llegó temprano al estadio para ocupar su palco VIP.
Esta vez, hubo más emoción en la cancha que en las tribunas. El público visitante se sigue extrañando, sobre todo en los clásicos. Porque los hinchas locales realizan un solo, y cuando falta la contraparte, la motivación es menor.
Sin guerra de cantos, los simpatizantes “millonarios” despertaron a las 16.15, cuando el equipo femenino de hockey del club, flamante campeón metropolitano, dio la vuelta olímpica. Minutos después, la ovación creció: dos fanas de River, Daniel Orsanic y Charly Berlocq, con sendas réplicas de la Copa Davis en mano, recorrieron la pista olímpica y recibieron el tributo de la tribuna.
Los aplausos trocaron en silbidos a media hora del inicio, cuando el arquero Axel Werner ingresó para precalentar sobre el arco de Figueroa Alcorta.
Cayeron las cintas rojas y blancas desde el cielo del estadio, engalanado para la ocasión y en la San Martín Alta se armó un mosaico de letras negras CARP sobre el fondo de los colores del club, con banderas argentinas en las esquinas de la bandeja.
Boca demoró su ingreso y los hinchas se decepcionaron por la no acontecida expulsión del “Mellizo: el superclásico arrancó con el pitazo inicial de Diego Abal con cuatro minutos de retraso. Antes se realizó un minuto de silencio en homenaje al recientemente fallecido jugador de futsal Matías Kruger. No fue el único silencio que caló hondo en la calurosa tarde de domingo. Se lo escuchó otras cuatro veces más, y terminó imponiéndose.
Fuerte operativo de seguridad
El operativo de seguridad involucró casi dos mil agentes entre Policía Federal y seguridad privada, lo que generó un gasto de aproximadamente 13 millones de pesos para la dirigencia “millonaria”.
También ganó en Reserva
En la previa, Boca venció 2-0 a River en el clásico de Reserva. Los dos goles del equipo “Xeneize”, dirigido por Rolando Schiavi, los hizo Luis Marcelo Torres.
El clásico comenzó en el vestuario
Antes del partido, River y Boca tuvieron una disputa por la refrigeración en el vestuario visitante. El plantel “Xeneize” llegó provisto de siete ventiladores industriales, dado que el aire acondicionado no funcionaba. El vice de River, Matías Patanian, confirmó el inconveniente e informó que le facilitaron ventiladores al equipo visitante pero la dirigencia de Boca negó esa versión y sostuvo que los artefactos eran propios.
Ya se barajan nombres para reemplazar a Sara
Guillermo Sara será operado esta semana de la luxación en el hombro derecho, tendrá una recuperación de entre cuatro y seis meses y la dirigencia buscará un reemplazo en el receso de verano. Nahuel Guzmán (Tigres de México), y Sergio Romero (Manchester United) son los primeros nombres que se barajan.
Finalmente, la fiesta se circunscribió a un ramillete de hombres de azul y amarillo, en el centro del campo, mientras los hinchas locales veían como Guillermo Barros Schelotto salía a buscar a Carlos Tevez para darle un abrazo con el que se quería fundir todo Boca.
Marcelo, personal de seguridad de un edificio, le había preanunciado a LG Deportiva: “perdimos en la reserva, empezó mal el día, no tengo buenas sensaciones”. Su voz contrastó con muchas otras, que denotaban optimismo. “Hoy les ganamos 2-0 a los ‘primos’ y el jueves a Central también”, afirmó como botón de muestra Joaquín, empresario que llegó temprano al estadio para ocupar su palco VIP.
Esta vez, hubo más emoción en la cancha que en las tribunas. El público visitante se sigue extrañando, sobre todo en los clásicos. Porque los hinchas locales realizan un solo, y cuando falta la contraparte, la motivación es menor.
Sin guerra de cantos, los simpatizantes “millonarios” despertaron a las 16.15, cuando el equipo femenino de hockey del club, flamante campeón metropolitano, dio la vuelta olímpica. Minutos después, la ovación creció: dos fanas de River, Daniel Orsanic y Charly Berlocq, con sendas réplicas de la Copa Davis en mano, recorrieron la pista olímpica y recibieron el tributo de la tribuna.
Los aplausos trocaron en silbidos a media hora del inicio, cuando el arquero Axel Werner ingresó para precalentar sobre el arco de Figueroa Alcorta.
Cayeron las cintas rojas y blancas desde el cielo del estadio, engalanado para la ocasión y en la San Martín Alta se armó un mosaico de letras negras CARP sobre el fondo de los colores del club, con banderas argentinas en las esquinas de la bandeja.
Boca demoró su ingreso y los hinchas se decepcionaron por la no acontecida expulsión del “Mellizo: el superclásico arrancó con el pitazo inicial de Diego Abal con cuatro minutos de retraso. Antes se realizó un minuto de silencio en homenaje al recientemente fallecido jugador de futsal Matías Kruger. No fue el único silencio que caló hondo en la calurosa tarde de domingo. Se lo escuchó otras cuatro veces más, y terminó imponiéndose.
Fuerte operativo de seguridad
El operativo de seguridad involucró casi dos mil agentes entre Policía Federal y seguridad privada, lo que generó un gasto de aproximadamente 13 millones de pesos para la dirigencia “millonaria”.
También ganó en Reserva
En la previa, Boca venció 2-0 a River en el clásico de Reserva. Los dos goles del equipo “Xeneize”, dirigido por Rolando Schiavi, los hizo Luis Marcelo Torres.
El clásico comenzó en el vestuario
Antes del partido, River y Boca tuvieron una disputa por la refrigeración en el vestuario visitante. El plantel “Xeneize” llegó provisto de siete ventiladores industriales, dado que el aire acondicionado no funcionaba. El vice de River, Matías Patanian, confirmó el inconveniente e informó que le facilitaron ventiladores al equipo visitante pero la dirigencia de Boca negó esa versión y sostuvo que los artefactos eran propios.
Ya se barajan nombres para reemplazar a Sara
Guillermo Sara será operado esta semana de la luxación en el hombro derecho, tendrá una recuperación de entre cuatro y seis meses y la dirigencia buscará un reemplazo en el receso de verano. Nahuel Guzmán (Tigres de México), y Sergio Romero (Manchester United) son los primeros nombres que se barajan.