San Martín se complicó por las expulsiones y perdió ante Douglas Haig

LA SENTENCIA. Los jugadores de Douglas comienzan a festejar tras el disparo de Raúl Poclaba y el error del arquero de San Martín, Nicolás Carrizo, que no pudo contener un remate y perdió el balón. foto de sergio perrota / la opinión de pergamino LA SENTENCIA. Los jugadores de Douglas comienzan a festejar tras el disparo de Raúl Poclaba y el error del arquero de San Martín, Nicolás Carrizo, que no pudo contener un remate y perdió el balón. foto de sergio perrota / la opinión de pergamino

El "Santo" era más y ganaba, pero dos rojas le hicieron perder el eje y el partido. Fue 2-1 para los de Pergamino. Los goles.

15 Marzo 2017

Marcelo Androetto - Especial para LA GACETA

Un cóctel explosivo, un puesto maldito: la destemplanza e ingenuidad de Esteban Goicoechea y de su sustituto Rolando Serrano, y la tarjeta roja fácil del árbitro Ramiro López, trocaron una noche “santa” en una maldita para San Martín, en Pergamino.

Con un hombre más, Douglas Haig emparejó la ventaja inicial de Ramón Lentini. Y con dos de ventaja, le torció el brazo al equipo tucumano, que durante un lapso de 11 minutos se encontró a cinco puntos del ascenso y con un pie y medio en la Copa Argentina.

Alto precio pagó San Martín por las tarjetas. El codazo de Goicoechea sobre Bazán torció el rumbo de un primer tiempo que pintaba redondo. Porque la visita copó la parada de entrada, fundamentalmente gracias a la electricidad que generaba la usina de fútbol que conformaban Matías García, Juan Galeano y Sergio Viturro. Se les sumaba Matías Catalán, punzante, que llegaba hasta el fondo.

Gonzalo Rodríguez había avisado con un remate desde el vértice del área que sacudió el travesaño. Unos minutos después, Viturro descargó para que Lentini sacara un “chumbazo” de zurda que, en este caso, sacudió la red.

El golazo trajo justicia, pero apenas tres minutos después sobrevino el pecado capital de “Goico”. Y Douglas Haig, que estaba groggy, cerca de la lona, aprovechó para recobrar la vertical. El “Mago” Grazzini sacó un conejo de su galera a los 40, un tiro de papi fútbol: abajo, a la ratonera de Nicolás Carrizo.

San Martín terminó acorralado la primera etapa. Y Diego Cagna hizo su jugada en el vestuario: perdió mucho al sacar a Viturro por Serrano. Rearmó una línea de cuatro y García volvió al ida y vuelta por izquierda.

En el primer cuarto de hora del complemento, ni fu ni fa. Empate técnico porque ni Douglas aprovechaba la superioridad numérica ni San Martín renunciaba del todo a su intención de ganar. Sin embargo, Serrano, amonestado cinco minutos después de ingresar, taló a Grazzini en campo rival y se fue a las duchas, otra roja del inflexible López.

Nueve contra 11, el guión ya estaba escrito. Cinco minutos después hubo un borbollón en el área “santa” y Carrizo falló por primera vez: rebote corto y Poclaba la mando a la red: 2-1. Tamburelli se perdió dos veces la sentencia, pero San Martín mostró vergüenza deportiva hasta el final y Douglas Haig terminó pidiendo la hora. No hubo milagro. Sí un final con cabezas gachas, impensado una hora antes.

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