Mundial 2026: canciones con acentos nunca oídos, y banderas que jamás habían flameado en las tribunas

Ya están confirmadas cuatro selecciones debutantes para la Copa del Mundo de la FIFA que se disputará en ciudades de México, de Estados Unidos y de Canadá, pero pueden sumarse otras cinco.

MUNDIAL AMPLIADO. El de 2026 contará con la participación de 48 selecciones; ya hay cuatro debutantes, pero podrían sumarse algunos más. MUNDIAL AMPLIADO. El de 2026 contará con la participación de 48 selecciones; ya hay cuatro debutantes, pero podrían sumarse algunos más.
Santiago Pérez Cerimele
Por Santiago Pérez Cerimele Hace 2 Hs

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Restaba más de un año para que comience a disputarse el Mundial de Rusia 2018 cuando se aprobó, por unanimidad, que 48 selecciones disputarían el certamen de 2026. De hecho, por entonces ni siquiera se conocía qué país -o países, como finalmente ocurrió- albergaría ese torneo. Hasta aquel 10 de enero de 2017, el reglamento de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) preveía que en un Mundial competían 32 selecciones; la modificación aumentó el cupo en un 50%, lo que encendió esperanzas no solo en aquellas naciones cuyos combinados alternan su participación en la mayor cita del fútbol urbi et orbi, sino también en los países que jamás jugaron un Mundial.

Y, curiosamente, la cita que se celebrará en ciudades de México, de Estados Unidos y de Canadá el año que viene, podría contar con una decena de debutantes. Ya está asegurada la participación de cuatro: Uzbekistán, Jordania, Cabo Verde y Curazao. Pero al repechaje llegaron los seleccionados de Nueva Caledonia, de República del Congo, de Surinam, de Albania, de Eslovaquia, de Macedonia del Norte y de Kosovo, que tampoco jugaron un Mundial.

Debido al sorteo de los cruces en el formato del repechaje, a los cuatro ya clasificados solo se les podrían sumar, en el mejor de los casos, otros cinco: dos por la llave que disputan Nueva Caledonia, República del Congo y Surinam, y tres por la que juegan Albania, Eslovaquia, Macedonia del Norte y Kosovo.

En ese sentido, la expansión a 48 cupos permitió que realidades antes marginales pudieran acceder a la élite. Pero no se trata solo del hecho fortuito del cambio de reglamento: quienes llegaron lo hicieron con el mérito del trabajo, de la estructura, del talento y de la convicción.

Uzbekistán, Jordania, Cabo Verde y Curazao representan distintas regiones: Asia Central, Medio Oriente, África Atlántica y el Caribe: una radiografía de la globalización del fútbol. Sus selecciones combinan jugadores locales con futbolistas que nacieron, se criaron o se formaron futbolísticamente en otro país, pero que representan a la selección de origen de sus padres o abuelos -una tendencia cada vez más común en países con migraciones históricas-: muchos jugadores de Cabo Verde, que nacieron en Portugal; varios de Curazao nacieron en Países Bajos. Y esto también cuenta para los casos de las selecciones que todavía deben ganarse un cupo en el repechaje: jugadores de Surinam se formaron en Países Bajos y muchos integrantes de la selección de Kosovo juegan en ligas de Suiza o de Alemania, países donde sus familias emigraron durante los 90.

De ese modo, el Mundial 2026 puede verse como la edición más diversa de la historia, que mostrará un fútbol que se expande por el globo, lejos de los monopolios tradicionales. Y puertas adentro de cada selección debutante, el torneo no será solo un sueño deportivo, sino una vitrina internacional, un revulsivo para su fútbol doméstico y una oportunidad para ampliar su proyección cultural.

Los debutantes en la Copa del Mundo

El 5 de junio pasado marcó un antes y un después en la historia deportiva uzbeka. El empate sin goles frente a Emiratos Árabes Unidos bastó para asegurar el segundo puesto en su grupo y el pasaje directo al Mundial 2026. Durante dos décadas, Uzbekistán se bancó una etiqueta injusta, la del “eterno casi”: siempre competitivo, siempre cerca, siempre temido, pero nunca capaz de dar el salto final. Hasta este año, que abrochó el pasaje con una campaña sólida, un equipo disciplinado y un fútbol que combina técnica soviética con la impronta moderna del continente.

