BUENOS AIRES.- Que pudo haber disfrutado de un partido a su medida, por supuesto. Que pudo haber manejado el duelo con Tigre a voluntad después de marcar, de penal, a los 10 minutos de partido, claro que sí. Pero River no hizo lo que debió y su castigo terminó siendo un empate, 1 a 1, que lo aleja aún más de Boca que actualmente es su contracara en la Superliga: herido y sin jugar, el “Xeneize” igual se da maña para cosechar victorias.
En cambio, a River todo le cuesta. Y cuando no, River mismo se complica. Lo hizo anoche, en casa del “Matador”. Y eso que empezó derecho siendo dominador a partir de un penal convertido por Ignacio Scocco. Pero increíblemente, el “millonario” no lo aprovechó.
Quiso cuidar la pelota en vez de atacar. Y Tigre, con más orgullo que fútbol se las ingenió para no caerse. Pudo haber empatado también de penal -mano de Leonardo Ponzio-, sin embargo, Germán Lux se metió en la cabeza de Denis Stracqualursi y le adivinó la intención. Dio rebote Lux y el delantero tiró a las nubes.
Parecía, entonces, que con tanto tiempo en el reloj, y después de esa falla, el dueño de casa podía caerse. Nada que ver. Insistió Tigre hasta toparse con la paridad. Lucas Janson, a los 20’, volvía a darle vida al “Matador”, que después se paró de contra y esperando que River se equivoque y no lo lastime. Final: 1-1. (Especial)