Los jugadores tucumanos de Atlético gozan de un orgulloso protagonismo

Los futbolistas nacidos en nuestra provincia viven con felicidad el momento que atraviesa el "Decano".

EL RECIBIMIENTO IMPACTA. La hinchada de Atlético también quiere dejar su sello “tucumano” cuando el equipo sale a la cancha. Y lo consigue siempre.  la gaceta / foto de hector peralta EL RECIBIMIENTO IMPACTA. La hinchada de Atlético también quiere dejar su sello “tucumano” cuando el equipo sale a la cancha. Y lo consigue siempre. la gaceta / foto de hector peralta

El grito, a esta altura, ya es parte del repertorio natural del público “decano”: “¡Tucumán! ¡Tucumán! ¡Tucumán!” cantan desde las tribunas. La pequeña estrofa hasta tiene un momento especial para ser entonada: antes de empezar el partido y si tuviéramos que ser más precisos, cuando el saludo Fair Play toma lugar.

Difícilmente la canten en un partido a nivel local: siempre se escucha en los partidos internacionales, a modo de presentación. “Aquí estamos”, parecen decirle a Sudamérica los y las hinchas de Atlético desde que comenzaron a jugar contra rivales sudamericanos a comienzos de 2017.

El sentido de pertenencia suele aflorar en esta clase de partidos. Más si tu equipo tiene ocho jugadores que nacieron a la vuelta de tu casa. ¡Y mucho más si casi todos esos jugadores son importantes para el equipo!

El de Villa Amalia (Leandro Díaz) metió el primer gol ante Nacional de Medellín. Lleva tres en la Libertadores y dos en la Copa Argentina, en la que jugó dos cotejos y marcó dos veces. “Amo este club, amo esta camiseta, amo esta gente. Siempre llena la cancha”, dijo el “9” salvador de Atlético, que apareció cuando más lo necesitaba: tras la lesión de Javier Toledo.

El de Banda del Río Salí (Guillermo Acosta) puso el 2-0 con un salto suspendido en el aire, digno de Michael Jordan.

Al lado del primero y arriba del segundo estaba el de Simoca (Luis Rodríguez) que ayer no convirtió pero no crean que se ha olvidado: ya lo hizo en más de 120 ocasiones con esta camiseta.

Abajo de ellos estaba el monterizo (Gabriel Risso Patrón) que tuvo un duelo personal con Reinaldo Lenis y acabó ganándolo.

En el banco estaban el de barrio El Bosque (Franco Pizzicannella), que hizo posible que Atlético juegue esta instancia, manteniendo el arco en cero con Libertad en Paraguay. Al lado suyo estaba el de Villa Carmela (Tomás Cuello) que cada vez tiene más y convincentes minutos en Primera.

En la lista de la Copa también están el de San Pablo (Mauro Osores), que también debió ayudar a mantener la valla en cero de urgencia, en las semifinales de la Copa Argentina ante Central, en 2017. Justamente el partido que le dio el boleto a la actual Libertadores.

Por último, el de Barrio Ejército Argentino (Jonás Romero), que con 17 años ya jugó un torneo internacional.

Atlético: más feliz y más Tucumán que nunca.

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