El martes Atlético tendrá revancha

Pese a estar dos veces en ventaja, no pudo ganar en casa y ahora viajará a Quito.

FOTO LA GACETA/ HÉCTOR PERALTA,. FOTO LA GACETA/ HÉCTOR PERALTA,.
01 Febrero 2017
El 2-2 del final fue una daga al corazón de Atlético, que se quedó con las ganas de pegar primero en una serie que tiene como premio un boleto a la tercera fase clasificatoria de la Copa, la antesala a la fase de grupos.

Pero sí el “Decano” no pudo ganar fue por que se mancó sólo. Al igual que su rival anoche en el Monumental, fue un canto a los desaciertos de mitad de cancha hacia atrás.

Tuvo todo para quedarse con los tres puntos el equipo que dirige Pablo Lavallén. Pegó de entrada y, en los primeros minutos desbordó por todos lados a un equipo ecuatoriano demasiado limitado.

Atlético quemó las naves desde el arranque. Lavallén plantó un 4-3-3 bien ofensivo. Sumó los volantes por afuera y los laterales. Atacó por todos lados y desnudó las miles de falencia de un equipo demasiado blando en la última línea.

Pero pecó de inexperto. No supo sentenciar al “Militar”, lo dejó crecer, entró en es juego de roce y de del paso de minutos que plantó el “Bi Tri” y, encima, cometió miles de errores que lo dejaron con la ñata contra el vidrio y le impidió dar el golpe en el primer juego de la serie.

En 25 de Mayo y Chile deberán sacar las cosas positivas de este duelo. Ahora, Atlético sabe qué rival tiene en frente; porque hasta ayer El Nacional era un verdadero misterio.

En cambio, Lavallén ya debe haber tomado nota de que se trata de un equipo que tiene enormes falencias defensivas, y un gran juego aéreo en ofensiva (los dos goles que los ecuatorianos convirtieron en el “José Fierro” llegaron por esa vía).

Aunque también es cierto, que el empate terminó calando hondo en los ánimos de todo el “mundo Atlético”, así lo demostraron las caras largas de todos cuando el árbitro brasileño pitó el final.

Atlético deberá salir a ganar en los 2800 metros de altura en los que está enclavado el estadio Olímpico Atahualpa, con todo lo que ello implica. Es que los dos goles que convirtió la visita, obligan a marcar tantos en Quito. El “Decano” debe ganar el próximo martes, o lograr una igualdad por tres o más goles para volverse con el boleto a la próxima ronda. En caso de repetirse el resultado de anoche, la clasificación se definirá por penales.

Aunque el “Militar” tampoco es un cuco jugando en su reducto por la Copa Libertadores. Desde 2004, cuando jugó por primera vez en esta competencia, El Nacional disputó 11 partidos en Quito, con un balance para nada contundente: tres triunfos (uno sobre River por 2-0, en 2006), cinco empates y tres derrotas. Por ese motivo, Atlético no tiene nada perdido.

Claro, para lograr su cometido en la capital ecuatoriana deberá ser muy inteligente. Tendrá que plantear un partido perfecto. No correr demasiado para evitar perder fuerzas y ser contundente en el área rival. También deberá estar bien metido en el juego para no dejar crecer a un rival que conoce bien cómo jugar en altura y aprovecha al máximo sus efectos.

Atlético perdió la chance de sacar una ventaja tranquilizadora, pero nada está perdido. Ganar en Quito no es imposible.

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