LA PLATA.- El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, cuestionó al Gobierno nacional por habilitar en el Congreso el debate por la despenalización del aborto y afirmó que la instalación del tema podría ser una “cortina de humo” para tapar otras cuestiones de la realidad nacional.
“Hay una serie de contradicciones en el caso del presidente (Mauricio Macri), un hombre que fue formado en el colegio Newman y en la Universidad Católica Argentina (UCA). Yo creo que ni sabe hacerse bien la señal de la cruz y ahora sale con estas cosas”, manifestó el arzobispo. En ese contexto, sostuvo que el de Cambiemos es un Gobierno sin principios de orden moral y natural. Y agregó: “en esta gimnasia democrática poco seria, todo es posible”.
El debate por el aborto desembarcó con fuerza esta semana en el Congreso, después de muchos años de resistencia. La discusión se reavivó luego que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, indicara a los jefes parlamentarios de Cambiemos que el Gobierno “no iba a obstaculizar” el tratamiento del tema.
Los dichos de Aguer representan una de las posturas más conservadoras dentro del Episcopado. La comisión ejecutiva de ese cuerpo se pronunció públicamente de manera más moderada con un comunicado en el que, si bien reiteró la postura histórica de la Iglesia en contra del aborto, reclamó una discusión integral de la cuestión así como un diálogo sincero y profundo, sin descalificaciones, violencia o agresión, de cara al debate en el Congreso.
Por su parte, Aguer también indicó que le llamaba la atención que se diga que la Iglesia es la única que se opone cuando la evidencia científica dice que desde el momento de la concepción hay vida humana. El monseñor dijo que le llama la atención que el proyecto propuesto despenalizaría el aborto hasta las 14 semanas de gestación. “¿Por qué no después? ¿Antes qué es eso, un bicho? ¿Se convierte en humano repentinamente a las 14 semanas?”, se preguntó Aguer. Por último, afirmó que no cree que la habilitación del tema en el Congreso sea una medida en contra del papa Francisco, tal como algunos sectores habían especulado. Por ello, pidió no involucrar al Sumo Pontífice en cuestiones en las que no desea meterse. (Télam)