Juicio contra el cura Ilarraz: un testigo se descompensó al contar los abusos que sufrió

El joven sufrió un ataque de asma y luego se descompuso mientras reconstruía frente al religioso lo ocurrido en su infancia.

SEGUNDA AUDIENCIA. Justo José Ilarraz, que estuvo un tiempo frente a la parroquia de Monteros, está acusado de haber abusado de siete menores de edad. TÉLAM SEGUNDA AUDIENCIA. Justo José Ilarraz, que estuvo un tiempo frente a la parroquia de Monteros, está acusado de haber abusado de siete menores de edad. TÉLAM
17 Abril 2018

Un joven que denunció haber sido abusado cuando era niño por el cura Justo José Ilarraz, se descompensó hoy, en la segunda jornada del juicio que se lleva en contra el religioso en los tribunales de Paraná. El testigo sufrió un ataque de asma al reconstruir, frente al jurado y al sacerdote, los sometimientos que sufrió en el seminario donde se desempeñaba como precepto.

Al cura se lo juzga en la causa caratulada "Ilarraz, Justo José sobre promoción a la corrupción agravada", en la que está acusado de haber abusado de siete adolescentes, de entre 10 y 14 años, que cursaban en el seminario, informó la agencia Télam.

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Ilarraz, que estuvo al frente de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Monteros hasta que salió la denuncia en su contra, llegó esta mañana a los tribunales para la segunda jornada del juicio, enfundado en un saco azul, acompañado por su hermano y por su abogado defensor, Jorge Muñoz y, tal como lo hizo ayer, se negó a dar declaraciones a la prensa.

Hoy, el testigo se descompensó al momento de narrarle al tribunal los hechos que vivió en el seminario y bajo la tutela de Ilarraz. "Comenzó con un ataque de asma. Se descompuso. Por eso el tribunal decidió pasar a un cuarto intermedio para que lo viera el médico forense, porque no podía respirar", precisó al término del episodio el abogado querellante, Marcos Rodríguez Allende.

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Para el abogado, la descompensación del testigo "habla a las claras de los síntomas que todos han demostrado respecto a los abusos sufridos de parte del imputado. Este no es un caso aislado. Los tres testigos anteriores rompieron en llanto y estuvieron quebrados".

Walter Rolandelli, también querellante en la causa, dijo que las de ayer "fueron tres testimoniales muy duras, se nos caían las lágrimas por las historias de esos tres niños que eran en esa época, eran chicos de campo, de aldea que venían con muchas ilusiones y fe en la Iglesia y se encontraron con esto".

Ayer, en la primera jornada del juicio hubo escenas de dolor y llanto en la sala del juicio que se sustancia a puertas cerradas.

Hernan Rausch fue el primero en declarar y al hacerlo acusó a la Iglesia de "haberse cagado en su mamá", una mujer de profunda fe y convicción cristiana, según contó luego a Télam, Fabián Schunk, otro de los testigos que declaró en la primera jornada del juicio y que ratificó ante el tribunal su acusación contra el cura al que culpó de haberlos "despertado" sexualmente a la edad de 12 años.

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