20 Febrero 2017
WASHINGTON.- El Gobierno de Donald Trump quiere agilizar la deportación de inmigrantes indocumentados, según un borrador de un memorándum del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que establece nuevas guías para implementar las órdenes ejecutivas del presidente estadounidense.
En el documento, el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, señala que “el aumento de inmigración en la frontera sur ha desbordado a las agencias federales y los recursos y ha creado una vulnerabilidad significativa en seguridad nacional de Estados Unidos”.
Según el diario “The Washington Post”, las nuevas guías harían más difícil solicitar el estatus de refugiado en Estados Unidos, permitirían la detención de más indocumentados y darían más autoridad a los agentes de inmigración.
La administración Trump quiere deportar de forma acelerada (expedited removal) a aquellos inmigrantes indocumentados que no puedan demostrar que han estado en el país en los dos años previos y que residan en cualquier parte del territorio. Hasta ahora esto solo se hacía en la frontera.
En el borrador del memorándum también se da luz verde para empezar a reclutar a 10.000 agentes nuevos de inmigración y 5.000 agentes fronterizos, tal y como se establecía en la orden ejecutiva de Trump firmada el 28 de enero.
Además, se autorizaría a devolver a los inmigrantes indocumentados que llegaron por tierra al país desde el que partieron a Estados Unidos, en vez de hacerlo como hasta ahora a su país de origen.
De momento, parece que no se verían afectados por la orden ejecutiva los 750.000 jóvenes indocumentados que se han beneficiado del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), aprobado por Barack Obama (2012). Los “soñadores” (dreamers), son jóvenes indocumentados que emigraron ilegalmente a EEUU y se han beneficiado de este programa, tienen gracias a DACA un permiso de trabajo y la garantía de que no serán deportados durante dos años a su país de origen. (DPA)
En el documento, el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, señala que “el aumento de inmigración en la frontera sur ha desbordado a las agencias federales y los recursos y ha creado una vulnerabilidad significativa en seguridad nacional de Estados Unidos”.
Según el diario “The Washington Post”, las nuevas guías harían más difícil solicitar el estatus de refugiado en Estados Unidos, permitirían la detención de más indocumentados y darían más autoridad a los agentes de inmigración.
La administración Trump quiere deportar de forma acelerada (expedited removal) a aquellos inmigrantes indocumentados que no puedan demostrar que han estado en el país en los dos años previos y que residan en cualquier parte del territorio. Hasta ahora esto solo se hacía en la frontera.
En el borrador del memorándum también se da luz verde para empezar a reclutar a 10.000 agentes nuevos de inmigración y 5.000 agentes fronterizos, tal y como se establecía en la orden ejecutiva de Trump firmada el 28 de enero.
Además, se autorizaría a devolver a los inmigrantes indocumentados que llegaron por tierra al país desde el que partieron a Estados Unidos, en vez de hacerlo como hasta ahora a su país de origen.
De momento, parece que no se verían afectados por la orden ejecutiva los 750.000 jóvenes indocumentados que se han beneficiado del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), aprobado por Barack Obama (2012). Los “soñadores” (dreamers), son jóvenes indocumentados que emigraron ilegalmente a EEUU y se han beneficiado de este programa, tienen gracias a DACA un permiso de trabajo y la garantía de que no serán deportados durante dos años a su país de origen. (DPA)
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