Las sorpresas son para los cumpleaños

Está claro que el “dicen” es la moneda corriente de un corrillo, agreguéle después el apellido “político, social, económico o deportivo”, el que usted desee. “Dicen” que Jorge Sampaoli se inclinará por este o aquel futbolista. “Dicen” que esta puede ser la lista más polémica en muchos años de convocatorias finales de Argentina antes de un Mundial. Dicen...

Pueden no convencer los 35 elegidos por “Sampa”, y quizás agrade menos la de los 23 que mañana saldrá a la luz. Pero, en un grupo en el que su base ha navegado por los 1.000 tormentos, la inclinación de Sampaoli debe ir por el camino de la unión y despedida de la mayoría de los que estará en la tierra de Vladimir Putin. Que prime al conocimiento del equipo antes que pensar en el golpe de efecto. Ya es tarde para eso.

La única sorpresa novedosa debería ser la inclusión de Franco Armani sobre Nahuel Guzmán, el más activo entre Wilfredo Caballero y Sergio Romero, el titular indiscutido. El uno.

Ahora, la defensa, por actualidad reciente, es lo más parecido al desierto del Sahara. Son pocos los que pueden dar garantías. Marcos Rojo no debería ir, desagrade a quien desagrade. Afuera. Lo mismo para Ramiro Funes Mori y Cristian Ansaldi, que anduvo bien en Torino (Italia), pero es Torino y casi ni se conoce con quiénes han venido defendiendo la trinchera. Probar con Eduardo Salvio como defensor-volante sería otro error. Chau “Toto”.

Y por detrás deben acompañarlo al cuarto de espera Enzo Pérez, Rodrigo Battaglia, Leandro Paredes y Ricardo Centurión. Argentina necesita bríos, sí, pero de sus hombres consolidados. Y en ese combo, ni Lautaro Martínez ni Diego Perotti ni Mauro Icardi (aunque lo merece) deben estar. Que lo miren por TV. O esperen a Qatar 2022 por la revancha.

Mis elegidos: desafectaría a...