Las bandas se robaron el espacio público

Las bandas se robaron el espacio público

Cincuenta policías más en Yerba Buena, operativos en el barrio Echeverría y desafectación de algunas custodias especiales a políticos -entre ellas los 18 agentes que cuidaban al ex gobernador José Alperovich- son la receta aplicada para tratar de calmar a un Gran San Miguel convulsionado. “Queremos que los vecinos puedan caminar tranquilos”, dijo el ministro Claudio Maley en la “ciudad jardín”, que lleva nueve días zozobra tras el asesinato de Valentín Villegas.

Mientras los funcionarios analizan cómo desafectar otras 30 custodias para lanzarlas a la calle, el barrio Echeverría -que desde hace tiempo es una imagen de la violenta periferia- se sacudió con dos homicidios, después de un fin de semana sangriento en el este, y cuando se difunden videos de adolescentes motorizados en banda, arrojándose como jaurías al ataque contra choferes, pequeños comerciantes y clientes, y a transeúntes en las calles. Nadie puede medir el nivel de violencia pero la sensación es que se han robado el espacio público. Este Tucumán no es Rosario, pero ya hay quienes quieren hacer comparaciones.

De reacciones al miedo se habla, pero no de medidas de pacificación, ni de estrategias, tácticas u organización. Los funcionarios apuestan a que se calme la tormenta y los vecinos, como los del barrio Echeverría, sienten que con la calma volverán los problemas.

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