May no le tiene miedo y Francisco quiere esperar

La británica dijo que algunos comentarios del Presidente de EEUU son inaceptables, el Papa manifestó que aún hay que “ver qué pasa”. La primer ministro se reúne el viernes con mandatario estadounidense. “Veremos qué hace y ahí se evaluará”, señaló Bergoglio.

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23 Enero 2017
LONDRES/MADRID.- La primera ministra británica, Theresa May, dijo ayer que no tendría miedo de decirle a Donald Trump cuando considere inaceptable algo que diga el presidente de EEUU, con quien se reunirá en Washington el viernes.

May formuló esos comentarios después de que miles de mujeres marcharon en Londres el sábado para protestar por la actitud de Trump hacia las mujeres, sumándose a las manifestaciones que se desarrollaron en el mundo.

Después de la votación del año pasado para abandonar la Unión Europea, el Gobierno británico ha querido profundizar sus lazos con Estados Unidos y con otras naciones fuera de Europa para demostrar que el “Brexit” no disminuirá su posición en el mundo.

La reunión será una oportunidad para May, quien en un primer momento tuvo problemas para establecer relaciones con el equipo de Trump, para discutir sobre lo que se ha llamado desde hace tiempo la “relación especial” entre Londres y Washington, un pilar de la política exterior británica.

Sin embargo, la visita será opacada por lo que se percibe como la actitud de Trump hacia las mujeres, incluyendo sus comentarios en un video de 2005 donde presumía tocar a las mujeres por sus genitales y que dio pie para las protestas masivas del sábado.

“Ya he dicho que algunos de los comentarios que Donald Trump ha hecho en relación con las mujeres son inaceptables, algunos sobre los que él mismo se ha disculpado”, dijo May.

“Cuando me siente (con Trump) creo que el mensaje más importante que se enviará sobre el papel de las mujeres es el hecho de que estaré allí como una mujer que es primera ministra”, sostuvo. “Siempre que haya algo que me parezca inaceptable, no tendré miedo de decírselo a Trump”, aseguró.

May está tratando de mejorar las relaciones con Trump después de que este irritó al Gobierno británico poco después de ser elegido diciendo que Nigel Farage, un activista anti Unión Europea y crítico de May, sería una buena opción como embajador de Reino Unido en Washington. La mandataria dijo que usaría la reunión para discutir la futura relación comercial entre EEUU y Reino Unido, así como la alianza de la OTAN y desafíos como la derrota al terrorismo.

Trump, que apoyó la votación británica en un referéndum en junio a favor de abandonar la Unión Europea, ha dicho que quiere llegar a un rápido acuerdo comercial bilateral con Reino Unido.

Imprudencia

El papa Francisco abogó por esperar a “ver qué pasa” con el nuevo presidente estadounidense antes de emitir un juicio de valor. “Asustarme o alegrarme por lo que pueda suceder, en eso creo que podemos caer en una gran imprudencia. En ser profetas o de calamidades o de bienestares que no se van a dar, ni una ni otra”, aseguró el pontífice en una entrevista exclusiva publicada ayer por el diario español “El País”. “Se verá. Veremos lo que hace y ahí se evalúa”, añadió.

El argentino se refirió a su vez a los populismos y al peligro de que en momentos de crisis los pueblos busquen a un líder carismático y se defiendan con muros. “En momentos de crisis, no funciona el discernimiento y para mí es una referencia continua. Busquemos un salvador que nos devuelva la identidad y defendámonos con muros, con alambres, con lo que sea, de los otros pueblos que nos puedan quitar la identidad. Y eso es muy grave”, apuntó.

Francisco consideró que el ejemplo más típico del populismo es el de la Alemania durante el nazismo. “Alemania destrozada, busca levantarse, busca su identidad, busca un líder, alguien que le devuelva la identidad y hay un muchachito que se llama Adolf Hitler y dice ‘yo puedo, yo puedo’. Y toda Alemania vota a Hitler. Hitler no robó el poder, fue votado por su pueblo, y después destruyó a su pueblo. Ese es el peligro”, consideró.

En la entrevista, el sumo pontífice habló de la Iglesia católica, la migración, las injusticias sociales y en particular sobre la situación en Latinoamérica. “Hoy día Latinoamérica está sufriendo un fuerte embate de liberalismo económico fuerte, de ese que yo condeno en Evangelii gaudium cuando digo que ‘esta economía mata’”, dijo. (Reuters-DPA)

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