BRUSELAS, Bélgica.- El ex presidente del Gobierno catalán Carles Puigdemont y cuatro de sus ex consejeros se entregaron ayer a la policía federal en Bruselas, después de que la Justicia española emitiera el viernes una orden europea de detención.
Horas después, los cinco quedaron en en libertad vigilada hasta que la Justicia belga decida si deben ser entregados a España, donde son acusados de delitos relacionados con el desafío independentista de la región.
Al filo de la medianoche europea, el juez belga encargado del caso, comunicó que no había motivos para mantenerlos en prisión provisional mientras se decide su entrega a España.
Puigdemont y su gabinete son investigados por varios delitos, incluidos sedición, rebelión y malversación, vinculados al proceso que culminó, el 27 de octubre, con la aprobación parlamentaria de una república soberana.
La rebelión está castigada en España con hasta 30 años de cárcel. El ex vicejefe del Ejecutivo regional Oriol Junqueras y otros siete ex consejeros, quedaron detenidos el jueves tras declarar en la Audiencia Nacional en Madrid. Un noveno ex consejero, Santi Vila, fue el único que quedó en libertad tras pagar una fianza. (Reuters)