Los primeros futbolistas en Villa Nougués

Los visitantes, integrantes de la Asociación Argentina de Fútbol (que luego se convertiría en la AFA), perdieron 3 a 1 contra un equipo local pero disfrutaron de los paisajes tucumanos

MIRADA PROTECTORA. La estatua del fundador de la villa, Luis F. Nougués se destaca en esta foto de la década de 1920. MIRADA PROTECTORA. La estatua del fundador de la villa, Luis F. Nougués se destaca en esta foto de la década de 1920.
11 Septiembre 2017

Manuel Riva - LA GACETA

El fútbol vivió una jornada de gloria hacia fines de agosto de 1922 cuando disputó dos encuentros el combinado de la Asociación Argentina de Fútbol (que luego se convirtió en AFA) con el combinado de la Liga Tucumana. El equipo porteño se alzó con un encuentro por 2 a 0 y la revancha fue para los locales por 3 a 1. Al frente de la delegación visitante venía José García López quien agradeció las gentilezas que tuvieron los representantes locales, expresando: en esta ciudad se juega football excelentemente y agregó: esto he podido comprobarlo en nuestro último partido, cuando un aguerrido team de la Liga ha vencido por su cabales al equipo asociasionista al que considero como un “eleven” de gran potencia. Confieso que jamás creí que nuestros hombres pudieran soportar una derrota semejante, más la realidad no admite réplica. Fuera del tema futbolístico los footballers porteños con su visita a Villa Nougués se convirtieron en los primeros que hasta hoy han visitado el hermoso punto de veraneo mencionado señalaba la crónica de nuestro diario. Según el relato los jugadores partieron en cuatro automóviles a las 7.45 del 31 de agosto para llegar a la villa a las 10.30. La delegación recorrió incansable la infinidad de paisajes y lugares que hay en Villa Nougués, admirando y ponderando sin cesar, las bellezas impagables de la tierra de la caña.

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La delegación estaba integrada por Julio González, Jorge Calandra y Roberto Leonardi de Estudiantes de la Plata; Antonio Ferrario de Porteño; Ludovico Bidoglia de Sportivo Palermo; Rogelio Fernández de Nueva Chicago; Santiago Tomás Power de Dock Sud; Juan Pisa y Luis Monti de Alvear; Fernando Biannatti y Antonio Rosado de Sportivo Barracas; Saturnino García de Progresistas y Luis Pérez de San Fernando.

La crónica decía: la entusiasta muchachada porteña que por cierto son también los primeros footbolers que hasta hoy han visitado el hermoso punto de veraneo que mencionamos. Aquella delegación de la Asociación Argentina tuvo ese privilegio. En aquella formación se destacaba Monti, el recio zaguero de Alvear, Huracán y San Lorenzo, que en nuestra provincia inició su carrera de sumar marcas. Convirtió el primer tanto argentino en un Mundial al hacer el gol del triunfo ante Francia en 1930. Es el único en jugar en dos mundiales para países distintos, Argentina en 1930 e Italia en 1934. Fue medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Amsterdam en 1928 y campeón sudamericano en 1927.

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Las comitiva fue agasajada con un almuerzo en el hotel de Villa Nougués, tras ello recorrieron algunos otros puntos de interés: regresaron los jóvenes y entusiastas excursionistas, admirando continuamente la magnificencia de tan grato paseo. Pasadas las 15.30 iniciaron el retorno para llegar a la capital tucumana a las 17. Fueron al hotel y prepararon sus valijas pues viajarían hacia Santiago del Estero en el tren Mixto de las 20.20 que salía de la estación Sunchales (ubicada frente a la plaza Alberdi). Un publico entusiasta fue a decirle adiós al equipo visitante. En su despedida García López hizo votos para que se unifiquen las entidades que regían el fútbol argentino, que se había dividido en Asociación Argentina de Football y Asociación Amateur de Football a causa de la cuestión amateur. La escisión se produjo en 1919 y se extendió hasta 1926 cuando la intervención del presidente de la Nación Marcelo T. de Alvear produjo la reunificación.

