Atraparon a "El Gordo", integrante del Clan Reyna, que se había escapado del Roca

El acusado de tres homicidios fue recapturado en avenida Francisco de Aguirre al 2.700.

ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ

ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
27 Julio 2018

"El Gordo", el adolescente de 17 años, integrante del Clan Reyna que era intensamente buscado desde el martes a la tarde cuando se fugó de manera sorprendente del Instituto Roca, fue recapturado esta madrugada en una vivienda ubicada en avenida Francisco de Aguirre al 2.700.

Al momento de su detención, alrededor de las tres de la mañana, "El Gordo" se encontraba durmiendo. En el lugar, además, había distintos cartuchos de armas de fuego. El operativo estuvo a cargo de la División Homicidios, con los comisarios Jorge Dip y Diego Bernacchi a la cabeza. 

Desde ayer al mediodía que la Policía tenía el dato de que "El Gordo" se encontraba en esa vivienda, pero, para sorprenderlo, decidieron esperar hasta la madrugada. 

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Según se informó, se montó una guardia especial cerca de la vivienda y al observar que no se había movido del lugar, se realizó el exitoso operativo, que finalizó con la detención del peligroso joven. 

Del procedimiento también participaron el grupo CERO de manera conjunta con el Juzgado de Instrucción de Turno desde donde ordenaron el allanamiento.



¿Por qué se lo buscaba?

El adolescente protagonizó una cinematográfica fuga del Instituto Roca. Su hermana, de 15 años, se hizo pasar por su tía, de 40, y le entregó un arma a su hermano para que huyera del lugar.

Todo comenzó el martes, alrededor de las 16.30. Una jovencita, también menor de edad, se presentó con intenciones de visitar a su hermano que está alojado en ese lugar desde fines de junio pasado.

Fuentes policiales relataron que en un momento esta salió del edificio y se acercó a su moto. Segundos después regresó con un arma en la mano y, tras amenazar de muerte a un policía, se la entregó a su hermano.

El comisario principal José Décima intentó evitar la fuga, pero el joven le pegó un culatazo en la cabeza que lo dejó herido. Luego ambos subieron a la motocicleta y escaparon del lugar.

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JUNTOS. La adolescente le dedicó unas palabras a su hermano, quien era buscado por la Justicia. FOTO TOMADA DE FACEBOOK
Quién es "El Gordo"

A pesar de su corta edad, "El Gordo" sería una pieza clave del Clan Reyna, una de las organizaciones de narcomenudeo más grande de la provincia.

Desde hace casi una década se disputan el control de los barrios Juan XXIII ("La Bombilla") y Manantial Sur con los Farías, otra agrupación sospechada de dedicarse al narcomenudeo. Aunque sean apellidos diferentes, ambos bandos son familia.

"El Gordo" es hijo de Mario Dardo "El Mono" Farías, uno de los supuestos narcos detenidos en junio durante una serie de operativos de la División Antidrogas Tucumán de la Policía Federal.

“El Gordo” fue acusado de tres homicidios, con pistolas nueve milímetros, un arma que es difícil de conseguir y mucho más de manejar. Todas las víctimas eran integrantes del Clan Farías, su grupo rival.

En 2016, cuando tenía 15 años, habría sido el autor de los homicidios de Gustavo Farías y de Exequiel Navarro. Aparentemente habría querido vengarse por la muerte de su hermano Emanuel “El Monito” Reyna, que se produjo días antes.



Al ser inimputable, nunca afrontará un tribunal por esos hechos. Sí cumplió medidas tutelares. Karina Soraire, la tía a la que la hermana del menor le robó la identidad para que se fugara, fue su tutora durante varios meses.

En junio, el “Gordo” fue detenido por el crimen de Fabio Farías. El homicidio ocurrió días después de que la Policía Federal desarticulara el Clan Reyna, por lo que los investigadores creen que el crimen estuvo motivado por una venganza.

Él, en cambio, dijo que se defendió de un ataque. A las pocas horas de haber sido alojado en el Roca, se confirmó que también tenía pedido de captura por haber tenido una importante participación en las actividades que supuestamente desarrollaba su familia vinculadas en el narcomenudeo.

Existen pruebas de que él, mientras estaba en clases en una escuela pública (era una de las obligaciones que debía cumplir por orden de la Justicia), recibía llamados que tenían que ver con la atención de los quioscos que vendían drogas.


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