Durante las eliminatorias, los “Lobos Blancos” -tal el apodo de la selección uzbeka- cosecharon cinco triunfos, tres empates y una derrota. El proceso lo encabeza Timur Kapadze, un técnico que tomó el mando en el tramo decisivo. El equipo se apoya en valores que ya sobresalen en el exterior: Abdukodir Khusanov, defensor en Manchester City, y Eldor Shomurodov, delantero en Estambul Basaksehir FK (Turquía). Un fútbol ordenado combinado a una generación de jugadores formados en academias modernizadas explica el ascenso uzbeko.

El triunfo 3-0 de Jordania  sobre Omán, con un hat-trick de Ali Olwan (delantero de Selangor FC, en Malasia), desató un festejo que quedó grabado en la memoria de los jordanos. La clasificación, lograda también el 5 de junio, cerró un ciclo de crecimiento sostenido en Medio Oriente. La selección jordana venía mostrando progresos: profesionalización de su liga, mayor exportación de futbolistas y una identidad de juego más clara. El delantero Mousa Al-Tamari, figura en Stade Rennes FC, de la Ligue 1 de Francia, es el emblema de esta etapa.

En África, la nota la dio el pequeño archipiélago de Cabo Verde, que logró su clasificación el 13 de octubre con un 3-0 ante Eswatini. El país insular, con poco más de medio millón de habitantes, selló una campaña notable: siete victorias, dos empates y solo una caída.

El proceso lleva la firma de Pedro “Bubista” Brito, un director técnico que consolidó un plantel apoyado en la diáspora caboverdiana: muchos futbolistas actúan en Europa y representan una identidad híbrida que ya es parte del ADN de esa selección.

Curazao obtuvo su pasaje para el Mundial hace apenas un par de semanas, el 18 de noviembre. La selección de la isla caribeña logró una campaña inédita, gracias a un proyecto que apostó fuerte a jugadores con raíces neerlandesas. Además de esto, caracteriza al equipo su disciplina táctica y un cuerpo técnico con experiencia internacional.

El repechaje

Nueva Caledonia se convirtió en el principal rival de Nueva Zelanda y llegó al repechaje tras un subcampeonato continental que incluyó una victoria clave ante Papúa Nueva Guinea.

Tras haberse consagrado campeón de África en 1972, la selección de República del Congo vivió décadas de silencio hasta esta campaña potente que lo depositó en el repechaje. Ganó partidos pesados ante Guinea y ante Togo, y se animó a soñar de la mano de Silvère Ganvoula, delantero de Al-Fayha FC, en la liga saudí. Su clasificación sería una de las historias más potentes del continente.

Surinam siempre vivió a la sombra de Países Bajos, destino de miles de futbolistas que jamás volvieron a vestir la camiseta rojiverde. Pero esta generación cambió la historia: le ganó a Jamaica en la Nations League y se metió en puestos de repechaje con autoridad. El jugador más destacado es Sheraldo Becker, delantero de Osasuna, en la Liga de España. Con él, Surinam dejó de ser un apunte anecdótico y pasó a ser una selección temida en el Caribe.

Albania ya había dado un golpe en la Eurocopa 2016, pero nunca pasó de allí. Su camino al repechaje incluyó partidos vibrantes y derrotas ajustadas ante Polonia y ante República Checa. El volante Kristjan Asllani (Torino, de la Serie A, de Italia) y el delantero Armando Broja (Burnley FC, de la Premier League, de Gran Bretaña) representan a una generación joven y ambiciosa.

Eslovaquia se independizó futbolísticamente en 1993. Tuvo su gran explosión en la Eurocopa de 2016, pero el Mundial sigue siendo su materia pendiente. Su empate ante Portugal alimentó la ilusión.

Su estrella es el medicampista Stanislav Lobotka, pieza clave de Napoli, el campeón de la Serie A de Italia.

El mundo supo de Macedonia del Norte cuando en 2022 eliminó a Italia de visitante. Desde entonces, esa selección se convirtió en un equipo al que nadie quiere enfrentar. Su principal figura es el volante Eljif Elmas, también de Napoli.

Reconocida por FIFA recién en 2016, Kosovo sorprendió a todos con una campaña ascendente en la Nations League y empates valiosos ante Suiza y ante Rumania. El delantero Vedat Muriqi, de Mallorca (Liga de España), es su bandera ofensiva.

Restan algunos meses para que se complete la foto de los 48 equipos que diputarán el Mundial 2026. Pero ya está claro que se tratará de un torneo durante el cual en las calles que circundan los estadios se oirán nuevos acentos y en cuyas tribunas se blandirán nuevas banderas.

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