Primer partido

La Asociación iba a llegar el sábado 26 de agosto por la mañana pero perdieron el tren y tuvieron que posponer el viaje. Llegaron el mismo día del partido. Fueron hasta el hotel. Visitaron la Casa Histórica y después de recorrer el parque 9 de julio llegaron al club Deportivo Sarmiento que presidía Teresa Suppa. Allí departieron con las damas presentes ya que la institución estaba destinada al deporte femenino. Volvieron a su hotel para almorzar y más tarde se dirigieron a la cancha para disputar el primer encuentro de la gira. Los tucumanos presentaron a Cozzi; Varas y Bobbaá; Carabajal, Luna e Ibáñez; Banrán, Montivero, Camargo, Castro y García. Los porteños ingresaron con González; Bidoglia y Ferrario; Fernández, Power y Monti; Biannatti, Pisa, Leonardi, Rosado y Calandra Pasadas las 16 el árbitro Osvaldo Iratchet pitó el inicio del encuentro. Los visitantes asediaron la valla local que fue defendida con ahínco hasta los 15 minutos cuando un potente disparo de Power abre el marcador. Unos 10 minutos más tarde Leonardi marca el segundo tanto visitante. Pese a los esfuerzo del local para descontar el resultado se mantuvo en 2 a 0 hasta el final del partido.

Triunfo tucumano

El encuentro en el que los tucumanos ganaron 3 a 1 se desarrolló en el mismo escenario, el más antiguo de nuestra provincia, que se había estrenado el 18 de diciembre de 1899 y se encontraba donde hoy funciona el hospital Centro de Salud.

La formación porteña presentaba un cambio: Pérez en lugar de Bidoglia. Mientras que los tucumanos tuvieron varios cambios, en la defensa Varas y Bobbaá dejaron lugar a Carmona e Ibarra; Cárdenas y Cainzo por Luna e Ibáñez y en el ataque, Cuello, Zárate y Chávez reemplazaron a Branrán, Castro y García.

El encuentro no presentó acciones de consideración. Hubo jugadas de peligro en ambas vallas pero con preponderancia de la visita. Hasta que a los 30 minutos del primer tiempo un full fuera del área fue tomado por Ibarra quien con un exquisito disparo lanzó la pelota que pegó en el interior del travesaño y se introdujo en el arco. Era el primer gol tucumano y las tribunas festejaron con ganas. Apenas dos minutos después Cuello supo aprovechar un rebote de Ferrario y convirtió el segundo gol. Concluyó el primer tiempo con un triunfo 2 a 0. La algarabía era total; el estadio entero festejaba la actuación del conjunto local. La segunda parte comenzó con intensa actividad por ambos bandos y otra vez los visitantes predominaban en el juego, interesados en acortar la diferencia. El reloj avanzaba y al alcanzar los 35 minutos un “medido shot, desde apreciable distancia, de Pisa, alto y completamente esquinado, fue a introducirse por el ángulo derecho a pesar de la intervención de Cozzi”. Los hinchas aplaudieron el gol por su gran factura. Los visitantes ya estaban a un tanto del empate. Las acciones se hicieron más vertiginosas; ambos conjuntos se arrimaban a las vallas con peligro pero sin poder concretar en la red. Los minutos corrieron, ya se iba terminado la segunda mitad, había expectación en las tribunas. Chávez se desprendió de su marcador, enfiló hacia el arco y lanzó un terrible disparo que fue desviado al córner por el arquero González, del equipo porteño. Montivero ejecutó el tiro de esquina con perfección hacia la cabeza de Zárate, que con un gran cabezazo introdujo la pelota en el arco. Tucumán se puso 3 a 1, “delirante entusiasmo y aplausos en todo el field”. Se movió el balón desde media cancha y el árbitro José Tomassini pitó el final del encuentro. Hubo festejo local y aplausos de reconocimiento para el team visitante por su actuación.

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