Caso Lebbos: quedó en evidencia que la “cadena de custodia” se cortó

La bioquímica que estuvo a cargo del levantamiento del cuerpo de Paulina dijo que los bomberos habían sido los responsables del traslado.

LA BIOQUÍMICA. Lilia Moyano. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO LA BIOQUÍMICA. Lilia Moyano. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
10 Agosto 2018

Lilia Moyano, la bioquímica que coordinó la actuación técnica en el lugar del hallazgo de Paulina Lebbos y que participó en la autopsia del cuerpo, cerró ayer su declaración testimonial con una defensa del procedimiento. “Se hizo lo que se tenía que hacer: la preservación del sitio, de las evidencias, la inspección de la zona y la recolección de las pruebas”, enfatizó la profesional, entre otros dichos, durante la última audiencia.

Sin embargo, las contestaciones cerradas y casi impermeables de la perita no fueron suficientes para dejar en el ambiente de la sala la percepción de que se habían cumplido con las disposiciones básicas y legales durante el 11 y 12 de marzo de 2006, a la vera de la ruta 341, en Tapia.

Tras el testimonio de la especialista, que había iniciado el miércoles, la querella hizo hincapié en la pérdida de pruebas y el corte de la “cadena de custodia” del cadáver, es decir, el traslado desde el sitio del descubrimiento hasta la morgue judicial, entre otras irregularidades planteadas.

“El testimonio deja en claro que se hicieron maniobras de encubrimiento, comandadas en ese lugar por el ex jefe de Policía, Hugo Sánchez; el subjefe, Nicolás Barrera; y por el Secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella. Muchas cosas quedaron en claro. Primero, se destruyeron pruebas importantísimas a propósito, y sin orden judicial. Segundo, se ha interrumpido toda la cadena de custodia de esas pruebas y, fundamentalmente, del cuerpo de Paulina”, enfatizó Alberto Lebbos, padre de la víctima, luego de la audiencia. “No hubo garantía ante quien pudiera intentar introducir o sacar pruebas del cuerpo”, dijo.

Lebbos remarcó que “quedó en evidencia el descontrol absoluto de la Policía Científica en marzo y abril de 2006, donde también estaba violentada la cadena de mando”. “Le daban absoluta protección a la doctora Moyano. La verdad, había una guerra interna entre la jefa del departamento de Toxicología y el jefe de la división Criminalística, (Fernando) Vázquez Carranza”, añadió Lebbos

Moyano respondió en la ronda de consultas que no recordaba “haber tomado muestras de tierra” para estudios posteriores y ratificó la destrucción de las muestras de larvas que habían sido recolectadas en el lugar del hecho, ya que no habían sido solicitadas por la Justicia. La eliminación de ese elemento se había producido en momentos del inicio de la investigación del último fiscal, Diego López Ávila.

“Los Bomberos eran los responsables de la cadena de custodia. Desconozco si podría haber hecho algo con el cuerpo, si se pudo haber introducido o extraído evidencias. Vi el cuerpo envuelto en la Morgue como lo había visto allá (en Tapia). Yo no observé alteraciones, nada que me haga sospechar”, enfatizó.

El Tribunal rechazó careos solicitados por la defensa de Di Lella: entre Moyano y Vázquez Carranza y Moyano con Miguel Sánchez, ex director de Criminalística y Estudio Forense de Gendarmería, entre otros. Este último había criticado el procedimiento de la Policía.

