“Pusieron reglas para que los pilotos amateurs vuelvan a tener interés en el Dakar”, afirmó Andrés Reginato. En el Campeonato Tucumano de rally es gran animador en cada carrera cuando conduce un Renault 18, pero en su incursión dakariana, a él le tocó ser tercer integrante del equipo que formó con su papá y su hermano para correr en una camioneta Toyota (foto).
Su análisis se centra en la nueva reglamentación porque recuerda el episodio que dejó afuera a sus familiares en 2012. “Pasó que ‘Miguelito’ y mi papá, se comieron un pozo en la segunda etapa. Lograron reparar, pero llegaron como a las cinco de la mañana y ya no podían entrar. No pudieron largar la etapa siguiente. Eso es muy frustrante. Demostraba que la carrera era para equipos profesionales y no amateurs”, detalló Reginato.
Ahora la prueba más dura del mundo es más flexible, por ponerle algún calificativo. “Dan la posibilidad de que los amateurs, no se emparejen con los profesionales porque es muy difícil, pero sí que puedan llegar”, celebró las modificaciones que, por ejemplo, a quienes llegan fuera de horario, permiten continuar el recorrido, pero sin estar en los tiempos de carrera.
Puede ser difícil de entender enfrentar semejante periplo sólo porque sí. Sin embargo, es entendible cuando un “dakariano” lo explica. “El desafío es poder llegar, eso es lo lindo”, respondió Reginato cuando se le consultó lo que podría haber seducido a Ricardo Neme hacer el Dakar.