WASHINGTON.- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, alertó ayer en Hong Kong sobre las consecuencias de una rescisión del sistema de comercio internacional, pocos días antes del comienzo de las Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington.
“El sistema de responsabilidad común basado en normas corre el peligro de romperse”, dijo Lagarde, según un despacho de la agencia alemana de noticias DPA. “Eso sería un fracaso político colectivo imperdonable”, añadió.
El sistema, supervisado por el FMI y otros organismos internacionales, contribuyó a reducir a la mitad el número de personas en situación de pobreza extrema durante el espacio temporal de una generación, apuntó la directora gerente del FMI. “(El sistema) ha disminuido los costos de vida y creado millones de puestos de trabajo bien pagados”, dijo Lagarde.
Duplicar los esfuerzos
La política francesa exigió a todos los implicados duplicar sus esfuerzos a partir de ahora para rebajar las barreras comerciales y arreglar sus disputas para no tener que tomar medidas extremas.
Lagarde aludió con ello a la guerra comercial iniciada por el presidente estadounidense Donald Trump, sobre todo con China. Tras fuertes intercambios verbales, recientemente ambas partes dieron señales de un acercamiento.
Trump lleva a cabo una política comercial nacionalista y proteccionista bajo el lema “America First” (Estados Unidos primero).
Además, Lagarde exigió prestar atención a los riesgos fiscales, por ejemplo, a través del elevado endeudamiento. Tras varios años en los que el dinero fue especialmente barato, la situación de la deuda a nivel mundial ha aumentado a un máximo histórico de 164 billones de dolares (132 billones de euros).
“La deuda pública en los países desarrollados está en una situación que no hemos visto desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo Lagarde. Esto podría exigir correcciones rápidas, que se notaría especialmente en los países de salarios bajos y países en vías de desarrollo.
Lagarde pidió dar los pasos políticos necesarios para preparar a las economías nacionales para años peores, mientras la situación económica sea favorable. “Tenemos que reparar el tejado, mientras el sol todavía brille”, dijo.
El largo plazo
En un discurso en Hong Kong, Lagarde dijo también que las prioridades de la economía global son apartarse del proteccionismo, cuidarse del riesgo financiero y reforzar el crecimiento a largo plazo.
Las declaraciones de Lagarde se producen en pleno conflicto comercial entre Estados Unidos y China, que está creando incertidumbre para las empresas y sus cadenas de suministro globales.
“La historia muestra que las restricciones a las importaciones dañan a todos, especialmente a los consumidores más pobres”, afirmó Lagarde.
“No sólo conducen a productos más caros y a opciones más limitadas, sino que también evitan que el comercio juegue su papel esencial en impulsar la productividad y extender las nuevas tecnologías”, comentó.
Según la dirigente, la mejor manera de enfrentar los desequilibrios globales es usar las herramientas fiscales o las reformas estructurales. “Las normas de la Organización Mundial del Comercio están en peligro de ser despedazadas, lo que sería un fracaso de políticas colectivo, inexcusable”, reiteró.
Los líderes necesitan comprometerse con normas de juego equitativas y resolver las disputas sin emplear medidas excepcionales, dijo. (Télam)