Perfil bajo, ante todo

Semejante exposición mediática post-epopeya le arrebató a Atlético el factor sorpresa que le cabe a todo principiante en el plano de la Copa Libertadores. Toda Sudamérica se pegó al televisor en una etapa del torneo que no suele romper récords de rating para seguir el desarrollo de una historia de suspenso escrita en tiempo real, y terminó aplaudiendo de pie la gallardía de un equipo al que ni toda la yeta del universo pudo quebrantar. La cuestión es que ahora el “Decano” se encuentra en la paradoja del espía más famoso del mundo: ahora todos saben quién es y de qué es capaz, y por eso tomarán el doble de precauciones. Por empezar, Junior, rival del próximo jueves y último obstáculo en el dificultoso camino hacia la ansiada fase de grupos del torneo continental.

“Estamos en un fútbol donde todo pasa muy rápido. Hagás lo que hagás, en un par de días van surgiendo otras noticias que van tapando lo anterior, es así”, entiende Pablo Lavallén, y aclara que mientras menos se levante la perdiz, tanto mejor. “A nosotros no nos desagrada estar fuera de lo que es el run run diario, porque cuando más conocido te hacés, más te estudian y por ahí perdés un poco de sorpresa”, añade.

En Colombia tomaron nota y ya están al tanto de que, si Atlético está en uno de sus días inspirados, hay que matarlo para ganarle. La prensa “cafetera” lo califica como un equipo “aguerrido”, rasgo netamente copero. Ese es un respeto que no incomoda a Guillermo Acosta, uno de los pilares de un equipo que sabe que tiene resto para rato. “Es bueno que lo tengan en cuenta a Atlético, porque un rival que no te tiene en cuenta quizás esté más volcado al ataque. De todas maneras, a eso recién lo sabremos cuando salgamos a la cancha. Seguramente durante la concentración veamos algunos videos de ellos para saber cómo juegan y por dónde son peligrosos, y en base a eso el técnico nos dirá de qué forma tendremos que jugarle nosotros. Esperemos que el partido salga de la mejor manera para poder conseguir un buen resultado y poder definirlo acá con un poco más de tranquilidad”, manifestó el volante nacido en las inferiores de Atlético Concepción.

Expectativas al margen, Leandro González anticipa un duelo más abierto que el que planteó el timorato El Nacional. “Cada eliminatoria tiene sus propias dificultades y cada equipo propone un juego diferente. Todavía no pudimos verlo mucho, pero sabemos que Junior sale mucho más. Es uno de los grandes de Colombia y quiere hacerse un lugar en la fase de grupos”, advierte, pero no necesariamente con tono dramático. El juego que pretende el técnico Lavallén se lleva bien con los espacios. “Puede ser mejor para nosotros, porque nos va a permitir jugar más. Pero quizás al principio, por tratarse del primer partido y siendo ellos locales, convenga esperar un poco hasta meternos en el partido y ver qué es lo que van a proponer. De acuerdo a eso, veremos de tratar de llegar y convertir, porque sería importantísimo conseguir aunque sea un gol de visitante. Eso te da otra cabeza para el partido de vuelta”, enfatizó González.

La última visita al complejo

El plantel se entrenó ayer por la mañana en Ojo de Agua, en lo que fue la última sesión allí hasta el regreso de Cartagena. Fue un día movido, equiparando cargas y afinando detalles de cara al partido con Junior.

Hoy, puertas cerradas

La cita será en el estadio Monumental, a partir de las 8. Allí, el grupo realizará tareas tácticas, a puertas cerradas. Pablo Lavallén apelará a su manual de jugadas de pelota parada, tanto en defensa como en ataque. Las jugadas de “pizarrón” pueden resultar determinantes en el partido del jueves.

La despedida

A las 17.15, la delegación “decana” (ver los viajeros) tomará un avión con destino a Buenos Aires. Allí pasará la noche y mañana tomará un vuelo de línea hacia Cartagena de Indias donde le espera el partido de ida de la fase 3 de la Copa, contra Junior.