Galería 22 fotos “El único responsable de la situación que está pasando su familia es Hugo Sánchez, que ha elegido transitar el camino de la delincuencia. El daño que le ha hecho a mi familia es irreparable. Él tiene a su hija que lo viene a ver todos los días, yo para verla a Paulina tengo que ir al cementerio. Acá la única víctima es mi familia, Paulina y su hija”, sostuvo Alberto Lebbos luego de que los abogados de Hugo Sánchez declararon que el ex jefe de Policía “recibe el dolor de su familia debido a la acusación y persecución del padre de la víctima, que lleva adelante a través de los medios periodísticos”. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
"Me encontré con una vergüenza técnica" declaró Miguel Sánchez, el experto que dirigió el equipo de peritos de Gendarmería que realizó la reconstrucción del hallazgo del cuerpo de la joven e hizo visible las omisiones que se habían cometido el 11 y 12 de marzo de ese año. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“Después de un tiempo transcurrido, llegamos al lugar y tuvimos acceso a la parte del cuerpo (expediente) que indicaban las actuaciones que se habían realizado. Analizamos lo que había, y está escrito y plasmado en la causa que las fotografías y los videos eran lamentables. Y no lo digo con arrogancia, sino con fundamento técnico”, manifestó el experto que dirigió el equipo de peritos de Gendarmería que realizó la reconstrucción del hallazgo del cuerpo de la joven. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“La realización de la teatralización de los hechos, la reconstrucción, el trabajo de los ‘conos de sombra’ -tiempo de paso de un vehículo por la ruta para ser uno percibido-, el área geográfica y los elementos de juicio que encontramos a posteriori, me llevan a decir que fue una vergüenza (el trabajo previo)”. Declaró el gendarme Miguel Sánchez. En la foto los acusados de encubrimiento Barrera y Di Lella, conversan entre ellos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El gendarme Miguel Sánchez consideró que el lugar del hecho no fue preservado, al argumentar que “no hubo una sola anotación de los que ingresaron a la escena del crimen”. “Fue contaminada”, añadió. En la foto loss ex policías, Héctor Brito y Nicolás Barrera, acusados de encubrimiento agravado. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Filmaciones fotografías, preservación y cadena de custodia. Estos son los elementos que el gendarme Miguel Sánchez marcó como prioritarios a la hora de llevar adelante la pericia. “Si las cosas se hubieran hecho bien, yo aquí (como testigo) no estaba”, destacó, al fundamentar su posición sobre las responsabilidades de “los jefes de la Policía, de Criminalística y de todas las autoridades de la fuerza, por las falencias del primer trabajo. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El fiscal Carlos Sale expresó que el testimonio del ex perito de la fuerza federal “ha dado un panorama” de que se “trató de esconder la realidad y se ha obstaculizando el buen accionar que se pudo haber hecho durante el hallazgo”.“Fue vehemente al manifestar que se ha trabajado mal, encontrándose presente toda la plana mayor de la Policía: el jefe (Sánchez), subjefe de la Policía (Nicolás Barrera); el responsable de la Unidad Regional (Norte, Rubén Brito)”, dijo, respecto de los imputados. En la foto, el ex subjefe de la Policía conversa con los abogados Gustavo Carlino y Gustavo Morales. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
La Sala III en lo Penal no hizo lugar al recurso de casación de la defensa de Hugo Sánchez, y rechazó el cese de prisión preventiva del imputado. El ex jefe de la Policía está detenido desde fines de abril por supuestas intimidaciones al testigo Fernando Vázquez Carranza, ex director General de Criminalística, durante el juicio oral. Según la denuncia, el declarante recibió mensajes vía WhatsApp de la línea telefónica del primer abogado de Sánchez, Enrique Andrada Barone. El recurso de casación había sido presentado por el segundo patrocinador, José Luis Chaván. Ahora, el nuevo letrado, Alejandro Biagosch, adelantó que presentará ante la Corte Suprema de Justicia local un recurso de queja. