Sergio Romero fue el dueño del arco de la Selección en los últimos años, incluyendo los Mundiales de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Pese a su inactividad en Manchester United se encaminaba a ser otra vez el número uno en Rusia 2018. Más allá de que Jorge Sampaoli evitó dar pistas sobre el arquero, no era difícil suponer que “Chiquito” ganaba la pulseada. Romero titular y Wilfredo Caballero suplente. Era la ecuación.

Si no está el titular, lo lógico es que ingrese el suplente. Caballero demostró que no le pesa la responsabilidad. Es un arquero sobrio y confiable. Dueño de una enorme personalidad. “Trabajo para estar en la lista y una vez convocado me esforzaré para ser titular”, declaró el fin de semana. El gran presente de Franco Armani obligó a Sampaoli a ponerlo en la lista. Nadie discute sus condiciones, pero al puesto debe ganárselo en cancha. Por eso llegó la hora de Caballero.

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