Antes de comenzar la práctica de fútbol de 11 contra 11 en Ojo de Agua, Ricardo Zielinski tenía en mente realizar apenas una variante con respecto al equipo titular que había perdido el sábado pasado en Mendoza con Godoy Cruz. Sin embargo, por esos imponderables del destino, el “Ruso” se vio obligado a meter mano. De emergencia, algo que inquietó un poco.
En realidad, la totalidad del flanco izquierdo de Atlético será modificado. No estará Mathías Abero, el lateral zurdo que se ganó la titularidad prácticamente desde que se sumó en julio pasado al “Decano”. Gabriel Risso Patrón, hombre de la casa que por bajo rendimiento cedió su lugar como titular, tendrá la chance nuevamente de mostrarse, y quizás de algo más. Abero sufrió un desgarro, por lo que estará de dos a tres semanas inactivo. Sería un misterio confirmar que llegará al duelo con Belgrano, del fin de semana del 23 de noviembre.
Tampoco estará Gervasio Núñez, aunque su ausencia se da, a priori, por una decisión táctica del entrenador. El formoseño ocupará un lugar en el banco de suplentes, el mismo que dejará David Barbona, de gran partido la semana pasada ante el “Tomba”: además de cambiarle la cara al equipo, el “Rayo” pudo haber convertido el empate. El ángulo le devolvió lo que hubiera sido el 1-1 parcial. “Pocas veces hemos podido repetir el equipo”, aclaró por si hiciera falta Zielinski, en una frase que no tiene ni una pizca de lamento. A las claras, y sin haber podido mantener una base firme de 11 jugadores constantes, Atlético hizo cuartos de final en la Copa Libertadores y hoy ostenta 19 puntos en la tabla de la Superliga, con un partido menos, al cabo de la fecha 11. Impecable, ¿no?
“Hay algunas lesiones que no tienen nada que ver con el trajín que estamos teniendo. Pero sí, hemos tenido un desgaste enorme y en algún momento se nota. Falta poco para terminar, esperemos de hacerlo de la mejor manera”, expresó el “Ruso”, sabiendo que Central mañana no será un rival sencillo. Es “Canalla” el primero de cuatro contrincantes, incluido el clásico con San Martín, antes de por fin llegar al receso y a las vacaciones.