Apple y Samsung fueron acusados de reducir la velocidad de sus dispositivos para que los usuarios deban renovarlos una y otra vez

Con sus maniobras, los gigantes de la tecnología incurrieron en obsolescencia programada.

SAMSUNG Y APPLE, EN LA MIRA SAMSUNG Y APPLE, EN LA MIRA
24 Octubre 2018

Apple y Samsung fueron acusados de reducir deliberadamente la velocidad de sus dispositivos a partir de diferentes actualizaciones de software.

En el caso de Apple, los modelos afectados son el iPhone 6, iPhone 6 Plus, iPhone 6S y iPhone 6S Plus, mientras que en el caso de la empresa surcoreana el todas las miradas recaen en el Samsung Galaxy Note 4 y su polémica actualización a Marshmallow.

Lo cierto es que Italia se convirtió en el primer país en sancionar a ambas empresas por violar los artículos 20, 21, 22 y 24 del Código de los Consumidores "al proponer insistentemente la descarga de actualizaciones de software que sus aparatos no podían soportar correctamente, sin informarles adecuadamente ni proporcionarles una forma efectiva de recuperar la plena funcionalidad de sus aparatos", señalaron.

De esta manera, el regulador antimonopolio del país europeo anunció ayer una multa de diez millones de euros a Apple y de cinco millones a Samsung por hacer más lentos sus dispositivos con el único fin de “obligar” a los usuarios a comprar sus nuevas entregas una y otra vez, año tras año.

En detalle, el organismo sostuvo que “las compañías del Grupo Apple y el Grupo Samsung han llevado a cabo prácticas comerciales deshonestas. Las actualizaciones de software en los teléfonos de Apple y Samsung causaron fallas graves y redujeron significativamente los beneficios para el usuario, lo que aceleró la sustitución”.

La razón por la cual la sanción de Apple es más dura que la de Samsung se debe a que la manzanita no informó correctamente a los usuarios de las características de sus baterías de litio, en particular de su tiempo medio de vida y de cómo hay que mantenerlas. A su vez, alentó a los dueños del iPhone 6 a instalar un sistema operativo pensado para el iPhone 7.

En esa línea, Samsung hizo lo propio y les pidió a los propietarios de su modelo Note 4 a instalar una nueva versión de Android (el sistema operativo de Google) que estaba pensada para un modelo más reciente, el Note 7. En ambos casos, los dispositivos no aguantaron las actualizaciones y sufrieron un gran deterioro en su rendimiento

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