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Roberto Luis Gómez, único acusado en la causa por el homicidio de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Eduardo Di Lella, ex secretario de Seguridad de La Provincia en el gobierno de José Alperovich. . LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Carlos Dante Barrionuevo es médico en Emergentología y cirujano, y fue uno de los profesionales encargados de la reautopsia del cuerpo de Paulina Lebbos durante la reconstrucción efectuada por Gendarmería Nacional en abril de 2006. Ese trabajo dejó al descubierto los “malos procedimientos”, según definieron en la sala, de los equipos de Criminalística y Forense de la Policía local, y las responsabilidades de la cadena de mando del fuerza de seguridad local, durante el hallazgo del cadáver de la estudiante. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Carlos Barrionuevo declaró “no es adecuado hacer una autopsia a cielo abierto, dado que se podría contaminar el cuerpo” con materiales del ambiente y que “no es una buena práctica lavar” el cadáver previo a la realización del examen. El médico fundamentó así su observación al procedimiento realizado con los restos de Paulina, que fueron rociados con agua antes del estudio y bajo un árbol, de acuerdo a las filmaciones de la causa. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El imputado Hugo Sánchez comenzó a manifestar agotamiento con el paso de las últimas audiencias. Y su rostro pálido podría haber reflejado ese estado. “Hoy me manifestó que se sentía cansado del trajín de este juicio y de recibir las acusaciones injustificadas. Entendemos el dolor de (Alberto) Lebbos por la pérdida de su hija, pero también solicitamos el respeto hacia la familia de mi defendido”, expresó Alejandro Biagosch, abogado defensor del ex jefe de Policía. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“Me hice cargo del levantamiento del cadáver, coordiné el equipo de la cinta para adentro. De la cinta para afuera, no tenía responsabilidad”. Las explicaciones son de Lilia Moyano. La bioquímica evoca que el 11 de marzo de 2006 recibió un llamado de la Jefatura de la Policía, cuando estaba en su casa. Le ordenaron trasladarse a la ruta 341, en Tapia, donde había sido hallado ya el cuerpo de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Alberto Lebbos conversa con su abogado, Emilio Mrad, durante un cuarto intermedio en la declaración de Lilia Moyano. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“Hay dos cuestiones. Una es lo que surge del debate y las connotaciones jurídicas. Y la otra, la repercusión mediática que el señor Lebbos le quiere dar a la causa y la incriminación injustificada a mi defendido que efectúa desde 2006, al tratarlo de asesino, delincuente y deshonesto. Mi cliente tiene familia, es una persona respetable. Afectan su reputación y su honor esas manifestaciones”, remarcó Alejandro García Biagosch, abogado defensor de Hugo Sánchez, sobre su estado de ánimo. . LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los abogados defensores Cergio Morfil y Marcelo Jiménez Santillán conversan durante la audiencia. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los acusados de encubrimiento agravado Hugo Sánchez y Eduardo Di Lella. . LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El ex jefe de Policía durante el gobierno de Jose Alperovich, Hugo Sánchez, acusado de encubrimiento agravado en el crimen de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“El testimonio deja en claro que se hicieron maniobras de encubrimiento, comandadas en ese lugar por el ex jefe de Policía, Hugo Sánchez; el subjefe, Nicolás Barrera; y por el Secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella. Muchas cosas quedaron en claro. Primero, se destruyeron pruebas importantísimas a propósito, y sin orden judicial. Segundo, se ha interrumpido toda la cadena de custodia de esas pruebas y, fundamentalmente, del cuerpo de Paulina”, enfatizó Alberto Lebbos, padre de la víctima, luego de la audiencia. “No hubo garantía ante quien pudiera intentar introducir o sacar pruebas del cuerpo”, dijo. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Las contestaciones cerradas y casi impermeables de la perita no fueron suficientes para dejar en el ambiente de la sala la percepción de que se habían cumplido con las disposiciones básicas y legales durante el 11 y 12 de marzo de 2006, a la vera de la ruta 341, en Tapia. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Ante versiones de signos de tensión en el imputado Hugo Sánchez y las declaraciones del defensor técnico, Lebbos, además de las denuncias respecto del caso, recordó que Sánchez, como jefe de la Policía, había minimizado su reclamo: “me había dicho que siguiera con la marchita”, con referencia a las movilizaciones en la plaza Independencia. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
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